Luego de su viaje a Estados Unidos, y a cuatro días de que la exvicecanciller Carolina Ache declarase en Fiscalía y desatase una crisis en el gobierno en torno a la entrega del pasaporte al narcotraficante Sebastián Marset, el presidente Luis Lacalle Pou realizó este sábado una conferencia de prensa en Torre Ejecutiva e informó que aceptó las renuncias del ministro del Interior, Luis Alberto Heber, del subsecretario, Guillermo Maciel, y de su asesor en comunicación, Roberto Lafluf.

Al comienzo, Lacalle Pou dijo tener “la íntima convicción” de que tanto Heber y Maciel como Francisco Bustillo -que renunció a la cancillería el miércoles- y Ache “no tienen ninguna responsabilidad legal en el otorgamiento del famoso pasaporte” a Marset. El pasaporte, sostuvo, “había que darlo” y “no había otra chance”. “Fuera narco o cualquier cosa, había que darlo. De acuerdo a la ley actual y a los decretos actuales, había que darlo”, aseguró.

Consultado sobre el accionar de los jerarcas que renunciaron, si bien señaló que actualmente “hay un proceso abierto” a nivel judicial, Lacalle Pou manifestó que, “como presidente de la República, yo tengo la tranquilidad de que actuaron acorde a la ley”. Y añadió: “¿Nos gusta que un narco tenga pasaporte? Por supuesto que no, pero esa es la ley vigente; tengo la convicción y la tranquilidad que sabrán defender su honor y su persona en el juzgado”.

La reunión en Torre Ejecutiva

El miércoles, Ache declaró en Fiscalía que Bustillo le sugirió que “perdiera” el celular en el marco de la investigación administrativa del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRREE) y afirmó que Lafluf la convocó, a pedido de Lacalle Pou, a una reunión en Torre Ejecutiva en la cual le ordenó borrar conversaciones de Whatsapp que constataban un intercambio entre ella y Maciel sobre la peligrosidad de Marset, antes de la entrega del pasaporte. Ache también dijo que Lafluf destruyó evidencia que ella había aportado a la investigación y que debía enviarse desde la cancillería a la Justicia, sin ningún pasaje por Presidencia.

Al respecto, Lacalle Pou manifestó que él mismo le pidió a Lafluf que se reuniese con Ache y Maciel en Torre Ejecutiva “para que se pongan de acuerdo [sobre] qué van a hacer con esas conversaciones”. El mandatario señaló que antes de la reunión “seguían existiendo matices acerca de la conveniencia o no de dar esas conversaciones privadas” en el marco de la investigación que luego terminaría en la Justicia.

Según Lacalle Pou, la reunión finalizó con un acuerdo entre los tres involucrados, pero “posteriormente la subsecretaria Carolina Ache dice que no está de acuerdo”, ya que “recibió asesoramiento de la gente que trabaja con ella en estos temas y ella decía que había que presentar estos documentos”. En ese momento, sostuvo el presidente, Lafluf “me llama a mí y yo le dije 'bueno, si esa es la decisión, que se presente todo' y al otro lunes se presentaron todos los documentos en el Juzgado”.

El presidente confirmó que estuvo presente ese día en la reunión en Torre Ejecutiva, aunque “no llegué a los dos minutos”. Dijo que se limitó a “saludar”, “cosa que hago frecuentemente cuando hay una reunión”. No obstante, subrayó: “Fui yo el que pedí que se convoque [a la reunión] a los efectos de tener una línea única de trabajo y de acción”.

Consultado sobre la presunta destrucción de evidencia por parte de Lafluf y sobre por qué un documento del MRREE estaría en Presidencia, Lacalle Pou afirmó que “no era un expediente”, sino “una hoja protocolizada por un escribano”. Por eso, ante la pregunta de si el documento efectivamente llegó a Torre Ejecutiva, respondió que “no” porque “no era parte de un expediente”.

“De hecho, y acá es donde pido disculpas si no es del todo exacta la información, el expediente se presenta en la Justicia sin esta documentación, y se termina de presentar esta documentación al otro lunes, con lo cual, insisto, no era parte del expediente”, agregó el mandatario.

El próximo lunes la Fiscalía definirá qué magistrado analizará las denuncias que aportó el miércoles Ache. El vocero de la Fiscalía, Javier Benech, admitió que se trata de una decisión “compleja”. Una de las posibilidades, según pudo saber la diaria, es que esta “segunda causa” recaiga en el propio fiscal de Delitos Económicos y Complejos de primer turno, Alejandro Machado, que ya investiga el procedimiento de la entrega del pasaporte a Sebastián Marset.

En cualquier caso, la investigación penal apuntará a presuntos delitos de cohecho, abuso de funciones y destrucción de documento, y por el momento las miradas se dirigen al papel que jugaron, en principio, Bustillo, Heber, Maciel y Lafluf.

La reunión en la casona del Ministerio del Interior

Asimismo, Ache declaró el miércoles que, previo a la interpelación a Heber y Bustillo en el Parlamento por el caso Marset, en agosto del año pasado, existió una reunión en una casona del Prado del Ministerio del Interior en la que las autoridades de ambos ministerios resolvieron no informar sobre las conversaciones por Whatsapp que habían tenido Ache y Maciel.

Lacalle Pou dijo este sábado que “la noche antes de la interpelación” en Presidencia “nos enteramos de que hay alguna comunicación” entre los dos ministerios, una “comunicación que fue informada en la interpelación”. Señaló que después de la interpelación el Frente Amplio (FA) solicitó “un acceso a la información pública” y a partir de eso “empieza una discusión acerca de si las conversaciones en el celular, conversaciones privadas, tenían que ser aportadas a este pedido de información pública”.

De todos modos, el presidente aseguró que desde el Poder Ejecutivo “no se ocultó información” al Parlamento durante la interpelación, dado que “se dijo que había habido comunicaciones”. “Los que dicen que se ocultó información es el FA y ese tema se va a dirimir en la Justicia, por suerte”, consideró.