José Carlos Mahía está en el Parlamento desde 1995, cuando asumió por primera vez su banca en la Cámara de Diputados. En marzo de 2020, al inicio de la pandemia, Danilo Astori, líder de su sector, Asamblea Uruguay, se tomó licencia en el Senado y entonces le tocó asumir ese lugar, en el que se desempeña hasta hoy. En 2015 fue candidato a intendente de Canelones, pero ese lugar quedó en manos de Yamandú Orsi. También se desempeñó como vicepresidente del Frente Amplio (FA) y en 2021, antes de las elecciones internas de la fuerza de izquierda, comenzó junto a otros dirigentes a forjar lo que finalmente se dio en llamar Convocatoria Seregnista-Progresistas, que reúne a su sector, a Fuerza Renovadora, el Partido Demócrata Cristiano, Plataforma, Magnolia, y otros. La agrupación tuvo, a entender de sus dirigentes, una gran votación, ya que se colocó tercera detrás de la lista 1001, liderada por el Partido Comunista, y del Movimiento de Participación Popular (MPP).

En un contexto en que comienzan a surgir nombres de posibles precandidatos para la Presidencia de la República en la elección de 2024, la Convocatoria Seregnista-Progresistas no está fuera de esa discusión y sus dirigentes deben tomar decisiones. Sobre este y otros temas conversó Mahía con la diaria, y lo que sigue es un resumen de la entrevista.

¿Cómo evalúa el inicio de Convocatoria Seregnista-Progresistas?

Para nosotros fue un proceso muy satisfactorio. Creo que responde a una necesidad del FA, que por una razón de equilibrio en su situación interna, en su visión programática y política, y por otro lado por la apertura hacia la sociedad de cara a las elecciones de 2024, se requiere de una visión seregnista que no esté desperdigada sino concentrada en un solo espacio político. Esa fue la idea central de todos nosotros. Asumimos los errores que cometimos en el ciclo electoral anterior, donde habiendo una gran cantidad de gente que votó listas de perfil seregnista, como estas se presentaron por separado, quedaron subrepresentadas con respecto al electorado que tuvieron, por lo tanto eso generó un desbalance en el FA y con respecto a lo que la gente votó. La primera experiencia que tuvimos fue el 5 de diciembre en las elecciones y creemos que fue un muy buen resultado desde el punto de vista electoral porque en la Mesa Política es uno de los tercios mayores. En algunos departamentos del interior fue primera fuerza o segunda, en Montevideo quedó muy cerca de la segunda fuerza que fue en este caso la 609 [del MPP]; por lo tanto, para haber tenido un proceso tan rápido de conjunción, es muy bueno. Y esto pasó porque hay un sentir de muchos frenteamplistas, más allá de los sectores, que necesitaban que se creara un espacio así.

O sea, ¿el sentir ya estaba y la Convocatoria lo que hizo fue ir en esa dirección, y no al revés?

Exacto. Uno interpretaba que había mucha gente que trascendía lo que podía ser Fuerza Renovadora, Asamblea Uruguay, Plataforma, Partido Demócrata Cristiano, Magnolia u otros que la componen, y que nos pedía que estuviéramos juntos, y creo que esa suma, en este caso, multiplica. Te das cuenta cuando vamos al interior, hay grupos departamentales que están acercándose para incorporarse a Convocatoria Seregnista en todo el país. Y te das cuenta cuando es algo que querés poner en marcha y que responde más a conveniencias o a visiones de los dirigentes, y cuando los dirigentes en realidad están canalizando algo que un sector de los frenteamplistas estaba esperando de nosotros.

Desde un principio se dijo que Convocatoria tenía pensado sumar más sectores, por ejemplo la Vertiente Artiguista y el Nuevo Espacio, o algunos grupos más chicos. ¿Hay negociaciones en ese sentido?

Negociaciones no hay, eso seguramente se va a dirimir más adelante. Sí hay un muy buen vínculo y una visión muy similar en el perfil de izquierda o en lo que pasa hacia adentro del FA. Tanto la Vertiente como el Nuevo Espacio optaron por tener expresión electoral propia en la interna del FA y creo que en esta etapa lo que va a predominar, por lo menos por un tiempo, van a ser los acuerdos concretos en el trabajo en el FA o en el Parlamento o hacia la sociedad. Pero no estamos en lo inmediato en esa etapa [de negociaciones] porque primero tenemos que consolidar el espacio.

