Ucrania afirma que sus tropas no se rindieron en la ciudad de Mariúpol, luego de que Moscú estableciera en la noche del sábado un ultimátum para que las tropas defensoras que resisten en la importante localidad portuaria ubicada en el sureste del país, sobre las costas de Mar de Azov, entregaran las armas; a cambio, garantizó que no los ejecutará.

De acuerdo con lo que informó en la noche de este domingo la agencia Associated Press, los combatientes ucranianos que estaban en una planta siderúrgica en el último foco conocido de resistencia dentro de Mariúpol hicieron caso omiso a la exigencia de Moscú y permanecían resistiendo la captura del puerto, que estratégicamente es vital para conectar el territorio ucraniano con Crimea, ocupada por Rusia desde 2014.

El primer ministro ucraniano, Denys Shmigal, dijo en una entrevista con la cadena estadounidense ABC que Mariúpol “sigue sin caer” y remarcó que “los militares van a luchar hasta el final”.

Además de haber combates en la ciudad portuaria sitiada, las fuerzas rusas lanzaron ataques sobre la ciudad de Járkov, en el noreste de Ucrania, y también sobre Kiev, la capital del país. En este contexto, la esperanza de una salida negociada al conflicto bélico que comenzó el 24 de febrero por el momento no parece ni remotamente cercana.

En ese sentido, el ministro de Relaciones Exteriores ucraniano, Dmitry Kuleba, afirmó el domingo que no existen contactos diplomáticos de alto nivel con Rusia desde hace semanas, aproximadamente desde que el gobierno del presidente Volodímir Zelenski y sus aliados occidentales denunciaran a principios de mes la matanza de cientos de civiles en la ciudad de Bucha por parte de tropas rusas.

“Las consultas pueden continuar a nivel de expertos, pero no se están llevando a cabo negociaciones de alto nivel. Después de Bucha, se ha vuelto especialmente difícil hablar con los rusos”, afirmó Kuleba en diálogo con la cadena estadounidense CBS.

Igualmente, Kuleba se ha hecho eco de las palabras del presidente Zelenski, quien expresó en las últimas horas que una eventual conquista rusa de Mariúpol podría desembocar en la suspensión definitiva de las conversaciones de paz, que en los hechos no generaron prácticamente avances, salvo el establecimiento de algunos corredores humanitarios que funcionaron parcialmente en algunas zonas de Ucrania, aunque las reglas de estas operaciones nunca fueron cumplidas a rajatabla por las partes.

También hablando con un medio estadounidense, la cadena CNN, el presidente Zelenski dijo este domingo que su gobierno no está dispuesto a ceder territorio para poner fin a la invasión rusa. Desafiante y a pesar de que el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que la ofensiva continuará hasta conseguir el control de toda la región del Donbás, el mandatario ucraniano afirmó que los militares de su país están listos para pelear por el Donbás. “Esta batalla podría influir en el curso de toda la guerra”, expresó Zelenski, quien además manifestó su intención de que su homólogo estadounidense, Joe Biden, visite Ucrania y vea de primera mano lo que pasó en el país luego de más de 50 días de invasión.

“Por supuesto, es su decisión y depende de la seguridad, pero creo que el líder de Estados Unidos debería venir aquí a observar”, dijo.

Zelenski también manifestó que la ayuda bélica que está recibiendo su país de varios países europeos y de Estados Unidos “nunca será suficiente, porque estamos ante una guerra de gran escala y necesitamos más de lo que tenemos”.