La Intendencia de Montevideo, administrada por el Frente Amplio (FA), y la de Maldonado, gobernada por el Partido Nacional (PN), recibieron en los últimos días las críticas de los ediles opositores al aumentar la tarifa del boleto de ómnibus, como ya había ocurrido semanas atrás en otros departamentos.
La noticia más reciente la dio la Intendencia de Montevideo (IM). A través de un comunicado informó el lunes que el boleto común pago en efectivo aumentará cuatro pesos desde el 5 de enero, pasando a 52 pesos, mientras que el abonado con la Tarjeta STM subirá tres pesos, hasta los 42. No obstante, se informó que, “atendiendo a los sectores más vulnerables de la población desde el punto de vista social y económico, cuyos ingresos han sido afectados en los últimos años, no ajustarán su precio los boletos correspondientes a jubilados y pensionistas categoría A” ni el “Boleto ABC”.
El informe de la intendencia señala que el aumento en los boletos que ajustarán su tarifa se hará para compensar a los trabajadores del transporte público así como a las empresas por sus pérdidas durante la pandemia. Es que, “a partir de la situación de emergencia sanitaria”, el transporte público sufrió “una pérdida brutal de sus ingresos por venta de boletos”, de 37% en 2020, de 34% en 2021 y estimada en 18% para 2022, en comparación con los niveles prepandemia.
Este martes, en conferencia de prensa, el director de Movilidad de la IM, Pablo Inthamoussu, declaró que “el sistema de transporte durante tres años perdió 220 millones de boletos”, lo que podría traducirse en “unos 220 millones de dólares”. “Eso ha impactado fuertemente, es la peor crisis de toda la historia del transporte”, aseveró. También dijo que en el aumento influye “la inflación”, que desde la comuna no pueden “dominarla”.
Molestia blanca y colorada
El edil del PN Javier Barrios Bove declaró a la diaria que el aumento “es un mazazo” para la población montevideana “porque no es ni de uno ni de dos pesos, es de tres pesos para usuarios del STM y de cuatro para los que abonan en efectivo”. En este sentido, afirmó que “si lo que se busca es recuperar a los usuarios que se perdieron durante la pandemia y nuevamente hacer viable el sistema, esta medida va en contra de eso”.
El curul blanco señaló que “los que trabajan día a día son los que se ven más perjudicados con este aumento” resuelto por la administración de Carolina Cosse, “que continúa un círculo vicioso en vez de romper y tratar de establecer un círculo virtuoso”.
“La gente que ya se bajó del ómnibus en la pandemia y pudo acceder a una moto o a un auto”, dijo Barrios Bove, “con esta medida no va a volver”. “Se venden menos boletos, los costos del sistema se vuelven más caros porque se dividen entre menos gente, y ¿para eso aumenta el boleto? La intendencia tiene otras herramientas”, opinó, y agregó que se debería apuntar a aumentar el porcentaje del costo del boleto que es subsidiado, “sabiendo que eso va a repercutir en beneficios para todo el sistema”.
También el edil del Partido Colorado Matías Barreto, del sector Batllistas, cuestionó la decisión. En diálogo con la diaria dijo que “desde la administración se va poniendo una excusa u otra, pero los perjudicados son todos los trabajadores que terminan pagando el boleto cada vez más caro”. En ese marco adelantó que analiza “presentar un pedido de informes para saber con exactitud a qué se debió esta suba”.
Distinta es la opinión de su correligionario Gustavo Facciola, del sector Ciudadanos, quien dijo que si bien lo “sorprendió” el aumento del boleto “está el tema de la compensación salarial” por lo perdido durante la pandemia. “Entiendo la explicación”, señaló. “No es algo simpático pero, si es para compensar el tema del salario de los trabajadores, se entiende”, reiteró.
