La inauguración del Hospital del Cerro transcurrió en un clima tenso de principio a fin, lo que incluso derivó en la intervención de efectivos policiales. La convocatoria estaba pautada para las 17.00, pero minutos antes ya se había formado un grupo de vecinos, que con el transcurso de la tarde se amplió y se hizo escuchar cada vez más.
“Con un hospitalito no se tapa la corrupción, la mafia ni el hambre de los niños”, “gobierno corrupto” y “renuncias, no destitución” fueron algunos de los mensajes que los manifestantes llevaron en pancartas al evento, que contó con una amplia concurrencia de ministros y autoridades nacionales, entre ellas, el presidente, Luis Lacalle Pou, y el titular de la Administración de los Servicios de Salud del Estado (ASSE), Leonardo Cipriani.
En diálogo con la diaria, algunos manifestantes dijeron que se hicieron presentes para “dejar claro” que un hospital nuevo no “significa demasiado” si luego faltan medicamentos o “siguen las demoras”, y otros para que Lacalle Pou “se haga cargo” de lo que está pasando en el país.
La oratoria inicial estuvo a cargo de Cipriani, quien en más de una oportunidad remarcó que el hospital es un hecho gracias al apoyo de Lacalle Pou y que fue un proyecto prioritario en la gestión, más allá de algunos “momentos difíciles” como la pandemia.
“El hospital está hecho, este gobierno cumple”, sostuvo el presidente del prestador público. En cuanto a la obra, informó que se trata de un edificio de 2.471 metros cuadrados distribuidos en cuatro pisos, que dispone de 30 camas, cuatro de recuperación anestésica y el resto de cuidados moderados, dos blocks quirúrgicos y un centro de hemoterapia, entre otros servicios.
El edificio cuenta con fibra óptica, que permite la interconexión con hospitales en un radio de hasta 20 kilómetros, lo que es “fundamental” para el apoyo que, según Cipriani, se pretende conseguir, por ejemplo, del hospital Maciel. El presidente de ASSE adelantó que dentro del centro se van a incorporar dos servicios para los usuarios, una oficina del Ministerio de Desarrollo Social para que quienes necesitan acceder a algún programa de la cartera puedan hacerlo allí, y una dependencia del Ministerio del Interior, específicamente una oficina de identificación, ya que “20% de quienes concurren a hospital no tienen” cédula de identidad.
“No podemos hablar de costos, tenemos que hablar de una inversión”, que en total fue de 15 millones de dólares, indicó Cipriani. En el centro se desempeñarán “229 funcionarios, los cuales accedieron mediante llamado a concurso y oposición de méritos”, apuntó el jerarca.
Lacalle Pou: “Algunos están con ganas de que termine el gobierno”
El discurso de Lacalle Pou duró varios minutos y, con tono de campaña, confrontó a los manifestantes que se hicieron presentes con cánticos y carteles alusivos a la crisis política que atravesó el gobierno en los últimos días, tras conocerse nuevos detalles de la entrega del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset. “Creo que en el fondo estamos todos contentos de que el Cerro tiene un hospital, porque van a ir los hijos de los que están más acá”, dijo en alusión a los presentes más cercanos al estrado, que lo ovacionaban, “y van a estar los hijos de los que trajeron los carteles, y los van a atender como merecen, porque es para todos”, apuntó el mandatario.
“Algunos están con ganas de que termine el gobierno”, fustigó Lacalle Pou antes de recordar que quedan “481 días de gobierno”. “¿Y saben qué? Cuando pasen esos 481 días, ¿saben a dónde voy a volver yo? Acá, al Cerro, como siempre vine”, sostuvo, y se ganó así una de las tantas oleadas de aplausos y vítores. En su oratoria, el presidente hizo varias menciones a su vínculo con el Cerro, señalando que lo visita con frecuencia y que el hospital fue una de sus prioridades de campaña. Por esto, sostuvo que el de hoy fue “un día particularmente importante para todo el equipo de gobierno”.
“Lo voy a decir de manera serena y respetuosa, porque la razón no se tiene porque se levante el volumen o porque se grite: yo siempre admiré el coraje silencioso, que es el que se demuestra en el sacrificio, en el trabajo, defendiendo las opiniones y respetando a los demás”, sostuvo Lacalle Pou, con referencia a los cánticos de manifestantes opositores que se mezclaban con los de quienes celebraban sus palabras.
El presidente dijo que llevar adelante este compromiso de campaña “es abrazar la vocación de servicio” y aseguró que “este ha sido un gobierno con un fuerte componente social, lo que pasa es que no hacemos gárgaras con el desarrollo social y la asistencia a los que más necesitan”, expresó. Asimismo, el mandatario habló de “acciones que no son puramente materiales, pero son conceptuales y de libertad”, y dijo que “allí estuvo la vocación social del gobierno: cuando muchos pedían cuarentena obligatoria y nosotros nos negamos a encerrar a la gente que tenía que llevar el peso para la casa. Y no debe haber habido acción más difícil y más revolucionaria que darle la libertad a la gente”, reflexionó.
“Por suerte no le ponemos marca ni pelo a quien ayudamos”, continuó el presidente, y repitió una de las afirmaciones que hizo desde el inicio del gobierno: que no llegó “a cambiar una mitad por la otra del Uruguay: nosotros venimos a unir, y eso se predica con el ejemplo”. “No me siento más ni menos valiente por esto, simplemente estoy tranquilo con mi conciencia, y por eso hoy [estoy] agradeciéndoles a todos los vecinos del Cerro que tanto lucharon para esto”, afirmó, y aprovechó para remarcar que este planteo se hizo “a todos los partidos políticos; lo que pasa es que algunos le dieron más bolilla que otros”.
La inauguración se retrasó varios meses, ya que en un principio estaba prevista para agosto. El proceso de construcción no estuvo exento de polémica y la obra avanzó pero hasta hace pocos meses no todas las áreas de atención estaban aseguradas y, de hecho, dentro de lo quirúrgico –la especialidad que se le asignó al centro– faltaban anestesistas.