El expresidente José Mujica rechazó el planteo presentado por Cabildo Abierto de una rebaja general del IVA a 19 productos de la canasta básica, al considerar que una “baja global” es algo “imposible” ya que beneficia también a quienes pueden pagar el impuesto sin dificultades.

Entrevistado en el programa Punto de encuentro de la radio Universal, el también exsenador y exministro de Ganadería, Agricultura y Pesca dijo que “habría que tener la calidad de bajarle al que está más contra las cuerdas”, porque “hay sectores que no van a dejar de comer ni van a sufrir”, por lo que habría que concentrar una batería de medidas “a favor de los más debilitados, de los que tienen peor poder adquisitivo”. “La medida general termina en que le estoy bajando a gente que podría pagar”, señaló.

Añadió también que, al tener en cuenta que “los recursos no son infinitos”, el hecho de “tener políticas diferenciadas” ayuda a “tener justicia”.

Respecto del encarecimiento de los productos en el marco de un aumento de la inflación por encima del rango meta trazado por el Banco Central del Uruguay, Mujica rechazó el planteo de que la situación se deba a las repercusiones de la invasión de Rusia a Ucrania, ya que “hace rato que los bolicheros de barrios pobres están fraccionando como pueden”. “Están lloviendo sobre mojado”, dijo el expresidente, y consideró algo “bueno” que “autoricen lo que realmente está pasando”, porque “ha habido un brote de carestía sobre todo en materia de alimentos” que está siendo padecida por “el hombre común” y por los habitantes de América Latina en general.

”No hay que achacarle todo a la guerra de Ucrania, que influye, desde luego, pero el mundo está viviendo un espiral, que son los rebotes de las decisiones que tomó el mundo central, Estados Unidos, Europa, que para responder al covid-19 inundaron de papel moneda sus respectivas economías, y ahora hay unas tendencias inflacionarias que son mundiales, y encima cae el conflicto en Ucrania”, evaluó Mujica.

El “encuadre psicológico” del gobierno

Consultado por el diálogo entre el gobierno de coalición y la oposición encabezada por el Frente Amplio, el expresidente Mujica dijo: “No veo un ámbito de diálogo, no lo veo por el encuadre psicológico del gobierno, por la matriz”.

Mujica desarrolló su respuesta más adelante, explicando que “hay un problema de temperamento, de formas de ser, de construcción de maderas intelectuales” en filas del gobierno. “Cuando uno conoce a la gente con el paso de los años… con el Flaco [Alejandro] Atchugarry, por ejemplo, era difícil que no hubiera cada 15 días una conversación política, porque era un hombre abierto, se podía intercambiar con profunda consideración al respecto. Eso no existe hoy en este gobierno, ni creo que vaya a existir”, afirmó.

Al volver a ser consultado sobre el tema, más específicamente sobre si no existía diálogo entre el presidente Luis Lacalle Pou y el presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira, Mujica respondió que ellos “tienen conversación”, algo que es “distinto” a dialogar, que es una situación donde “te llevás algo y me llevo otra”.

Al ser consultado sobre la reforma de la seguridad social, uno de los temas del gobierno actual para el período, el expresidente señaló que “tenemos que hacernos a la idea de que cada vez hay más cantidad de gente vieja porque vivimos más”, por lo que “el problema que enfrenta nuestra sociedad y todas las sociedades es que inevitablemente se va a acumular un bolsón de viejos que va a haber que mantenerlos”.

Por lo tanto, “todo lo que podamos hacer, que habrá que hacerlo en materia de reforma, difícilmente cuida el erario si tenemos la dignidad de atender a los viejos”. En este sentido, el expresidente afirmó que “inevitablemente para las sociedades modernas va a haber que subsidiar la seguridad social” y que difícilmente el problema se resuelva con los ajustes que se puedan hacer.

“Nuestro problema de la seguridad social significa que tenemos que desarrollarnos como país para tener los medios para atender esto, y mientras tanto, hay que modificarla para aliviar, porque tiene un peso muy grande para nuestra economía”, explicó el expresidente.

De todos modos, no ve con buenos ojos el planteo de aumentar la edad de jubilación. Como alternativa, señaló que “tal vez hay que abrirle campo a la libertad” y flexibilizar algunos rubros, ya que “los trabajos son distintos”. “Creo que un médico sabio de 70 años debería seguir trabajando, o un profesor, pero tal vez disminuyendo el horario”. Por otro lado, “un obrero de la construcción no puede andar en un andamio con 70 años”.