Luego de varios días en el centro de atención a raíz del escándalo de acoso sexual contra varias empleadas, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, presentó su renuncia al cargo, que dejará dentro de 14 días. En una declaración pública recogida por CNN, el gobernador demócrata anunció su renuncia y comentó que “la mejor manera de ayudar” a la investigación en curso “es si me hago a un lado y dejo que el gobierno vuelva al gobierno”.

La salida de Cuomo se produjo luego de una semana de pedidos de renuncia de diferentes líderes políticos, incluido el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, luego de que la fiscal general de Nueva York, Laetitia James, presentara un informe en el que confirmaba las acusaciones de 11 mujeres contra el gobernador.

Según la fiscal, se detectó un patrón de comportamiento inapropiado y cultura tóxica en la oficina de Cuomo, lo que generaba un ambiente de trabajo “hostil” impulsado por el político demócrata. El informe detalla que recurrió a “toques y comentarios de carácter sugerente y sexual” hacia sus empleadas.

Según el equipo de investigación de James, las denuncias de las empleadas y exempleadas de Cuomo fueron corroboradas por otras personas entrevistadas, así como mediante evidencia como notas, mails y textos escritos poco después de ocurrido el presunto acoso, así como casos de represalias contra las denunciantes.

“También concluimos que la cultura de la Cámara Ejecutiva —una llena de miedo e intimidación, mientras que al mismo tiempo normaliza los frecuentes coqueteos y comentarios de género del gobernador— contribuyó a las condiciones que permitieron que ocurriera y persistiera el acoso sexual”, señala James en el escrito.

Según Cuomo, nunca acosó a las denunciantes y su error fue no haber apreciado los cambios generacionales y culturales. “En mi mente, nunca he cruzado la línea con nadie, pero no me di cuenta de hasta qué punto se ha vuelto a trazar la línea”, comentó.

Según el gobernador renunciante, “las acusaciones más graves en mi contra no tienen una base fáctica creíble en el informe” y además existe “una diferencia entre la presunta conducta indebida y la conclusión de un acoso sexual”. En este sentido, afirmó haber dado “besos” y “abrazos” a sus empleadas y exempleadas, afirmando que estaba siendo “amigable”. “He estado demasiado familiarizado con la gente. Mi sentido del humor puede resultar ofensivo y desagradable. Abrazo y beso a la gente casualmente”, señaló.

Pandemia y sucesión

Tras anunciar su renuncia, Cuomo prefirió mencionar la investigación en su contra mínimamente y centrarse en la gestión de la pandemia de la covid-19, por la que fue elogiado y posicionado en el espectro político como posible presidenciable de cara a las elecciones de 2024.

Manifestó que, durante la pandemia, tener un gobierno funcional es una “cuestión de vida o muerte” y que “gastar energía en distracciones es lo último que debería hacer el gobierno estatal”.

Durante el peor momento del coronavirus en Nueva York, Cuomo salía a diario en televisión, en contrapartida con el entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con quien se enfrentó dialécticamente varias veces. Su gestión lo llevó a recibir un premio Emmy y a alcanzar una aprobación de 70%, un porcentaje similar al que hasta hoy pedía su renuncia por el escándalo de acoso, según informó El País de Madrid.

El 3 de agosto, Biden dijo en una conferencia de prensa en la Casa Blanca que Cuomo “debería renunciar”. En la misma línea, la también demócrata presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, señaló en un comunicado que “reconociendo su amor por Nueva York y el respeto por el cargo que ocupa, pido al gobernador que renuncie”.

Su lugar pasará a ser ocupado por la hasta ahora vicegobernadora Kathy Hochul. Señaló que es una mujer “inteligente y segura” y que la transición “debe ser perfecta” para que pueda “ponerse al día rápidamente” con su nueva función.

Hochul, de 62 años, una abogada que entre 2011 y 2013 fue congresista, señaló este martes en su cuenta de Twitter que estaba “de acuerdo con la decisión del gobernador Cuomo de dimitir” porque “es lo correcto” y lo hace pensando “en el mejor interés para los neoyorquinos”.

“Como alguien que ha servido en todos los niveles de gobierno y es la siguiente en la línea de sucesión, estoy preparada para liderar como la 57º gobernadora del estado de Nueva York”, concluyó.