La vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, participó como oradora invitada en el último almuerzo del año organizado por la Asociación de Directores de Marketing (ADM), en el hotel Radisson, donde respondió una serie de preguntas sobre la relación entre oficialismo y oposición a la interna del Parlamento, su futuro político y los casos que golpearon al gobierno en los últimos meses: el del excustodio presidencial Alejandro Astesiano, y la entrega de un pasaporte uruguayo al narcotraficante Sebastián Marset, lo que le permitió salir del país tras estar preso en Emiratos Árabes.
Sobre esto último, en una rueda de prensa posterior, Argimón entendió que “todo gobierno tiene que enfrentar momentos difíciles”, y el de Marset es “un episodio” que “es necesario aclarar”.
En este sentido, consideró necesaria la convocatoria al Parlamento de autoridades y funcionarios que puedan “aclarar” lo sucedido, para apostar “a la transparencia” y “escuchar” las aclaraciones “de los actores involucrados”. Asimismo, entendió que quienes “formamos parte de las jerarquías de los poderes del Estado” deben tener “prudencia en las declaraciones”, algo “fundamental” cuando “la Justicia está trabajando”.
El vínculo con la oposición
Durante el evento Argimón fue consultada por su llamado a combatir los “falsos relatos” y a qué se refería en específico; sobre esto, respondió que el gobierno entiende “que el quehacer político tiene que estar a la altura de las circunstancias, mirar el entorno y también asumir la responsabilidad que implica estar llevando adelante un gobierno en esta democracia”.
“Cuando en determinados temas uno siente que se levantan falsos relatos o se construye a través de medias verdades, que en definitiva terminan siendo mentiras, se le hace daño a una sociedad que tiene que cuidar su calidad democrática”, reflexionó, y sostuvo que “se cae de maduro que no es el gobierno el que los hace, o sea que la oposición muchas veces realiza falsos relatos”.
La del gobierno “es una coalición instalada que coordina no sólo en los temas que formaron parte de los puntos que nos unieron en un programa de gobierno”, agregó, y dijo sentir que al Frente Amplio “le costó volver a ser oposición y que decidió ser una oposición que no diera treguas”.
Aspiraciones electorales
Otra de las preguntas que recibió Argimón fue sobre la propuesta del flamante sector del Partido Nacional (PN), Futuro Nacional, de que lance una precandidatura presidencial de cara a 2024. La vicepresidenta, en este sentido, recordó que la nueva agrupación es “una opción” que busca “aportar al PN del siglo XXI” con una “agenda un poco diferente a la que tenemos”.
“Es verdad que hay compañeros y compañeras que me han pedido ser precandidata, es verdad que no son tiempos [de pensar en eso], tengo que trabajar como corresponde”, expresó. “Nunca descarté nada en mi vida política, por lo tanto, tampoco lo descarto”, agregó.
Ahora “es fácil hablar de feminismo”
Como política, Argimón ha marcado un perfil en defensa de la igualdad de género para las mujeres políticas, algo que, admitió, le costó “hacia adentro del partido” porque le tocó “ser una de las primeras referentes que abordaba específicamente el tema de equidades de la mujer tanto en lo social como en política”, y contó que en un momento asumió “que formaba parte del trabajo que tenía que hacer para la interna de mi partido y también como activista en general”, en momentos “que no eran como los de ahora, cuando es fácil hablar de feminismo”.
Asimismo, dijo pertenecer a una generación que entendió “luego de la salida de la dictadura” que se podía “tener una agenda común y llevarla adelante por encima de nuestras diferencias”.
“Yo reivindico esa forma de hacer política por los derechos de las mujeres y, sin lugar a dudas, sin estridencias. Creo que fue un período fructífero que desembocó en normas que nos permitieron estar en avanzada nuevamente en el mundo en estos temas”, agregó la vicepresidenta.