Ante “umbrales críticos” de agua en el suelo, el gobierno analiza extender la emergencia agropecuaria

Ante la situación crítica que viven los suelos de distintos puntos del país, el gobierno analizará este mes si continúa vigente la emergencia agropecuaria para los rubros ganadería, lechería, horticultura, fruticultura y agricultura, que decretó a fines de octubre del año pasado. Esta es la tercera vez consecutiva que la administración de Luis Lacalle Pou decide tomar este tipo de medida, a lo que se suma que por un mes se habilitó el pastoreo en el espacio público (ver recuadro).

El subsecretario del Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca (MGAP), Juan Ignacio Buffa, comentó que el que estudiará la situación será el Comité de Emergencia Agropecuaria, que pondrá la mirada en datos objetivos de varios indicadores y parámetros de clima y de la realidad de la oferta forrajera.

En diálogo con la diaria, indicó que las lluvias de los últimos días aún son “insuficientes”: “Todavía estamos en esta emergencia. Vamos a analizar con datos objetivos cómo está la situación para ver si prorrogamos o no [la emergencia] en virtud de lo que ocurra con las precipitaciones de ahora en más. Ha habido, pero no fueron suficientes para poder salir del déficit hídrico”, insistió.

Asimismo, Buffa indicó que se viene de un “proceso acumulativo” en lo que respecta a la no disponibilidad de humedad en el suelo, una situación que afecta a distintos sectores del agro. El jerarca expresó que de todos modos “revisten cierta esperanza las previsiones climáticas que se dan”, puesto que se puede llegar a esperar “cierta normalización” de las precipitaciones para los próximos meses.

Según consignó el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), con base en un estudio que se llevó a cabo en diciembre, en términos “muy generales” se consideran “umbrales críticos” de porcentaje de agua en el suelo los valores por debajo de entre 40% y 50% en cultivos extensivos y por debajo de entre 30% y 40% en pasturas.

El estado hídrico promedio de los suelos en diciembre fue de un contenido de agua en el perfil con valores estimados de “entre menos de 10% y 40%”. “Estos valores son inferiores a los esperados para este mes del año en todo el país. Las precipitaciones acumuladas variaron promedialmente entre 10 y 100 milímetros, aproximadamente, y se registraron valores inferiores a los esperables para diciembre en prácticamente todo el territorio”, añadieron.

Al declarar la emergencia se liberan los fondos agropecuarios, que son recursos para asistir a pequeños productores y productores familiares. Buffa explicó que estos recursos se dan a través de créditos para los productores de todos los rubros, y en ese marco sostuvo que los créditos que se tomen en la actual emergencia agropecuaria recién se pagarían por parte de los beneficiados a partir de noviembre de 2024. “Da un plazo interesante a los productores para poder aplicar esos recursos a sus empresas a efectos de paliar la situación”, añadió.

El monto está estipulado en virtud de la cantidad de unidades ganaderas: “Hay una estandarización del monto máximo a pedir, pero son créditos que andan alrededor de los 400.000 y 500.000 pesos. Como todo crédito que se toma, el productor luego debe pagar”, afirmó.

Uso responsable del agua

El déficit hídrico también tiene consecuencias en el consumo de agua potable. Según especificaron desde OSE en un comunicado a fin de año de cara a la temporada estival, teniendo en cuenta que hay un aumento del uso del agua -en especial en los balnearios-, se exhorta a hacer un uso responsable del servicio “con el fin de preservar el recurso”.

Agregaron que el organismo trabaja a diario para ofrecer el “máximo nivel de cantidad y calidad del suministro, solicitando evitar el lavado de aceras, autos, riego, llenado de piscinas, entre otras cosas, en los horarios de mayor demanda, principalmente a partir de mediodía hasta última hora de la tarde”.

A esto se refirió el presidente del ente, Raúl Montero, quien en una rueda de prensa apuntó que hay una situación “preocupante” en varios lugares. “Ese déficit nos pega por dos lados porque en cierto modo aumenta el consumo, pero nos pega de forma más grave porque muchas fuentes se nos van achicando”, indicó, y agregó que esto ocurre mayormente en el área metropolitana: “Estamos contando prácticamente sólo con [la fuente] de Paso Severino, pero en muchos otros lugares ya estamos con una especie de déficit”.

A modo de ejemplo citó la situación de Cerro Largo, puesto que el río Tacuarí “no corre normalmente”. En ese sentido, sostuvo que están monitoreando la situación. “Todavía no hemos tenido una alarma, pero tenemos que estar atentos. En esto de la sequía no se puede actuar con mucha anticipación, pero hay que hacerlo a tiempo”, agregó.