El exvicepresidente y exministro de Economía Danilo Astori dijo esta mañana que la regla fiscal que se encuentra entre los 135 artículos de la ley de urgente consideración (LUC) que serán sometidos a referéndum el 27 de marzo es “difícil de practicar” y “no ofrece ninguna salida” en caso de que no se pueda cumplir.

Astori dijo que ya existía “una regla fiscal”, que quedó sin efecto por la que fue incluida en la LUC, según comentó a Desayunos informales. “El pueblo uruguayo decidirá si deja en vigencia la antigua regla fiscal o si adopta esta nueva versión”, señaló.

Según Astori, la regla fiscal implementada por el gobierno es “demasiado rígida” y también es “muy difícil de practicar”, además de que “no ofrece ninguna salida”. “Supongamos que la regla fiscal que propone la LUC no se cumple. ¿Qué pasa? No hay ninguna consecuencia prevista. Si no se cumple tal como fue propuesta por el gobierno no hay alternativa para salir de la situación creada de parálisis o detención de la labor del gobierno”.

Según el exministro de Economía, la regla fiscal implementada en los gobiernos del Frente Amplio tenía una “cláusula de salida” relacionada con el envío de “información al Parlamento” que permitía “generar una discusión y al mismo tiempo tomar medidas alternativas para salir del paso”. “En esta no hay ningún castigo por no cumplirla”, planteó.

Además, evaluó que la regla fiscal de la LUC “pone en práctica conceptos que son muy difíciles de medir y de poner en práctica rigurosamente”.

Astori explicó que la regla “habla de déficit fiscal estructural, de la deuda y del producto potencial. Estos son los tres aspectos sobre los que descansa. Sobre eso, yo me pregunto: ¿cómo se mide con rigurosidad el déficit fiscal estructural? Estoy hablando del déficit corregido por los efectos cíclicos, basado en el cálculo de los aspectos que duran. ¿Qué es el producto potencial? Es el que Uruguay podría obtener de acuerdo con la dotación de recursos productivos que tiene funcionando para producir los resultados de la actividad. ¿Cómo se mide y quién decide cómo se mide?”, preguntó.

“Es muy poco rigurosa la definición de los factores por los que se cumple la regla”, planteó. Al ser consultado sobre si se debería tener una regla fiscal más estricta, respondió que no, que debería ser una “flexible y con salida”, como la implementada en los gobiernos del FA.

“Yo prefiero una regla fiscal indicativa que me dé caminos de salida, que someta al equipo económico a un examen en el Parlamento y que a partir de ahí se discutan caminos alternativos”, explicó.

Inflación

El exvicepresidente fue consultado por la situación de la inflación, que actualmente se encuentra en 9%, y las medidas del gobierno para contenerla. El exministro coincidió con el gobierno en que no se debe establecer una fijación de los precios, ya que esto “termina con la existencia de mercados negros por todos lados, por violaciones a la fijación de precios y distorsiones en la economía que tienen efectos negativos para el país”.

Por otro lado, destacó que “el nivel de los precios internacionales a los que está exportando Uruguay son espectaculares [...]. Se está vendiendo carne a 5.000 dólares la tonelada en promedio, se está vendiendo soja a 500 o 600 dólares, se está vendiendo trigo a un precio muy por encima del histórico”.

Sin embargo, la “parte mala” de esta situación es que “es muy difícil que esto se transmita a los precios internos”, porque “el vendedor va a procurar tener el precio mayor, y si acá adentro le piden que disminuya el producto, lo va a vender afuera”. Es decir que hay un problema de “transmisión en el funcionamiento económico interno”, lo cual “pesa fuertemente sobre la gente más humilde, que tiene menos recursos para vivir”.

En este sentido, consideró que se deben buscar “productos financieros nuevos”, como los precios a futuro de algunos productos, empezando por los combustibles, y también mantener “acuerdos de precios con los formadores de precios” como los supermercados. En este sentido, dijo que durante los gobiernos del FA se hicieron acuerdos a tres meses en esta línea, logrando “moderar el ritmo y la evolución de la inflación interna”.

Campaña

Consultado por el trayecto de la campaña de cara al referéndum, sostuvo que “no ha sido una campaña que me ha dejado satisfecho por el nivel de profundidad conceptual que haya tenido. La verdad es que costó mucho llegar al punto actual, en el que se han empezado a discutir las razones por las cuales se propone una u otra posición”.

Señaló que “hubo un tiempo en que la discusión se concentró en aspectos laterales, formales e irrelevantes para la sociedad uruguaya”. Sin embargo, consideró que “a medida que nos aproximamos al día de la decisión”, la campaña tiene “más fundamento en los aspectos conceptuales”.

Consideró que estas últimas semanas les dan a los uruguayos “la posibilidad de estudiar, decidir y gobernar, algo que no tuvimos con la LUC, que abarca aspectos generales fundamentales del Uruguay y prácticamente no concede, por su funcionamiento formal, la posibilidad de analizar en profundidad estos temas”.

“Sería un error interpretar esta experiencia como una contienda entre partidos políticos. Eso conduce a desconcentrar o a descentrar la discusión de los aspectos fundamentales”, manifestó, y recalcó que se trata de “una discusión entre conceptos” como los de libertad, autoridad, derechos humanos o acceso al gobierno por parte de la población.

“Me parece que no es una elección de medio término. Cuidado: con esto no estoy señalando que no haya efectos políticos del resultado. No es lo mismo que gane el Sí a que gane el No y hasta no es lo mismo las diferencias por las cuales se van a dirimir estas decisiones, pero lo que no creo que es sea posible es identificar esto con una especie de contienda electoral, con acciones partidarias tendientes a vincularse con lo electoral”, consideró Astori.

Darle un rol electoral al tema sería “desaprovechar esta oportunidad de análisis y de gobierno que tiene el pueblo uruguayo”, sostuvo.

Sobre las perspectivas de cara al día después de la votación, Astori dijo que “no depende sólo de quién triunfa, sino de cómo triunfa”. Según el exministro de Economía, “un triunfo del gobierno va a afirmar su visión y acción del Uruguay para el futuro”, mientras que un triunfo del Sí “va a depender mucho de cómo se vincula o se ubica respecto de la posición que defiende el No”. “No es lo mismo, para la oposición, perder por mucho que perder por poco”, resaltó.

Combustibles

Al ser consultado sobre el método para definir el precio de los combustibles implementado por la LUC, Astori señaló que el Frente Amplio votó a favor de los artículos que definen el costo por la referencia del precio de paridad de importación como un “acuerdo” para evitar la propuesta inicial del gobierno, que era la desmonopolización de los combustibles, algo que sería “una medida nefasta para Ancap”.

El exministro indicó que el aumento promedio de los combustibles en 2020 y 2021 fue de 36% y que la frecuencia de ajuste del costo implementada en la LUC, una vez cada dos meses, es “sembrar la incertidumbre en toda la economía”. “El combustible es un insumo difundido, que tiene influencia directa o indirecta sobre toda la economía. Fijar aumentos mensuales o bimensuales en Uruguay teniendo en cuenta esa característica es sembrar la incertidumbre”.

Astori señaló que durante los gobiernos del Frente Amplio se utilizó el instrumento de hacer acuerdos previos que fijan el precio entre comprador y vendedor para el futuro, una herramienta que no ha sido implementada aún por el gobierno.