El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, participó de la inauguración de la terminal portuaria especializada en celulosa de la empresa finlandesa UPM, un proyecto que comenzó en 2019, cuando la compañía decidió instalar su segunda planta en Uruguay.
Durante la inauguración, de la que participaron la mayor parte de los ministros y autoridades del gobierno actual, así como jerarcas del Ministerio de Transporte y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto de la anterior administración, fue el mandatario el encargado de cerrar la lista de oradores, y destacó la continuidad entre un gobierno y otro para llevar a cabo los acuerdos con UPM. Asimismo, dijo creer que “en el fondo todos los gobiernos uruguayos a lo largo de la historia han hecho lo mismo”.
“Quiero pararme arriba de tres o cuatro hitos que deberían tener a tres o cuatro presidentes parados al lado mío”, continuó, y enlistó la ley forestal de 1987, la ley de puertos de 1992, que “no fue comprendida ni acompañada por muchos”, así como el tratado de protección de inversiones con Finlandia y finalmente la instalación de la segunda planta de la empresa.
“¿Qué hubo ahí? Hubo gente que tuvo una visión”, prosiguió Lacalle, y señaló a las autoridades anteriores como gente “que tuvo un compromiso” y “entendió que ese era el camino a seguir, la continuidad de las políticas nacionales”. Asimismo, recordó que la transición entre un gobierno y otro “se dio en plena negociación con la empresa”, y atribuyó la concreción de los proyectos a “esas reuniones muy largas que se dieron, en las que teníamos matices o alguna pequeña diferencia”, que llevaron “a la negociación civilizada, el respeto a los contratos y la visión de la empresa de querer continuar”.
“Uruguay debería de tener más posibilidades de seguir el proceso industrial, de seguir preparando a nuestra gente”, entendió el presidente, y dijo que no le “cuesta nada elogiar a la UTEC”, puesto que hay un “círculo virtuoso que se generó entre la empresa y la educación”, porque la sociedad se fue “preparando para tener gente que pudiera ocupar puestos de trabajo”. “En una región lamentablemente tan turbulenta -porque a Uruguay no le sirve una región turbulenta- Uruguay se convierte una vez más en el lugar para llegar, y en el mundo que cada vez se achica más, a Uruguay le genera cada vez más oportunidades”, sentenció.
La terminal, ubicada en las aguas profundas del puerto capitalino, consta de un centro de acopio, con 51.000 metros cuadrados techados -ya que la celulosa no puede estar a la intemperie- donde también se ubican oficinas y espacios logísticos, además de contar con vías para el ingreso del ferrocarril que traerá la celulosa desde la planta de Paso de los Toros para ser embarcada y distribuida al resto del mundo.
Si bien la obra del ferrocarril no está lista, la terminal ya podrá operar “con otras cosas que no son celulosa”, declaró el ministro de Ambiente, Adrián Peña, en rueda de prensa el martes. La obra portuaria aún no cuenta con la autorización ambiental que otorga la cartera, y se hicieron dos inspecciones para comprobar que estaba en regla. Según Peña, “en agosto se levantaron algunas observaciones” que fueron subsanadas en la visita de setiembre; por lo que “el informe técnico es positivo” y se espera que UPM “no tendrá ningún inconveniente para operar”.
Respecto del tren, el ministro de Transporte y Obras Públicas, José Luis Falero, declaró también el martes que se está “definiendo toda la parte de la obra ferroviaria” con un “equipo técnico” y “algún asesoramiento internacional”.