¿Podría ser, por ejemplo, que en la Convocatoria orgánicamente estén los sectores originarios y después para las elecciones la Vertiente o el Nuevo Espacio se sumen al sublema?

Yo lo veo como un camino posible, lo que pasa es que es muy difícil anticiparse porque, por ejemplo, a nosotros nos preocupa mucho el interior en el sentido de que es uno de los lugares en que el FA tiene que desarrollarse, y cuando vos promovés los acuerdos político electorales pesa en los departamentos cómo se está trabajando, los vínculos de los dirigentes locales y demás. Por eso una de las ventajas que tiene Convocatoria Seregnista es que surgió bien lejos de la elección nacional y por lo tanto nos está dando tiempo para la construcción del espacio.

¿La Convocatoria tiene una orgánica estructurada? ¿O tiene pensado hacerlo? La semana pasada se habló de crear un secretariado.

Estamos a días de hacerlo, seguramente vamos a ir a un secretariado o una mesa de una dirección cotidiana y vamos a tener una orgánica que nos permita coexistir a los grupos con una acción política en común. Tenés partidos como el Partido Demócrata Cristiano, que tiene 60 años, Asamblea Uruguay, que tiene 28 años, y otros que son más nuevos, como Plataforma o Fuerza Renovadora, entonces no hay que forzar situaciones, sino articular para confluir, pero estamos todos absolutamente convencidos de que la fortaleza está en la unidad y en la conformación del espacio y que a todos nos va mejor si estamos juntos. Esa es una definición que la tenemos muy clara y además tuvimos resultados concretos en la última interna del FA.

El mensaje de Danilo Astori durante la conmemoración del 28º aniversario de Asamblea Uruguay, en el que llamó a “evitar flancos por los que se cuela la división y objetivos personales o sectoriales”, ¿a quién estaba dirigido?

Es una definición que tiene Danilo y que hemos tenido desde siempre de intentar no precipitar los tiempos electorales. Nos involucra como Convocatoria, quedó formulado así en el mensaje, pero no estaba dirigido específicamente para adentro sino como un mensaje hacia el sistema político en su conjunto.

Surgieron interpretaciones de que fue un mensaje hacia la Convocatoria y para Mario Bergara y Álvaro García, que son los nombres que figuran como posibles precandidatos. Pero no, en realidad era lo que te digo, una definición. Eso fue motivo de análisis en Asamblea Uruguay la semana pasada y además él lo dijo públicamente el lunes siguiente en un reportaje y es en esos términos. O sea, nos involucra, pero es una concepción que viene de hace muchos años y que incluso Danilo la aplicó para sí mismo cuando él fue candidato, que a veces nosotros le decíamos que tenía que tirarse antes al escenario si quería ser candidato y él se quería quedar hasta el final [sin lanzarse]. Es una visión de larga duración.

Bergara ha dicho que siente “vocación” para ser nuevamente precandidato a la Presidencia. ¿Cómo ve eso?

Yo lo entiendo como una legítima aspiración por trayectoria y por perspectiva, pero en realidad no lo hemos discutido en esos términos, ese es el punto. Para nosotros la prioridad absoluta es la construcción del espacio. Desde la construcción del espacio es posible que termines proyectando una candidatura hacia 2024, pero la discusión que nosotros hemos dado hasta ahora es en los términos que te estoy diciendo.

Ahí dio una pista de que la Convocatoria tiene pensado impulsar una candidatura.

Sí, yo creo que las perspectivas indican eso, pero no hay definición.

¿No formó parte del acuerdo entre los sectores que Bergara fuese el candidato?

No, eso no estuvo, ni Bergara ni nadie. La idea para nosotros más importante tenía y tiene que ver con confluir a todos aquellos que se identifican con el seregnismo en una expresión electoral común y que podamos tener en esos términos hacia 2024 una incidencia en el FA y una proyección en la sociedad como espacio. Puede implicar mañana una candidatura, pero no lo definimos aún.

Una decisión es si hay o no una candidatura y la otra sería quién es. [Sobre la decisión de] Si hay [una candidatura], yo creo que es un camino altamente probable y que sería natural que fuéramos por ahí. Quién o quiénes, no lo definimos.

