A casi un mes de declararse en situación de conflicto, representantes de la Intergremial de Transporte Profesional de Carga del Uruguay (ITPC) fueron recibidos este lunes por el presidente Luis Lacalle Pou, junto al ministro de Transporte, José Luis Falero, en la Torre Ejecutiva. Luego de la reunión, Ignacio Asumendi, presidente de la ITPC, manifestó a la diaria que se definió “un esquema de trabajo para solucionar los problemas” y adelantó que “no va a ser necesario [tomar] una medida más fuerte de parte de los transportistas”.

Las gremiales del transporte de carga venían reclamando una “intervención gubernamental” que implicase correcciones a la estructura del mercado. Su diagnóstico básico del problema es que actualmente hay en circulación una excesiva cantidad de camiones que deteriora la rentabilidad del negocio, entre otros elementos. Una “sobreoferta” que supera a la demanda.

Asimismo, la ITPC entiende que la normativa vigente promueve la “introducción artificial” de vehículos cero kilómetro. En este panorama, indicó Asumendi, “los precios no se ajustan en la misma proporción que los costos”. En tal sentido, la intergremial ha criticado el mecanismo de ajustes mensuales de los precios de los combustibles. Cuando el costo del gasoil sube, sostienen, no pueden trasladar automáticamente el aumento a sus tarifas.

Tras reunirse con Lacalle Pou, desde la ITPC mencionaron que quedó conformada una mesa de trabajo para atender los reclamos del sector empresarial. Asumendi explicó que se trata de una “especie de instituto” específico del transporte de carga, similar al Instituto Nacional de Carnes o al Instituto Nacional de la Leche, que funcionará bajo la órbita del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP), aunque sin un estatuto oficial.

Según Asumendi, este esquema de trabajo permitirá “fijar políticas generales e integrales, que es lo que nosotros veníamos demandando, y no soluciones parciales”. Agregó que en el encuentro se estableció que el “interlocutor articulador” sea el MTOP, dado que “si bien es lógico que así sea”, “muchas veces [el MTOP] se dedicaba sólo a las cuestiones que eran de transporte, y de lo que es trabajo y otras cuestiones se terminaba desentendiendo”.

Consultado acerca de medidas concretas a corto plazo, Asumendi expresó que por ahora no hay ninguna. “Hablamos de muchos de los problemas, también sobre cuáles podrían ser las soluciones para algunos de esos problemas, pero no entramos a decir 'acá hay un proyecto concreto de algo'”, aclaró.

Al declararse en situación de conflicto, durante los primeros días de abril, la ITPC propuso avanzar en un sistema de control en el registro de empresas y de vehículos para corregir la saturación del mercado, para “autodepurar” el sistema de transporte de carga cuando existe exceso de oferta de camiones.

Al respecto, Asumendi comentó que “se está hablando, por un tema de recursos, de un plan voluntario” de retiro de vehículos con varios años de antigüedad. No obstante, como “el tema de la renovación de flotas es algo que a los transportistas les preocupa”, puntualizó que hasta ahora “son todos borradores”.

A partir de la reunión entre el mandatario y la intergremial la situación de conflicto en el transporte de carga pasa a un segundo plano. “La declaración de conflicto, en realidad, reflejaba una especie de urgencia. El conflicto significó decir 'esto es urgente'. No es que todo el mundo estuviera ya dispuesto a salir a quemar las naves. Hoy, en definitiva, vamos a esperar a conocer el esquema de trabajo y no va a ser necesario tomar una medida más fuerte de parte de los transportistas”, afirmó Asumendi.

De recibo

Por su parte, Falero declaró este martes en el programa Desayunos informales que “fue una muy buena reunión”, en la que los empresarios transmitieron su preocupación sobre “el recambio de flota, fundamentalmente de UPM, que se está dando cada cinco años, y que esos [camiones] van a quedar en el mercado”.

El ministro de Transporte dijo que “Uruguay se merece hacer un trabajo a fondo de planificación estratégica” con relación al “destino de vehículos con cierta antigüedad que no deberían circular”. Sin embargo, advirtió que actualmente, “en época de pandemia”, el gobierno no puede aplicar medidas “abruptamente”.

Asimismo, Falero apuntó que en el encuentro se discutió la posibilidad de implementar mejores controles de las condiciones de trabajo al volante. “Estamos convencidos de que tenemos que trabajar en eso este año. Estamos incorporando un sistema de control que nos permita definir claramente el tránsito del transporte, por dónde se da y con qué carga se da”, aseguró.

La informalidad en el sector del transporte de carga ha sido denunciada en múltiples oportunidades, tanto por el sindicato como por la intergremial. Las formas de pago alternativas, por fuera del laudo establecido, afectan el salario de los trabajadores y sus condiciones laborales, y además fomentan una dinámica de competencia desleal entre las empresas. En palabras de Marcelo Luzardo, dirigente del Sindicato Único del Transporte de Carga y Ramas Afines, “estamos en una anarquía total”.