“Un solo demonio” fue la consigna del acto simbólico que llevó a cabo este martes la asociación de ex presos políticos Crysol, en el marco del día de la ex presa y el ex preso político uruguayo, que se conmemora cada 14 de marzo. Si bien la consigna responde a la llamada “teoría de los dos demonios” sobre cómo se desembocó en el golpe de Estado de 1973, también sirve como posicionamiento en un contexto en el que la Cámara de Diputados tiene a estudio un proyecto de ley de reparación económica a víctimas de grupos armados de carácter ideológico.
El escenario fue el Memorial de los Detenidos Desaparecidos, en el Cerro de Montevideo, donde luego de cantar el himno nacional el integrante de Crysol Enrique Chalar leyó la proclama, en la que recordó que “por luchar, por resistir, fuimos presas y presos políticos, privados de nuestra libertad, juzgados y condenados por tribunales militares sin garantías de ningún tipo”, tras “semanas o meses de estar secuestrados, sometidos a torturas y tormentos, de aislamiento y de incomunicación del mundo exterior”.
Como sobrevivientes, sostuvo Chalar, desde Crysol asumieron “la obligación moral de denunciar una y otra vez lo ocurrido, las atrocidades sufridas por miles de personas” y “mantener viva la memoria de los crímenes de lesa humanidad”. “Seguimos y seguiremos denunciando y promoviendo la actuación de la Justicia. La verdad y la justicia son condiciones indispensables para afirmar a fondo en la sociedad el ‘nunca más’”, continuó.
Luego del retorno a la democracia el recién restituido Parlamento votó “suscribir a la Convención Americana de Derechos Humanos y aceptar la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) de manera voluntaria, en un verdadero acto de soberanía” para así “ratificar el compromiso del país con las normas de derechos humanos”. Relacionado a esto, Chalar recordó la sentencia sobre el asesinato de las muchachas de abril y las desapariciones de Luis Eduardo González y Óscar Tassino, que calificó como “un claro y potente pronunciamiento contra el Estado uruguayo y contra el Poder Judicial por no proveer la justicia que los casos ameritan y por haber violentado el legítimo derecho de las víctimas y sus familiares”.
Asimismo, Chalar recordó que “la Suprema Corte de Justicia [SCJ] fue observada porque hasta ahora desconoce el carácter de crímenes de lesa humanidad de las atrocidades cometidas”, al tiempo que, entendió, “es permisiva con las artimañas legales de los denunciados”. “Las presiones para que el Poder Judicial no actúe son enormes y están a la vista de todo el mundo”, sentenció.
De cara al futuro
Siguiendo con la proclama, Chalar saludó la creación de la Fiscalía Especializada en Crímenes de Lesa Humanidad, que permitió “revitalizar las causas ocultas y enterradas” y que, “a pesar de los duros ataques recibidos, ha continuado este trabajo y los resultados están a la vista”. “Ha sido una larga y extensa batalla contra la impunidad” y este “es un mensaje potente para las nuevas y futuras generaciones: aunque se evada la justicia durante muchos años, al final serán juzgados y condenados”, aseveró.
Como colectivo, Crysol mantendrá “el trabajo y la movilización para que la Justicia pueda seguir cumpliendo con sus potestades exclusivas y también para que la Institución Nacional de Derechos Humanos desarrolle las suyas en la búsqueda de los detenidos desaparecidos”, aseguró Chalar, y recordó que en junio de este año se cumplirán 50 años del golpe de Estado y el inicio de la huelga general. En ese marco, se inaugurará el memorial de las ex presas políticas, “un logro fundamental en cuanto a la igualdad de género y su práctica en la lucha por la memoria histórica”.
Rechazo a la condena de manifestantes contra el traslado de Mota
Este año, el Tribunal de Apelaciones confirmó la condena de algunos de los involucrados en la protesta por el traslado de la jueza Mariana Mota –que investigaba varias causas vinculadas a violaciones de derechos humanos en la dictadura–, en febrero de 2013.
Al respecto, Crysol remarcó su rechazo al “pronunciamiento judicial que condenó a algunos de los participantes en una jornada pacífica de protesta en la sede de la SCJ”. “Todas y todos estuvimos ahí”, añadió Chalar, y manifestó su “solidaridad con los involucrados en la causa penal” y su “condena enérgica” a los “nostálgicos del proceso”, al tiempo que exigió que la SCJ ponga fin “a esta causa” y haga “justicia de una vez por todas”.