El 2 de marzo, ante la Asamblea General, el presidente Luis Lacalle Pou anunciará una rebaja del Impuesto a la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y del Impuesto a la Asistencia de la Seguridad Social (IASS), sobre los que se están ultimando detalles. La medida fue criticada por economistas de distintos ámbitos y por diversos motivos, y este miércoles El País divulgó un informe del Consejo Fiscal Asesor (CFA) del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) que advirtió sobre “riesgos de posible reversión del proceso de consideración fiscal en términos estructurales”, en función de los anuncios.
El informe del CFA señala que en el contexto actual “cualquier impulso fiscal, independiente de su destino y magnitud, tendrá impactos directos sobre la posición fiscal estructural, de no verse compensado por ahorros estructurales en las partidas de gasto”. Los economistas que integran el consejo señalaron que todavía no tienen datos específicos sobre la rebaja tributaria como para profundizar, pero, en principio, afirmaron que la información disponible no les permite “afirmar que haya habido un cambio en los ingresos estructurales” como para implementar la rebaja impositiva “sin un impacto en la posición estructural”.
Pese a los cuestionamientos, en las filas de la coalición la decisión –contenida en el “Compromiso por el país”– es vista con buenos ojos. El senador de Cabildo Abierto Guillermo Domenech dijo a la diaria que el anuncio debe ser “bien recibido” porque el IASS es “una rebaja de las jubilaciones” y el IRPF “es el impuesto al trabajo”. Sostuvo que en su opinión “se va a exonerar” de ese impuesto a sueldos que rondan los 40.000 y 50.000 pesos, por lo tanto, “seguramente la gente que ahorre ese dinero lo va a utilizar en el consumo, y eso va a generar un circuito virtuoso desde el punto de vista económico”, e incluso “va a generar mayor recaudación por IVA y el Impuesto a la Renta de las Actividades Económicas de los comercios que se vean beneficiados con un aumento de las ventas”.
En tanto, el senador colorado Raúl Batlle dijo a la diaria que “todo lo que alivie a la gente” lo ve bien, porque, “en definitiva, es como un aumento de sueldo o de jubilación”, y fue un paso más allá: “En realidad, si fuera por mí, sacaría el IRPF a todo el mundo. Antes no teníamos IRPF y vivíamos igual. Nos quejábamos de las mismas cosas, pero no pasaba nada. Cuanta más plata faltó en la caja del Estado, más IRPF, y después de que pagás un impuesto, es muy difícil sacarlo. Así que bienvenido sea que el presidente va a hacer un esfuerzo con los ahorros que hicieron”, señaló.
En tanto, el diputado colorado Gustavo Zubía, uno de los políticos que más han insistido públicamente con que se debe rebajar el IASS, dijo a la diaria que va a esperar al 2 de marzo, cuando el presidente anuncie el porcentaje de la rebaja, para dar una opinión, porque el anuncio tiene que ser “suculento”. Subrayó que, a diferencia del IRPF, la coalición prometió la rebaja del IASS en la campaña, y además el criterio de “que paguen más los que tienen más” lo puede compartir “en situaciones de emergencia”, no así “en el tema jubilatorio”, porque “los que tienen jubilaciones mejores han aportado toda su vida cifras mucho más importantes que los que tienen jubilaciones no contributivas”.
“Ahí doy un argumento de clase, tendiente a la protección de la clase media, que ha sido muy descuidada en los últimos años y no merece seguir siendo gravada”, finalizó.