Aumentos en el este
La Intendencia de Maldonado, administrada por el nacionalista Enrique Antía, también resolvió un incremento en el precio del boleto que empezó a correr el 1° de enero. El comunicado publicado en la web oficial el pasado lunes indica que se hizo “atendiendo la solicitud de las empresas de transporte colectivo de pasajeros”. También se sumó a la lista de razones que “se estableció un ajuste salarial a partir del 1° de enero” considerando la inflación. La comuna recordó en su resolución que “aplica diferentes beneficios para usuarios del transporte colectivo y mantiene las políticas de descuento a los abonados mensualmente”.
Entre los “boletos comunes”, el llamado local pasó de 28 a 31 pesos, el tramo 1 de 45 a 49, el tramo 2 de 59 a 64, el tramo 3 de 75 a 82, y el tramo 4 de 93 a 102, cada uno de ellos correspondiente a diversas distancias. También hubo aumento en las combinaciones y en los boletos de jubilados.
El director general de Tránsito y Transporte de Maldonado, Juan Pígola, declaró a la diaria que se tomaron en cuenta los planteos “de parte de las empresas y del gremio a efectos de poder cubrir los aumentos salariales”, además del “incremento” de la inflación. Sin embargo, dijo que “las empresas habían solicitado un incremento mayor”, pero la comuna se manejó “con los valores paramétricos” que contaba “e inclusive por los datos aportados por las mismas empresas”. A su vez manifestó que, a diferencia de Montevideo, la caída en la venta de boletos está “entre el 10% y el 13%”.
Los ediles del FA en Maldonado también manifestaron sus molestias, al igual que los blancos y colorados en Montevideo. Joaquín Garlo criticó que haya “un nuevo aumento del precio del boleto cuando la situación económica y social de Maldonado sigue remarcando las consecuencias de lo que fue la emergencia sanitaria y del deterioro del turismo en estos últimos años, que recién ahora se está reactivando”.
“Entendemos nosotros que perfectamente la intendencia podría haber absorbido la necesidad eventual de tener que aumentar el precio del boleto” consideró, y agregó que “estamos sin lugar a duda ante el boleto más caro del país en relación con las distancias y a las características del servicio”. En esa línea, cuestionó que “las empresas siguen reclamando el aumento del precio del boleto pero no brindan a los usuarios un servicio de calidad”, ya que “el estado de las unidades es cada vez más lamentable, más penoso, y las frecuencias no son buenas”. “Tampoco es bueno el servicio de las paradas de ómnibus, hay muchos puntos de las distintas localidades del departamento que no cuentan con paradas acordes y la gente espera el ómnibus a la intemperie”, apuntó.
Similar fue la expresión de su correligionario Leonardo Delgado, quien manifestó a la diaria que “el aumento es excesivo” y que eso sucede “desde que asumió el PN en 2015”, luego de dos administraciones del frenteamplista Óscar de los Santos. “Nosotros nos fuimos del gobierno dejando un boleto de tramo 1, que es el que se usa en la ciudad de Maldonado [y llega hasta Punta del Este], en unos 25 pesos; el gobierno del PN lo aumentó de forma excesiva a 45 y ahora llegó a 49 con este aumento”, dijo.
También señaló que para movilizarse desde San Carlos a Punta del Este el boleto cuesta ahora 102 pesos, “y sin dudas que eso afecta el bolsillo de los trabajadores y más en plena temporada”. “La cantidad de gente que viene desde la ciudad de San Carlos a trabajar a Punta del Este es muchísima, más en esta época”, apuntó.
“Partimos de la base de un transporte colectivo que se ha deteriorado también”, añadió. A su entender, sería beneficioso aplicar una política que incremente el uso del transporte colectivo por “cómo está colapsado el tránsito en el departamento, y más en estas fechas”. “¿Qué mejor que tener un transporte colectivo bueno, eficiente y que a su vez sea accesible para el bolsillo de los trabajadores? En este caso sucede lo contrario”, concluyó.
En respuesta, Pígola dijo que “el servicio del transporte urbano y suburbano siempre va a tener detractores y siempre va a tener demandas que muchas veces son justificables”, ya sea porque las frecuencias “no coinciden con el horario que queremos” o “porque no coincide la parada con donde queremos que esté”.