Le consulto sobre otro episodio que causó revuelo en la interna, que fue una reunión que tuvieron algunos dirigentes de Asamblea Uruguay con Yamandú Orsi y que podría entenderse como un acercamiento electoral. ¿Cómo ocurrió?

La reunión es de esas que se tienen regularmente con muchos actores políticos relevantes, como el caso de Yamandú. A algún compañero de Asamblea Uruguay él ya le había transmitido meses atrás la idea que tenía de promover un reconocimiento a Danilo y a su trayectoria. Se produjo la reunión y es claro que cuando es reservada, pero se torna pública, genera consecuencias. Pero bueno, dentro de Asamblea Uruguay hay diálogos de ese estilo bastante regulares, así son las cosas.

Se lo pregunto porque algún seregnista entendió que Orsi o el MPP intentaron buscar una rispidez dentro de Asamblea Uruguay o de la Convocatoria.

Asamblea Uruguay va a respaldar la candidatura que defina Convocatoria Seregnista. Eso va a ser así. Y esa es toda una definición.

El homenaje a Astori que propone Orsi, ¿cómo surge? ¿Ustedes ya dieron el ok?

No, eso se recibió y nada más.

¿Asamblea Uruguay o la Convocatoria tenían previsto algo similar?

No, esa fue una iniciativa de Yamandú que obviamente se agradece, pero que no estaba dentro de una acción política.

¿Pero eso significa que no va a suceder?

No, no sé si no va a suceder. Digo que la recibimos, capaz que sí, pero no te puedo decir hoy. Ni siquiera procesamos esa discusión.

En caso de que la Convocatoria finalmente no tenga un candidato propio, hay dos nombres que están bastante fijos. ¿Ustedes se sienten más cercanos a Orsi que a Carolina Cosse?

Lo que pasa es que no es tiempo, para nosotros, de responder esa pregunta porque todavía falta mucho. Yo creo que va a haber múltiples candidaturas en el FA.

¿Más de las que conocemos?

Sí, creo que puede ser un escenario así, y también vaticino, en lo personal, que va a ser una elección interna quizás de las que tenga mayor cantidad de votantes en el FA. Tiendo a pensar que ese es un escenario altamente posible.

¿Por qué interpreta que habrá múltiples candidaturas?

Porque veo que hay varios que suenan. No te voy a decir los nombres.

Una cosa es sonar y otra es tener el respaldo suficiente como para lanzar una candidatura.

Eso no podemos definirlo hoy. Hay que dejar que pase bastante agua bajo el puente. Es una definición que se va a tomar en diciembre o en noviembre del año 2023 con el congreso del FA, que es el que habilita, entonces lo que nosotros queremos evitar es apresurar los tiempos electorales. Yo creo que el FA tiene mucha necesidad de hacer lo que empezó a hacer: por un lado desarrollar toda una tarea programática y por otro lado el camino de “El FA te escucha” en todo el país. Empezó en Tacuarembó, hubo otras [instancias] en el interior de la Comisión de Programa, yo creo que eso es clave. El FA tiene que profundizar el vínculo con la sociedad si quiere interpretar la realidad de lo que está pasando y al mismo tiempo proyectarse con fuerza hacia 2024. Si como partido entrás en el debate tan intenso de las candidaturas, o de lo electoral, mejor dicho, podés perder la perspectiva de algo que se necesita mucho, que es una acumulación social y política para cambiar.

¿Cómo evalúa en este momento el rol del FA?

Tengo una percepción del FA como una fuerza política que está recuperando su tono muscular, que está recuperando su fuerza en el vínculo con la sociedad y lo veo como en expansión.

¿Piensa que está haciendo lo correcto para volver al gobierno?

Creo que está dando pasos, en ese sentido, buenos. Siempre mejorables, corregibles, pero estamos en una buena dirección. Recorrer el territorio y trabajar en el programa son dos de las tareas fundamentales que te cimientan después las posibilidades de ganar las elecciones con candidaturas potentes, pero si el FA se mete a un debate electoral y deja de lado esto que está iniciando, cometería un grave error y comprometería el ciclo electoral. Eso precisamente no es lo que queremos.