El presidente, Luis Lacalle Pou, solicitó ante el Parlamento la autorización para ausentarse del país desde el 18 hasta el 25 de noviembre para visitar China y reunirse con su presidente, Xi Jinping. El viaje había sido anticipado por el mandatario en setiembre. En su momento, expresó que su intención era avanzar con el tratado de libre comercio bilateral, que si no se concretara, “sería una frustración”.

En diálogo con el programa Valor agregado, de radio Carve, Lacalle Pou afirmó que su administración puso “el motor fuera de borda” y avanzó más que otras. “Me imagino que la posibilidad de que Uruguay se mueva en el mundo libremente para poder comerciar está en el disco duro de cualquier dirigente político que aspire a ser presidente de la República”, consideró.

La visita al gigante asiático se da en un escenario marcado por la renuncia de Francisco Bustillo a la cancillería luego de que se revelaran las conversaciones que mantuvo con la exsubsecretaria de la cartera Carolina Ache, en las que le sugería “perder” su celular para ocultar las conversaciones con su par en el Ministerio del Interior, Guillermo Maciel, respecto de la peligrosidad del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset.

Este lunes Lacalle Pou recibió en Torre Ejecutiva al nuevo titular del Ministerio de Relaciones Exteriores (MRREE), Omar Paganini, con el objetivo de cerrar los últimos detalles del viaje a China. La delegación del gobierno uruguayo, que partirá el próximo sábado, estará integrada por el presidente, el canciller, los ministros Fernando Mattos (Ganadería), Elisa Facio (Industria) y Azucena Arbeleche (Economía); también viajarán empresarios.

Si bien lo central del viaje a China será tratar de avanzar en un tratado de libre comercio, también está previsto que se firmen una decena de acuerdos vinculados al sector agropecuario, indicaron desde la cancillería al término de la reunión en Torre Ejecutiva.

La situación de Bustillo

En el MRREE aún no ha habido ninguna resolución con respecto a la situación de Bustillo, que, al ser funcionario de carrera, continúa siendo parte del cuerpo de diplomáticos del ministerio. Desde la cancillería señalaron a la diaria que, dado que Bustillo es embajador y su eventual designación para un nuevo destino requeriría la venia del Senado, una de las opciones posibles es “que quede en la cancillería en un rol de asesor”. Esto, comentaron, “no sería una locura”, ya que “pasa mucho” cuando “llega un embajador de destino y queda en un rol de asesor hasta que haya una nueva función”.

Sobre la posibilidad de un sumario administrativo, en el MRREE entienden que, a nivel judicial, la Fiscalía investigará más rápido que “cualquier cosa” que se disponga a nivel administrativo. Además, “él es funcionario y no hay razón para echarlo”, resaltaron las fuentes.