“¿Esto es para favorecer a la empresa Montepaz? No, me lo pidió una fábrica de chicles. Obvio, quien se dedica a producir cigarros en Uruguay es Montepaz y quien le pidió esto al Ministerio de Industria es Montepaz”, ironizó el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, al ser consultado por la prensa sobre los comentarios que se generaron en torno al nuevo decreto que flexibiliza la producción de cigarrillos en Uruguay. Desde la oposición y la academia se señala que este cambio en la normativa atenta contra la salud y va en contra de la política antitabaco, algo que el presidente negó categóricamente este martes.
“Las críticas son bienvenidas; la falta de respeto y adjudicar intenciones me parece que no corresponde”, sostuvo el mandatario, quien también rechazó que se hable de presiones: “¿Alguien cree que a nosotros nos van a mover por presiones? No nos conocen. Es una falta de respeto. A veces lo que pasa es que se ve que algunos actuarían de esa manera; yo no, y creo que lo he demostrado”, afirmó.
Las declaraciones de Lacalle Pou no fueron bien recibidas por la oposición. La diputada frenteamplista y exsubsecretaria de Salud Pública Cristina Lustemberg dijo a la diaria que “el presidente parece desconocer la normativa” vinculada con la lucha contra la epidemia del tabaquismo, ya que el decreto recientemente aprobado permite algunas modificaciones en la cajilla y en el cigarrillo que la normativa de la Organización Mundial de la Salud solicita limitar.
Según Lustemberg, este “no es un tema político-partidario” porque “existe evidencia científica” muy amplia en la materia, como estudios que demuestran cómo “figuras, colores y textos que parecen muy inocentes son capaces de cambiar el comportamiento de los consumidores”, ejemplificó la diputada. Lustemberg también llamó la atención sobre el hecho de que el gobierno exprese que el decreto “responde a una solicitud de la industria tabacalera”, lo que a su entender demuestra que “primaron los intereses sobre un producto cuyos efectos cancerígenos están comprobados”. “Los intereses de la industria son casi irreconciliables con los intereses de la salud pública”, sentenció.
“No sorprende”, pero es “muy peligroso”
Por su parte, el senador frenteamplista Charles Carrera manifestó a la diaria que los últimos dichos de Lacalle Pou significan algo “muy grave” pero que, en su opinión, “no sorprende”. Acotó que lo “novedoso” del hecho es que “a esta altura” los integrantes del gobierno “están dispuestos a retroceder en materia de salud pública con tal de favorecer a una tabacalera”, y, de todas maneras, agradeció “la sinceridad del presidente”.
El legislador consideró que Lacalle Pou denota “una absoluta falta de sensibilidad” para referirse a “una pandemia [como el tabaquismo] que provoca la muerte de miles de personas”, y que “no es una situación chistosa ni debe tomarse con esa falta de seriedad como la que manejó el presidente” en sus declaraciones. En cuanto al papel de la oposición en este escenario, Carrera dijo que no se descarta ninguna medida de las que “están al alcance”, porque entienden que el decreto “viola la ley que regula el tabaco, aprobada durante la administración de Tabaré Vázquez”.
Por último, lamentó que “el retroceso de Uruguay [en cuanto al consumo de tabaco], que a nivel internacional era visto como un baluarte”, sea impactado por el nuevo decreto, y consideró que “ya que al presidente parece no preocuparle el tabaquismo”, al menos “debería advertir, por ser nuestro mandatario, la pérdida de prestigio de nuestro país provocada por el accionar de su gobierno”, concluyó.
En tanto, el senador del FA Mario Bergara señaló en rueda de prensa que esta fue “una confesión inadmisible del presidente”, ya que “confesar que se hacen decretos a pedido de empresas o de intereses particulares es muy peligroso” y “no corresponde hacerlo”. “Sobre todo, genera antecedentes que pueden llegar a ser muy complicados para la propia naturaleza de la democracia. La gestión de gobierno no puede ser la sumatoria de los reclamos de los intereses particulares, tiene que haber una visión. Pero claramente estas declaraciones confirman que no hay una visión sobre el tema, sino que se actuó como reacción a un reclamo de una empresa particular”, sostuvo.
El senador de Fuerza Renovadora criticó que, según la forma en que se expresó Lacalle Pou, “deberíamos naturalizar que se gobierne de esa manera”. En ese sentido, preguntó a quién le puede parecer obvio que “porque una empresa haga un reclamo, el gobierno tiene que sacar un decreto atendiendo ese reclamo”. “Es más, no debería ser así. Los gobiernos tienen que tener sus políticas, su visión y actuar en consecuencia, sopesando todos los intereses que hay en la sociedad, por supuesto. Pero naturalizar que un gobierno ‘obviamente’ responde al reclamo de los intereses particulares es cuestionar un poco la naturaleza de la democracia y lo vemos con enorme preocupación”, finalizó Bergara.
En la misma línea se pronunció la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, quien convocó a una rueda de prensa para manifestar que escuchó “con preocupación” las declaraciones del mandatario “banalizando”, en su opinión, a quienes han manifestado su “preocupación profunda” sobre el tema. Para la intendenta frenteamplista, se trata de “un paso que va contra la salud de las personas, contra la política antitabaco”, y consideró que combatir el narcotráfico no pasa “por abaratar los productos a las tabacaleras”.