Este lunes –al tiempo que se desarrollaba un temporal que afectó zonas de Montevideo y Canelones–, el Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP) comenzó un relevamiento de los efectos que tuvo la ola de calor de la última semana en el sector avícola. Como valor de mínima, se reportaron unas 200.000 aves muertas, en su mayoría ponedoras de huevos, pero el “número va a aumentar” en los próximos días, tras la evaluación que están realizando las gremiales y los productores, comentó a la diaria el director general de la Granja, Nicolás Chiesa.
“A priori el daño es mucho mayor en las aves de postura que en las de engorde. En las primeras hubo 50% de mortandad. Por eso decidimos la declaración agropecuaria en avicultura para todo el país”, informó el jerarca.
La medida, que se suma a la emergencia agropecuaria declarada para varias zonas del país con motivo de la sequía, permite “ayudas” para los productores por medio del Fondo Agropecuario de Emergencia, entre ellas, líneas de crédito “blandas y subsidiadas”. También se resolvió postergar por 45 días los vencimientos del Banco de Previsión Social (BPS) para los productores avícolas.
Chiesa reconoció que el número de aves muertas por el calor puede ser mayor. El presidente de la Asociación de Productores Avícolas Sur, Joaquín Fernández, informó a la agencia Efe este lunes que estiman unos 400.000 animales muertos entre el jueves y el sábado pasados. Graficó que esto representa más de 10% de la producción, que las pérdidas ascienden a alrededor de 1,5 millones de dólares, y que se prevé a raíz del episodio una suba “razonable” pero no “abusiva” del precio de los huevos en los puntos de venta.
Consultado sobre las consecuencias, Chiesa marcó que la producción de pollo para consumo humano “no debería verse afectada” porque “había buen stock y el nivel de daño fue mínimo”; donde “sí puede haber afectación es en el huevo porque es a oferta y demanda [la forma en que se determina el precio al público]”, reconoció, aunque apuntó: “Pero no creemos sea algo disparatado”.
El jerarca del MGAP detalló que “para que una gallina empiece a poner [huevos] lleva unos cinco meses desde que nació, entonces para reponer todo [el stock] va a llevar varios meses”. A su vez, calificó el evento climático de la ola de calor como algo “totalmente nuevo, que nunca había pasado” en estos niveles en Uruguay.
Por su parte, en diálogo con la diaria el presidente de la Confederación Granjera del Uruguay, Eric Rolando, dijo que el rubro al que “agarró más desprotegido” la ola de calor fue el de las aves ponedoras. “Si bien es normal que vengan calores y los productores tienen ya infraestructura para hacerles frente, esto incluso dejó una mortandad grande en aquellos que estaban preparados. Vamos a comenzar a hablar con los productores relacionados para ver cuál es la forma de mitigar estos efectos. Es lógico que cualquier cosa que se haga tiene su costo, y debemos evaluar cuánto es para llevar una propuesta de apoyo [a las autoridades] como se hizo en otras situaciones”, expresó.
Rolando explicó que entre los productores granjeros está generalizado el uso de seguros que los cubren ante perjuicios por lluvias o fuertes vientos, pero no por una ola de calor. “No hay un producto subsidiado para un evento climático así, por eso haremos la propuesta para que se comience a trabajar en ello”, subrayó.