En principio, jubilados y pensionistas cobrarán en febrero un aumento aproximado de 6,74%. Si bien el Índice Medio de Salarios (IMS), que marca el piso mínimo del ajuste de las pasividades, se situó en 9,74% en noviembre de 2022, el gobierno tiene previsto descontar en el ajuste de enero el 3% que adelantó a mitad de 2022, tal como lo anunció en ese momento. La Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (Onajpu) rechaza el descuento y reclama un aumento efectivo de 9,74%.
El adelanto de 3% fue presentado en su momento como una respuesta del gobierno a la “presión inflacionaria” como consecuencia de la guerra entre Ucrania y Rusia. “La preocupación de este gobierno es que los uruguayos no pierdan poder adquisitivo”, aseguró en aquel entonces el presidente Luis Lacalle Pou. El ajuste quedará definido por decreto del Poder Ejecutivo antes de fin de mes. Desde el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS) señalaron a la diaria que el equipo económico “es el que decide este tema”.
En diálogo con la diaria, Estela Ovelar, presidenta de Onajpu, expresó que como todavía “el decreto no salió”, aún no saben “en qué queda lo que nosotros veníamos reclamando”. “Lo que tenemos hoy es que va a darse nada más que 6,74%”, resaltó. En ese caso, sostuvo, “no tenemos recuperación del poder adquisitivo”.
Plebiscitado y aprobado por 72% de la ciudadanía en 1989, el artículo 67 de la Constitución establece que los ajustes de las pasividades “no podrán ser inferiores a la variación del IMS”. Por eso mismo, en vista del crecimiento del IMS (9,7%) por encima de la inflación (8,3%) en el cierre de 2022, en el gobierno calculan que jubilados y pensionistas comenzarán a recuperar poder adquisitivo en 2023, a pesar del descuento del adelanto.
Sin embargo, Ovelar afirmó que el poder de compra de las pasividades acumula una pérdida de “casi 4,5%”, ya que viene deteriorándose desde 2019. “Ellos dicen que con 6,74% hay una recuperación de uno y algo en diciembre, [pero] con la suba de las tarifas y los alimentos en enero quedamos de nuevo con pérdida. Una cosa son los números fríos, matemáticos, dos más dos cuatro, y otra cosa es la realidad cuando abrís el monedero y empezás a pagar las cuentas”, manifestó.
El representante de los pasivos en el directorio del Banco de Previsión Social (BPS), Ariel Ferrari, también integrante de Onajpu, señaló a la diaria que el punto porcentual de recuperación es únicamente “con relación a 2022”. Aún “no logramos recuperar lo que perdimos desde 2020”, subrayó; no obstante, puntualizó que a partir del ajuste previsto “cortamos esa cadena de pérdida de capacidad de compra año a año”.
“El gobierno se comprometió a que este año se empezaba a recuperar. Por eso reivindicamos el 3% [de adelanto], porque era un compromiso del gobierno; es una oportunidad de cumplir con su palabra”, agregó.
“La respuesta fue negativa”
El Partido Independiente (PI), al que pertenece el titular del MTSS, Pablo Mieres, se ha posicionado en contra de restar el adelanto de 3% en el ajuste de enero en las prestaciones mínimas. De hecho, este fue uno de los planteos que el partido le hizo al gobierno tras su convención nacional en noviembre.
En conversación con la diaria, Iván Posada, diputado del PI, destacó que el gobierno sí respondió de manera “positiva” a la propuesta de “prorrogar” en 2023 las asignaciones familiares como “se venía haciendo desde mayo del año pasado”. Esto, sostuvo, “da respuesta al principal problema que tiene nuestro país en materia de pobreza”, con referencia a la niñez y la adolescencia.
En cambio, respecto de no descontar el adelanto de 3% de las pasividades “la respuesta fue negativa”, indicó Posada. “Básicamente estuvo pautado por lo que significaba en términos de renuncia fiscal, por ese lado vino la cosa, por el costo que tenía la medida. En realidad, ya se había asumido el adelanto, pero no descontarlo significaba que se asumiera en forma permanente el costo del 3%”, explicó.
A mediados de 2022, cuando se otorgó el adelanto, quienes acceden a la jubilación mínima cobraron 472 pesos extras por mes. Con el eventual ajuste de 6,74% la jubilación mínima subiría de 15.750 a 17.283 pesos. En definitiva, el reclamo de Onajpu es de 472 pesos.
“Yo todavía quiero tener un poco de esperanza de que el gobierno no quite todo ese 3% de adelanto, aunque sea para los que cobran menos. Sería una buena señal que el gobierno descontara 1% o 2% y que dejara el resto, porque no estamos hablando de poca gente”, expresó Ovelar. Ferrari puntualizó que actualmente hay más de 146.000 personas que cobran la jubilación mínima.
La eventual rebaja del IASS
De confirmarse que la economía uruguaya creció en el entorno de 5% en 2022, el gobierno comunicará en marzo una disminución del Impuesto a la Asistencia a la Seguridad Social (IASS). Aún no se sabe de cuánto ni a partir de qué franjas sería la rebaja. Hoy pagan IASS quienes cobran pasividades superiores a 45.280 pesos.
Onajpu reivindica que el mínimo no imponible se fije en 56.600 pesos. Con todo, Ovelar aclaró que, “a la fecha de hoy”, 77% de los jubilados del BPS está cobrando menos de 45.280 pesos. “Son estas cosas de las que tenemos que seguir hablando”, apuntó.
Consultado sobre la respuesta del gobierno al pedido de Onajpu, Ferrari opinó que “ahora no va a pasar nada”, pero mencionó que en marzo, “si rebajan el IASS para algún sector”, “tal vez les den algo a las [jubilaciones] mínimas”. A su entender, “sería injusto relacionar una cuestión con la otra”, porque “les daríamos mayor capacidad de compra” a los pasivos que ganan más de 45.280 pesos, “mientras que durante tres años consecutivos no crecieron las jubilaciones más bajas”.
Acerca de una eventual reducción del IASS, Posada manifestó: “Si bien es un tema que está en el Compromiso [por el País, documento programático de la coalición de gobierno], desde mi punto de vista, que creo que es compartido en el PI, el principal desafío en realidad es a nivel de infancia y adolescencia en condiciones de pobreza”. A su parecer, “todos los recursos que eventualmente se pudieran disponer con carácter extraordinario” deberían dirigirse a ese segmento de la población “y no a los sectores de jubilados y pensionistas”. No obstante, puntualizó que todavía falta “ver cuál es la modificación” del IASS: “Yo no creo que haya un cambio importante”, aventuró.