El día después de la presentación del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) de sus nuevas proyecciones para 2022 y la defensa del cumplimiento de las metas fiscales en el 2021, continuaron las repercusiones a nivel político. Los puntos de debate se centraron en la lectura de los números expuestos por el gobierno, así como también la forma de la presentación y los temas omitidos en el discurso del equipo económico, como la evolución salarial.
La ministra de Economía, Azucena Arbeleche, dijo que la economía ya superó la recuperación “en forma de V” y que hay indicadores positivos, que llevan al MEF a estimar el crecimiento del producto interno bruto (PIB) en 4,5% en 2021 —el dato oficial se conocerá en marzo—. A su vez, para 2022 se proyectó la creación de 40.000 empleos y una expansión del PIB de 3,8%, por encima de la estimación previa. En materia de déficit fiscal, que se ubicó al cierre del año en -4,2% del producto, se destacó el cumplimiento de las metas establecidas en la nueva regla fiscal para la contención del gasto estructural.
Desde el Frente Amplio (FA) la reacción apuntó a poner la mira en el mercado interno, y la evolución del poder de compra, en el entendido de que los números de crecimiento del PIB están asociados al crecimiento récord de las exportaciones, a raíz de los buenos precios internacionales. También se aludió al concepto de “los malla oro”, que utilizó el año pasado el presidente Luis Lacalle Pou para justificar la no suba de impuestos a las empresas en medio de la crisis sanitaria: “si esto fuera una competencia de ciclismo, al malla oro, al que va en la punta” el gobierno piensa “estimularlo para que pedalee más rápido”.
La visión del oficialismo es que el crecimiento económico trajo y traerá en 2022 más empleo, y ese proceso llevará posteriormente a una recuperación del salario real perdido por los trabajadores privados. Otra es la lógica para el ámbito público, donde sí el gobierno define de manera directa las remuneraciones y estableció ajustes por debajo de la inflación, con el compromiso de que habrá una recuperación durante el quinquenio, sin comprometer plazos. Ambos conceptos, la evolución del salario público y el privado, determinan además el ajuste de las pasividades —por mandato constitucional el piso es el valor anual del índice medio de salarios nominal—, que al haber existido dos años de pérdida de salario real llevó a que los jubilados también pierdan poder de compra.
El gerente de Análisis Económico de la consultora CPA, Nicolás Cichevski, dijo entrevistado por el programa Nada que perder de M24, que “no se puede negar que una parte importante de la reducción del gasto” estuvo asociado con el ajuste de las jubilaciones por debajo de la inflación: “las pasividades, que son casi un tercio de todo el gasto público del Uruguay, se ajustan en base a la evolución de los salarios en el año anterior; como es un componente muy grande del presupuesto, eso naturalmente tiene un efecto importante en el balance final”. Agregó que los salarios públicos “a inicios de 2021 se ajustaron por debajo de la inflación, y eso también tiene un componente relativamente relevante a la hora de pasar la raya final”.
“Es más importante que trabajen más personas”
La ministra Arbeleche habló con Informativo Carve y señaló que la institucionalidad fiscal que surge de la ley de urgente consideración (LUC) “está detrás de todo este manejo ordenado que se hizo de las cuentas públicas”.
“En los dos años que tuvimos este marco que nos da la LUC en el cuidado de los dineros, se cumplió la regla fiscal, las estimaciones fiscales y se dio todo el apoyo para atravesar la pandemia, y no se aumentaron impuestos. ¿Cuál era la lógica anterior en las administraciones del FA? Todo aumento de gasto se financiaba con aumento de impuestos”, añadió la jerarca.
Por su parte, también habló de la caída del salario real: dijo que la “pérdida de poder de compra” fue algo “aceptado, acordado, por todos los actores participantes de las rondas salariales”. Esto en referencia al acuerdo de un período puente a mitad de 2020, que postergó las negociaciones entre trabajadores y empresarios e implicó no efectuar más ajustes salariales que los comprometidos. Luego de esto, en 2021 buena parte de los grupos del sector privado negociaron sus convenios.
“Los trabajadores, empresarios y el gobierno todos dijimos que el foco tenía que ser el empleo. Todos queremos que cada persona que trabaje gane más, pero es más importante que trabajen más personas a que los que están trabajando reciban un mayor sueldo. Nadie puede quedarse atrás”, complementó Arbeleche.
Mientras que la directora de Política Económica del MEF, Marcela Bensión, dijo en radio El Espectador que “el sobrecumplimiento” de las metas fiscales se debió a “tres factores”: “el PIB creció más de lo esperado y hubo mayores ingresos a través de BPS y DGI”. Así rechazó el planteo de la oposición de que el ahorro se debió al ajuste de salarios públicos y jubilaciones por debajo de la inflación: “El rubro remuneraciones estaba previsto. Los egresos estuvieron muy en línea con lo estimado en la Rendición de Cuentas”.
El mercado interno y “no tapar el sol”
El senador del FA y exministro de Economía, Mario Bergara, habló en rueda de prensa y sostuvo que “hay que poner bastantes matices” a lo dicho por las autoridades. Señaló que “lo mejor para los uruguayos” es que la economía crezca y “los empleos aparezcan”, pero “el punto central” de su argumentación es que “nada de eso se debe a políticas del gobierno”.
Bergara repasó que hubo “un aumento récord de las exportaciones” que tiene ligación con “las condiciones internacionales”, en especial la suba “sideral del precio de los productos que exportamos” y “la fuerte demanda de China”. En su visión, ese factor elevó el PIB, lo que asoció a sectores donde “están los malla oro”, mientras que “no hay ese crecimiento en el mercado interno, donde sí inciden las políticas del gobierno”. Indicó que “la caída del salario y pasividades [en términos reales], del ingreso de los hogares, condiciona la capacidad de compra de todos y el mercado interno sigue sufriendo”.
Por una línea similar fue el intendente de Canelones, el frenteamplista Yamandú Orsi, quien planteó una visión crítica sobre el discurso del gobierno: “Creo que cualquier ciudadano lo ve en la calle, ve el poder de compra que tiene cada uno. Yo invito sólo a eso. El salario real ha caído, eso no se puede tapar. No hay mano para tapar ese sol y son datos de la realidad”.
En declaraciones que consignó Montevideo portal, Orsi agregó: “Es un gobierno que nos tiene acostumbrados a muchos anuncios, entonces esto es parte de ese maratón de anuncios permanente de quienes están en la gestión. Yo invito a ver cómo está la realidad a la vuelta de la esquina”.
Números sobre pobreza infantil
En el programa No toquen nada de Del Sol FM se realizó un informe sobre la forma de presentación del MEF de los datos de pobreza infantil en la conferencia del martes. La ministra Arbeleche destacó que “algo más de 4.000 niños [de entre 0 y 6 años]” salieron de la pobreza, comparando los datos anuales de 2019 contra el primer semestre del 2021 —por primera vez el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) cambió el período del informe—.
Además del hecho de comparar cifras anuales con semestrales, se sumó que se pasó a números concretos un dato de pobreza que es una estimación tras relevar una muestra de la población. A su vez, el MEF omitió mencionar que existió en el período una baja de la natalidad —por lo que el número base es inferior en 2021 que en 2019— y que existió según los números oficiales un aumento de 2 y 3,5 puntos porcentuales respectivamente en los niveles de pobreza de niños en edad escolar (6 a 12 años) y liceal (12 a 18 años).