El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, dijo este miércoles a Subrayado que un equipo del gobierno realizó una tarea “muy complicada y extensa” vinculada con el anteproyecto de reforma de la seguridad social, y que “acaba de finalizar su elaboración”. La información había sido divulgada el martes por Telemundo con base en fuentes. El jerarca explicó que “ahora viene una parte más política, que es el análisis entre los partidos de la coalición acerca de los contenidos”.

Según el camino trazado por el gobierno, que se dilató en el tiempo ya que el plan inicial era impulsar la reforma en 2021, tras el trabajo de los asesores se discutirá al anteproyecto al más alto nivel entre los líderes de los partidos de la coalición, pudiendo eventualmente surgir cambios en los contenidos. Luego, y ya con un camino allanado entre los socios, el proyecto de ley debería enviarse al Parlamento y atravesar los carriles de discusión legislativa. La negociación previa cobra relevancia porque el Ejecutivo tiene la iniciativa privativa en temas previsionales, es decir que por sí solos los parlamentarios no pueden establecer modificaciones al sistema de seguridad social.

Una fuente oficial dijo a la diaria que el contenido del anteproyecto está “avanzado y más que conversado”, pero aún no se elevó a Presidencia de la República, que será la que decida los pasos siguientes. Si bien no se dieron precisiones acerca del contenido, la fuente señaló que “la base” de los cambios al sistema surge del trabajo que hizo la Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS), y que se incluirán -al menos de momento, previo a la negociación política- cambios en todos los regímenes, es decir, el régimen del Banco de Previsión Social, el de AFAP y las otras cinco cajas -que son paraestatales-: Militar y Policial, Bancaria, Notarial y de Profesionales.

La CESS fue una comisión técnica con representantes de los partidos políticos y los sectores sociales -trabajadores, jubilados y empresarios- que trabajó durante un año el tema previsional, haciendo un diagnóstico del sistema actual y recomendando posibles cambios. Los dos informes que emitió contaron con el apoyo de los socios de la coalición y del sector empresarial, así como el rechazo del Frente Amplio, el PIT-CNT y la Organización Nacional de Jubilados y Pensionistas.

El presidente de la CESS fue Rodolfo Saldain, abogado especializado en seguridad social y designado por el gobierno para liderar el proceso de cambios en el régimen previsional, habiendo ya participado de la reforma de 1996, que entre otras cosas creó las AFAP. Saldain, terminado el trabajo de la CESS a finales de 2021, continuó trabajando para dar forma al anteproyecto de ley con un equipo técnico con representantes del Ministerio de Economía y Finanzas, el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.

Este miércoles, Mieres declaró acerca del proceso: “Tuvimos el año pasado las recomendaciones que elaboró la CESS, luego vino ese trabajo muy complicado y extenso, que significaba aterrizar las recomendaciones en un texto legal, que es un texto extenso que abarca todos los temas que abarcan las recomendaciones y que acaba de finalizar su elaboración”.

Hacia adelante, planteó que vendrá la negociación política y “después, sobre la base de ese acuerdo, que eventualmente también” podría sumar a la oposición, se elevará el proyecto de ley al Parlamento. Una de las complicaciones que quería eludir el gobierno, con el objetivo de aprobar la reforma previsional el año pasado, era que los partidos o los políticos quisieran marcar perfilismo, en el entendido de que los cambios al sistema de jubilaciones no serán simpáticos para la población. Con un 2023 ya cercano, en que se comienzan a perfilar las candidaturas para la elección del año siguiente, eso podría ser más complejo.

“Este es un esfuerzo monumental, ha sido un trabajo enorme de la CESS y de esa transformación luego en un anteproyecto de ley. Ojalá tengamos suerte y un nivel de consenso amplio”, manifestó el ministro de Trabajo y Seguridad Social.

Tiempo atrás, los economistas Gabriel Oddone y Javier de Haedo, así como el exministro de Economía Danilo Astori, habían planteado que vislumbraban un panorama político complejo para discutir una reforma de este tipo. El exjerarca frenteamplista declaró que sobre lo previsional “no hay soluciones fáciles”, pero tampoco observa que haya “voluntad por buscar un punto de partida” para llegar a acuerdos entre oficialismo y oposición. La iniciativa “la tiene que tener el gobierno, que es el responsable de conducir al país, y obviamente que la oposición tendrá que jugar su papel”.

El documento de la CESS que se tomó como base para el anteproyecto plantea variadas medidas para los distintos regímenes, entre ellas modificar la forma de cálculo del sueldo base jubilatorio y elevar la edad de retiro. Sobre esto último, la propuesta del oficialismo en la CESS fue subir de forma gradual —un año por cada año calendario— el mínimo legal, hoy en 60 años, hasta los 65 años, con dos posibles escenarios, que contemplan comenzar esa transición con los que tengan 50 o 55 años al momento de la reforma.