Las elecciones del fin de semana fueron un duro golpe para el oficialismo en Chile: la coalición Vamos por Chile no alcanzó el tercio de los escaños en la Asamblea Constituyente, que le permitirían el poder de veto, y los partidos del oficialismo perdieron comunas emblemáticas ante la izquierda, como las alcaldías de Santiago y Viña del Mar.

“En estas elecciones la ciudadanía nos ha enviado un claro y fuerte mensaje al gobierno y a todas las fuerzas políticas tradicionales. No estamos sintonizando adecuadamente con las demandas y anhelos de la ciudadanía”, reconoció el presidente Sebastián Piñera, quien sobre las 22.00 dio un discurso desde el Palacio de la Moneda. “Estamos siendo interpelados por nuevas expresiones y nuevos liderazgos. Es nuestro deber escuchar con humildad y atención el mensaje de la gente y esforzarnos por interpretar y responder mejor a las necesidades”, dijo, rodeado de su gabinete.

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El oficialismo se embarcará ahora en el análisis de las causas, pero Mario Desbordes, precandidato presidencial de Renovación Nacional, el partido de Piñera, adelantó anoche que hubo “una serie de errores cometidos como coalición, probablemente desde nuestro gobierno han tenido un impacto en esta elección”, y antes de continuar enfatizó, según informó La Tercera, que “con el gobierno vamos a hablar personalmente”.

Según los datos del Servicio Electoral de Chile con 99% de las mesas de votación escrutadas, Vamos por Chile obtuvo 37 escaños de los 155; Apruebo Dignidad (que nuclea a los partidos del Frente Amplio y al Partido Comunista) resultó segundo con 28 asientos; en tercer lugar la Lista del Apruebo (los partidos de la ex Concertación: Democracia Cristiana, Partido Socialista, Partido por la Democracia y Partido Radical) obtuvo 25 bancas; y los independientes, 65 bancas, con lo que lograron más de un tercio de los escaños totales.

La Asamblea Constituyente, que busca cambiar la actual carta magna chilena, que data de 1980 y se elaboró en el gobierno del dictador Augusto Pinochet, será paritaria (habrá 78 varones y 77 mujeres), y 17 escaños fueron reservados para representantes de los pueblos originarios.

La participación en las elecciones no llegó a la mitad de la población y se ubicó en 43,3%, según informó el lunes el Servicio Electoral y recogió Efe. Desde 2012, cuando el voto dejó de ser obligatorio, ninguna elección superó el 50% de participación, salvo el plebiscito de octubre de 2020, en el que se definió avanzar hacia una reforma constitucional, que llegó a 50,9%. La menor participación fue en las municipales de 2016, donde votó 34,9% de los habilitados.

La oposición y los independientes

Contra los pronósticos, Apruebo Dignidad tuvo más votos que la Lista del Apruebo. En el Frente Amplio (FA) se consolidó el pacto con el Partido Comunista (PC), y a la interna, los partidos del FA obtuvieron 16 constituyentes, mientras que el PC logró siete.

A su vez, dentro del FA, Revolución Democrática, que tiene como uno de sus líderes al diputado Giorgio Jackson, obtuvo nueve convencionales y se posicionó como segunda fuerza de la oposición, después del Partido Socialista. “Apruebo Dignidad hoy día demuestra que tiene la confianza de la ciudadanía para gobernar”, dijo Jackson el domingo por la noche.

En el PC también celebraron los resultados, y adelantaron la conveniencia de ir a internas con el FA para la definición de cara a las elecciones presidenciales y parlamentarias de noviembre de 2021. El presidente del PC, Guillermo Teillier, valoró que Apruebo Dignidad se constituyó como “el segundo bloque más grande de Chile, y tiene que hacerse una primaria de las fuerzas que están acá”. El dirigente apuntó, además, que Daniel Jadue, el alcalde reelecto de Recoleta, “arrasó, es decir, se consolida como candidato presidencial”. Jadue logró 64% de los votos en su reelección, casi ocho puntos más que en 2016.

El PC también logró la victoria en la comuna de Santiago, ya que Irací Hassler superó a Felipe Alessandri, que iba por la reelección y pertenece a Renovación Nacional. “Esperamos que lo que pasa hoy en Santiago sea la antesala de lo que viene también en nuestro país, donde nunca más la derecha va a gobernar contra nuestras vecinas y vecinos”, dijo Irací Hassler tras conocerse los resultados. “Tenemos una oportunidad histórica. Vamos a tener una nueva Constitución y vamos a tener una transformación desde los barrios de la comuna de Santiago, para conquistar nuestra dignidad y buen vivir”, afirmó.

El bloque nucleado en Apruebo Dignidad logró en total 11 municipios; además del de Santiago y Recoleta, también celebró triunfos emblemáticos en Viña del Mar, donde ganó Macarena Ripamonti, de Renovación Democrática.

En las elecciones a gobernadores regionales también hubo sorpresas: en Valparaíso se impuso Rodrigo Mundaca, del FA; mientras que en la Región Metropolitana, Karina Oliva, de Comunes, partido que integra el FA, logró forzar una segunda vuelta con Andrés Orrego, de la Democracia Cristiana.

El peso creciente de los independientes también se reflejó en los resultados de las elecciones municipales: en al menos 106 alcaldías se impusieron personas que no pertenecen a los partidos tradicionales; entre otras, en Antofagasta, Coquimbo y San Miguel. En las elecciones municipales de 2016, los candidatos independientes habían sido electos en 52 alcaldías.