Augusto Gregori, exdirector de Inteligencia del Estado, opinó este lunes sobre la situación en la que está envuelto el actual director de esa secretaría, Álvaro Garcé, tras la filtración en la prensa de parte del Plan Nacional de Inteligencia días atrás. Según el exjerarca es “básico” que los documentos de Inteligencia tengan trazabilidad, por lo que entiende que “Garcé cometió un error de carácter cósmico”.

Garcé “o es un zapallo o alguien le puso una cáscara de banana tremenda y el tipo la pisó con unos ímpetus terribles, que dio una vuelta carnero en el aire. Estoy siendo gráfico porque ya a esta altura es difícil de expresar el disparate que estamos viviendo”, expresó Gregori en diálogo con M24.

Para Gregori, en “un curso básico de inteligencia” se enseña que cualquier documento que “sea confidencial, reservado o secreto tiene que tener trazabilidad. No es que pueda tener; es una obligación. Es una cuestión legal. La trazabilidad puede ser de mil formas distintas, y hoy con lo digital no hay forma de que un documento producido en Inteligencia no tenga trazabilidad y que si se hace público no se sepa quién es el responsable”.

“Ahora lo insólito de esto es que el doctor Garcé, en teoría, por lo que uno sabe, hizo mal las cosas y le va a pedir a un fiscal que investigue una cosa que él no hizo. Sinceramente yo estoy entre azorado, asombrado y muy preocupado, porque esto es de una gravedad institucional muy complicada, porque involucra nada menos que a la cabeza del Poder Ejecutivo, porque el jefe de Garcé es el presidente de la República”, detalló el exjerarca.

Gregori también se explayó sobre el rol que ha jugado en esta situación el presidente Luis Lacalle Pou. A su entender, fue grave que el presidente asegurara que la filtración salió desde el Parlamento, sobre todo a la luz de la investigación de Fiscalía que lo pone en duda. “Él estaba seguro de que había sido en el Parlamento y eso es un ataque al Parlamento como institución. Yo no recuerdo haber visto este tipo de ataque, se dio en el pachecato únicamente”, afirmó.

Gregori llamó la atención sobre el hecho de que las cabezas del Senado “no se preocupen de la parte institucional”, ya que entiende que las declaraciones de Lacalle Pou achacando la filtración a los legisladores fueron “un ataque furibundo del presidente de la República, cabeza del Poder Ejecutivo, hacia el Parlamento. Nos remontamos al pachecato y a los pedidos de desafuero”, insistió.