El proyecto de Carmen Asiaín (Partido Nacional) y Carmen Sanguinetti (Partido Colorado) por el que se reconoce el “derecho de los progenitores a optar por la inhumación o cremación de sus hijos nacidos sin vida” en cualquier etapa de la gestación está a estudio de la Comisión de Población, Desarrollo e Inclusión del Senado desde el 1° de junio y se comenzará a tratar formalmente esta semana cuando comparezcan las primeras delegaciones invitadas por los legisladores para dar opinión.

Paralelamente, en la sesión del miércoles 14 ingresó a la comisión un proyecto similar, por el tema que aborda, presentado el Frente Amplio (FA) y elaborado por la organización Luz del Cielo; propone incluir el nombre elegido por los padres en el certificado de defunción y habilita la inscripción en el Registro Civil en caso de muerte fetal. Este se diferencia del presentado por Asiaín y Sanguietti en que se apega a la definición que establece la normativa actual, que reconoce la muerte fetal a partir de las 20 semanas de gestación o en casos en que el feto pese más de 500 gramos, si la edad gestacional no es determinable.

Por los “puntos en común” de las iniciativas, el senador de Cabildo Abierto y presidente de la comisión, Raúl Lozano, propuso tratarlos juntos e invitar a las delegaciones a opinar sobre los dos a la vez. Según consta en la versión taquigráfica de la sesión, la sugerencia fue aceptada por todos los integrantes de la comisión, y si bien Asiaín tampoco se opuso, aclaró que, en su opinión, “las iniciativas tienen puntos que son muy contradictorios, irreconciliables”.

Por su parte, la senadora del FA Liliam Kechichian dijo estar de acuerdo con la idea porque si bien los proyectos tienen “cosas irreconciliables pueden tener algunas otras compatibles”, aunque coincidió con Asiaín en cuanto a que “hay algunos puntos que son muy definitorios porque, efectivamente, son muy diferentes las bases de donde partimos”.

En tanto, Sanguinetti propuso “poner el énfasis en que en la esencia, en el espíritu del proceso de duelo hay cosas en común” y en que “si bien los caminos son claramente diferentes, no es que se persigan cuestiones que están antepuestas”.

El proyecto de Asiaín y Sanguinetti fue cuestionado por especialistas en temas de maternidad y género por no fijar límites a la normativa en términos de edad gestacional y por figuras de la oposición como la diputada Cristina Lustemberg, que advirtió que con una legislación de este tipo se corre riesgo de volver a instalar la discusión sobre el concepto de vida desde la concepción. Pero este punto también genera reparos entre los correligionarios de Asiaín que integran la comisión.

El senador Juan Straneo, suplente de Juan Sartori, dijo a la diaria que comparte el espíritu del proyecto en el sentido de que “es una situación que hay que atender, es un tema de justicia, de necesidad, de madres que no pudieron completar su embarazo”, pero opinó que se deben “buscar algunos puntos de consenso en cuanto a la cantidad de semanas, en cuanto a la determinación de un mínimo para el peso, que son todos temas muy delicados, muy complejos y sensibles, en los que no puede manejarse una decisión a la ligera”.

“Hay un tema de razonabilidad y de sentido de realidad: debemos fijar un límite. Debe fijarse un límite porque evidentemente el margen y la casuística que puede llegar a ampliarse si no se pone un mínimo podría llevarnos a situaciones de embarazos muy recientes”, señaló el legislador, y consideró que no debe desecharse la posibilidad de “llegar a armonizar un proyecto conjunto que tenga la unanimidad y voluntad de los partidos políticos” que integran la comisión.

Según supo la diaria con base en fuentes parlamentarias, la tercera integrante del PN en la comisión, la senadora nacionalista Gloria Rodríguez, también es proclive a limitar el alcance de la iniciativa en lo que respecta a la edad gestacional.