Las internas del Mercosur en virtud de las diferencias entre los dos socios principales, Argentina y Brasil, no amainan. El último episodio ocurrió este lunes, cuando el ministro de Economía brasileño, Paulo Guedes, emitió un duro mensaje en defensa de la flexibilización y apuntando a su país vecino.

“Nuestra posición es de avanzar. Nosotros no vamos a salir del Mercosur, pero no aceptaremos el Mercosur como herramienta de ideología. El Mercosur tiene una propuesta muy clara, es la plataforma de integración a la economía global. Vamos a modernizar y los incomodados que se retiren”, dijo Guedes en un evento de la Cámara de Comercio Internacional, según citaron varias agencias de noticias.

En esa línea, continuó: “Un día Argentina nos dijo eso: ‘El Mercosur es como es, el que quiera, que se retire’. Nosotros devolveremos eso a Argentina: el Mercosur se va a modernizar y quien esté incómodo, que se retire”.

Brasil, que ostenta desde mediados de año la presidencia pro témpore del bloque, tiene como prioridad la rebaja del arancel externo común —la tasa que se aplica a las importaciones de terceros países—, y su ministro de Economía dijo que está el aval de Uruguay y Paraguay para avanzar en ello, pero no el de Argentina. En paralelo a la discusión sobre el arancel, los socios discutieron una propuesta de flexibilización que impulsó Uruguay, en busca de permitir acuerdos individuales con terceros países, pero tampoco avanzó en virtud de la necesidad de consenso para las decisiones.

“Argentina está en un momento muy delicado y no exigimos. Entendemos que no pueda venir ahora, entonces nosotros damos un waiver [una excepción] para venir en un año, dos años, tres años. Venga cuando quiera, pero no nos impida avanzar. Nosotros quedamos firmes en esta posición, y Argentina parece estar muy firme en la posición antagónica a la nuestra”, expresó Guedes.

Prioridades y primeros pasos de Cafiero

Tanto cuando encaró las negociaciones a la interna del bloque en busca de la flexibilización, como al anunciar los inicios de conversaciones con China con miras a firmar un tratado de libre comercio (TLC), el gobierno uruguayo manifestó que Brasil era un aliado. Esto en contraposición a la postura de Argentina, que rechaza ambas cuestiones.

Días atrás y tras la derrota electoral, el presidente Alberto Fernández realizó cambios en su gabinete, entre ellos la asución como nuevo canciller de Santiago Cafiero, exjefe de Gabinete, en reemplazo de Felipe Solá. Una nota publicada el domingo en Infobae repasó la agenda de prioridades del jerarca y sus primeros pasos al frente de la cancillería.

Se reporta que los tres primeros llamados fueron a los embajadores argentinos en Brasil, Estados Unidos y China. Según la nota, Cafiero apuesta a “reconstruir” la relación con el país vecino y evitar una “fractura del Mercosur”, a través de “negociar con tiempo la flexibilidad de los aranceles”, y apuesta a una cumbre a final de año en la que se encuentren los mandatarios.

Sobre China, Cafiero dijo a la interna de la cancillería que Argentina es “importante para Pekín” y que duda de que el país asiático oficialice un TLC como el que proyecta con Uruguay, sabiendo “que puede complicar la relación bilateral”. La nota de Infobae destaca que hay varios proyectos conjuntos entre China y Argentina, así como que está previsto que en febrero próximo Alberto Fernández visite la capital china.

El viernes 24, al retornar a Uruguay junto al presidente Luis Lacalle Pou tras la gira por México y Estados Unidos —que incluyó la participación en la cumbre de la Celac y la Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas—, el canciller Francisco Bustillo dijo que tiene previsto reunirse con Cafiero. También mencionó que planea juntarse con su par brasileño, Carlos Alberto França.