Con los votos del oficialismo, el Senado aprobó una declaración acerca de las manifestaciones sociales en Cuba que se desarrollaron a mediados de julio, en la que exhorta al gobierno al “respeto de los derechos civiles de sus ciudadanos y a garantizar la libertad de expresión”.

Asimismo, se repudian las “expresiones que emanan de sus máximas autoridades gubernamentales, que convocan a la violencia cuyas consecuencias son inevitablemente la pérdida de vidas y la sistemática violación de derechos de sus ciudadanos”. También se condena “el uso de la fuerza y arrestos indiscriminados contra un pueblo que se manifiesta y expresa en paz y conforme a sus derechos”.

Los partidos integrantes de la coalición de gobierno habían presentado una moción para aprobar de forma “grave y urgente” una declaración en la misma línea el 13 de julio. No obstante, ante la falta de apoyo del Frente Amplio (FA), dado que requería dos tercios de los votos para ser tratado en el plenario, no se aprobó y se trasladó la discusión a la Comisión de Asuntos Internacionales de la cámara alta.

La declaración aprobada este martes en el Senado tampoco contó con el visto bueno de la oposición. El senador frenteamplista Daniel Olesker explicó que habían resuelto no votar porque se trata de una “declaración sesgada”, que no cuenta con “argumentos clave para entender la realidad cubana” e incluye “definiciones” que no comparten.

“No la votamos porque no habla de la condena, como lo hacemos nosotros enfáticamente, de la potencia imperialista de Estados Unidos al régimen y al pueblo cubano”, sostuvo Olesker y agregó que tampoco dice “nada” sobre el “criminal bloqueo” que sufre Cuba “por parte del imperialismo” ni exige el “cese de este estrangulamiento económico”.

El FA, además, cuestionó al oficialismo por no incluir el aporte en salud que hizo Cuba a Uruguay, como las operaciones de ojos, las prótesis y la medicina alternativa, enumeró Olesker. El senador afirmó que Cuba ha “resistido para preservar su enorme conquista en salud, educación y, sobre todo, en igualdad. El futuro de Cuba está dentro de Cuba”, concluyó.

En tanto, el senador nacionalista Gustavo Penadés sostuvo que también se aprobaron declaraciones en las que se condenó la situación que vivía Colombia y Nicaragua y lamentó que el FA no acompañara la declaración. “No se puede ocultar que en Cuba se está pasando una situación trágica y que el régimen ha reprimido violentamente la expresión popular”, apuntó. Penadés dijo que la “existencia de un supuesto embargo de Estados Unidos sobre Cuba no puede justificar bajo ningún concepto la violación de los derechos humanos”.

A su turno, el senador de Cabildo Abierto Guillermo Domenech dijo que tiene “un espíritu nacional y cristiano” y, en ese sentido, afirmó que rechaza el “utilitarismo democrático de Estados Unidos”. No obstante, señaló que también condena el “comunismo ateo, que ha sembrado de fusilamientos y muertes, que somete a los pueblos a dictaduras inenarrables, a padecimientos que no se los deseo ni al peor de mis enemigos”.

“Si no advertimos que ninguna dictadura —ni la dictadura de la plutocracia capitalista, ni la dictadura de marxismo— nos lleva a un buen puerto, no habremos comprendido el drama de la dictadura de [Augusto] Pinochet, de la nuestra, de Cuba, Nicaragua, ni de ningún otro régimen que pueda ser calificado de pluri porquería”, afirmó.

El senador sostuvo que apoyaba la declaración de la coalición y eso no lo hacía “socio” de “ninguna otra dictadura”. “Me afilio con desesperación al perdón cristiano, a la resurrección de los muertos. Quizás Cuba esté viviendo su apocalipsis, pero atrás de eso viene la parusía [la aparición de Jesús]”, concluyó.