El senador de Cabildo Abierto (CA) Guido Manini Ríos se refirió en la media hora previa de la sesión del Senado de este martes a algunos planteos que ha recibido de padres que se sienten “consternados e impotentes” ante la acción de “ciertos docentes y directores” que en escuelas públicas y privadas quieren “inculcarles determinados hábitos a sus hijos”.

Según Manini Ríos, se los induce “a adoptar conductas propias del sexo opuesto, a la vez que les enseñan que la sexualidad es una construcción social, por lo que están en entera libertad de elegir el sexo que quieran, sin atarse a lo que indica su biología”. A modo de ejemplo, señaló que en ocasiones “se les pide a los niños que asuman actitudes o gestos del otro sexo o que vistan con ropas o participen de juegos propios del otro sexo”.

A su juicio, en los centros de enseñanza del país existen “docentes militantes de la ideología de género” que van generando en los “niños una confusión identitaria que, de no haber una fuerte presencia familiar que la neutralice -que lamentablemente en muchos casos sabemos que la presencia familiar brilla por su ausencia-, terminará afectando su psiquis, provocando trastornos que muchas veces terminan destruyendo a la persona como tal”.

Según dijo, no se estaba refiriendo a “opciones sexuales” que son “parte de la libertad inherente al ser humano”. También aclaró que tampoco hacía mención a la educación en torno a la “no discriminación a los diversos colectivos que componen a nuestra sociedad”. Por el contrario, señaló que “acá lo que hay es una clara violación de la laicidad mediante una inducción a los niños a desarrollar conductas que con el tiempo afectarán su vida de relación llevándolos por carriles que, de no haber existido estímulos a su temprana edad, hubieran sido diferente”.

Para Manini Ríos, “acá lo que hay es una presión para que el niño asuma una opción sexual diferente y se lo hace en una etapa de la vida en la que el niño no puede discernir lo que conviene o quiere. Y lo que es peor, se lo hace a espalda de su familia”. Asimismo, señaló que todo esto se hace en “aras de la aplicación de una ideología, que forma parte de una agenda cultural y política y que como toda ideología constituye un conjunto de ideas utilizadas con la finalidad de la movilización política”. Se trata, en su opinión, de “una ideología que se vale de las minorías más frágiles para avanzar en la deconstrucción de la cultura que vivimos y tirar abajo los cimientos en los que se ha construido nuestra civilización”.

“Estamos convencidos de que su aplicación es tremendamente perjudicial para la sociedad. Genera estigmas, atribuye culpas, alienta enfrentamientos intrafamiliares e intersexo, contribuye así a una mayor fragmentación social”, agregó.

Manini Ríos pidió a las autoridades de la educación que eviten la “flagrante violación de la laicidad y de los derechos de la familia” e impidan que los “inocentes” sean “usados y afectados” por la aplicación “enfermiza de una ideología”.