Con la idea de hacer una puesta a punto del cuarto año de gobierno, el sector Aire Fresco del Partido Nacional reunió a sus principales dirigentes, diputados, intendentes y autoridades en el hotel Radisson, donde, además, se plantearon los lineamientos para la próxima campaña electoral, que tendrá al saliente secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, entre sus protagonistas.

La apuesta en este tiempo, según dejó entrever el candidato, es “empujar” el último año de gestión de gobierno sin desatender la militancia. En rueda de prensa, tras el convite, que duró un poco más de dos horas, Delgado dijo que les pidió que se “concentren” en la administración para “ser eficientes” en la gestión, sobre todo en este último tramo, que consideró “clave” porque va a ser año electoral.

“Les pedí que cada uno de ellos se comprara zapatos nuevos para que recorran el Uruguay, porque es importante que todas las jerarquías de gobierno, todos los directores de los ministerios, estén recorriendo el país, escuchando y, sobre todo, gestionando en territorio”, expresó.

Delgado dijo que en la reunión pidió “aportes” e “ideas” para el programa de gobierno. En ese sentido, sostuvo que “seguramente” a partir de enero van a haber cerca de 500 técnicos trabajando. “La experiencia de gobernar es intransferible, cada uno en su acción y en su lugar de trabajo. El aporte que pueden hacer en función de lo que hicieron y en función de oportunidades de mejora, también es intransferible y lo vamos a necesitar en la campaña electoral”, apuntó.

El jerarca pidió a sus dirigentes que no tienen “inhibición constitucional” que “recorran” y “estén en territorio” para escuchar “no solamente a los que nos votaron en el 2019, [sino] a todos”. “Les pedí que estén permanentemente en el territorio”, enfatizó.

Consultado sobre lo que queda por hacer, el secretario de Presidencia, que renunciará el 21 de diciembre, afirmó que el período de gobiernos “operativamente” va a contar con tres años, puesto que los dos primeros fueron “condicionados” por la pandemia, en los que la “prioridad fue la salud de la gente y cuidarle no sólo la salud, sino también la economía y la ayuda social”.

Según Delgado, “recién se pudo hacer mucha cosa” a partir del tercer año porque “hubo que recalcular”. “La pandemia condicionó al Uruguay, pero salimos. La verdad que en estos tres años encaramos una cantidad de reformas que había que hacer, una cantidad de iniciativas que había que encarar con mucha valentía y con mucha decisión”, valoró, y agregó que, en lo que resta, “hay temas que van a empezarse en el gobierno y seguramente terminemos en el otro”, aunque reconoció que “hay temas que seguramente no se van a poder empezar”.

Delgado sostuvo que cuando lleguen las elecciones la gente “va a tener en su retina” los dos primeros años de gestión de Lacalle Pou, por lo que pasó en la pandemia y “cómo estaba el gobierno”. “No es el último año de gobierno, fueron los primeros dos, pero seguramente en el balance general el manejo de la pandemia va a estar, como también el manejo de las otras crisis. Van a estar los planes de desarrollo que el gobierno está llevando adelante, el tema de asentamientos, saneamiento, la transformación educativa, la seguridad social. Nosotros vamos a defender los 22.000 millones de dólares que 1.500.000 uruguayos tienen en la AFAP para que no se lo confisquen como quiere la gran mayoría del Frente Amplio [FA] y del PIT-CNT”, afirmó, con referencia al plebiscito que impulsa la central sindical para revertir la reforma jubilatoria.

Las críticas del empresariado

El jerarca saliente se refirió a las quejas de la Confederación de Cámaras Empresariales, que esta semana plantearon “no adelantar la campaña” y, además, manifestaron preocupación por el “tono” que podría adoptar la discusión política durante la contienda electoral.

Delgado dijo coincidir con los planteos del empresariado. En ese sentido, afirmó que el gobierno “va a gobernar hasta el último día” y que el hecho de que renuncie a la Secretaría de la Presidencia para hacer campaña electoral “es lo que corresponde”. “Seguramente, si hiciera las dos cosas, o reservara el cargo de licencia, me estarían criticando. Me parece que cuando tomé la decisión de ser candidato, lógicamente con responsabilidad hago una transición en los temas que estamos trabajando para que queden ordenados o solucionados”.

Sobre el “tono” de la campaña, señaló que desde su colectividad van “a ir muy firmes en el debate con las ideas”. En ese marco, aventuró que “seguramente” sea un “debate duro” porque “lo que está en juego” son “mucho más de cinco años”, y volvió a aludir a la recolección de firmas que promueve el PIT-CNT y respaldan algunos sectores del FA.

“Va a ser un debate duro, sí, pero lo vamos a dar porque vamos a defender el ahorro a los uruguayos. Nosotros nunca vamos a derrapar; vamos a aspirar a una campaña, por lo menos de nuestra parte, sin derrapar. Si otros derrapan, se van de la pista y chocan, el problema es de ellos”, apuntó, y agregó que el “tono” que llevarán adelante es el de “unir a los uruguayos” porque están “hartos” de la “división, de la manija, de uno contra el otro”.