Este martes se celebraron las elecciones en Madrid, convocadas de forma anticipada por la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso, quien resultó victoriosa en el encuentro con las urnas.
El Partido Popular (PP) de Díaz Ayuso casi obtiene la mayoría absoluta, con 45% de los votos y 65 de los 136 escaños de la cámara regional, según el escrutinio del 99% de las papeletas. Este resultado prácticamente garantiza su continuidad en el gobierno, aunque debería hacerlo a través de una alianza con Vox (13 escaños) para alcanzar los 68 respaldos en el legislativo. La opción de unirse con Ciudadanos ya no existe, ya que la votación de este partido fue tan baja -por debajo del 5%-, que no tendrá representación en la Asamblea de Madrid.
Las encuestas previeron la salida de Ciudadanos del legislativo local, pero no llegaron a anticipar lo que sucedió en la izquierda este martes: el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) fue superado por Más Madrid (MM), el grupo escindido de Unidas Podemos (UP) que se negó a aliarse con su antiguo líder, el exvicepresidente Pablo Iglesias.
Según el escrutinio, MM consiguió 16,97% de los votos, por delante del 16,86% del PSOE. Lejos quedó UP, con 7,21%, y esto a pesar de que Iglesias renunciara al Ejecutivo nacional para participar en las elecciones madrileñas.
Tras una campaña en la que se perfiló una elección entre bloques de derecha o izquierda -o “fascismo” contra “comunismo”-, los tres partidos de izquierda reunieron 41% de los votos, por debajo del 57% conseguido por el PP, Vox y Ciudadanos.
Tras el fracaso, Iglesias compareció ante sus seguidores: “Dejo todos mis cargos, dejo la política”, dijo. “No soy una figura política que pueda contribuir a mejorar nuestro peso electoral” y “cuando uno deja de ser útil, tiene que saber retirarse”, consignó.