Este martes el frenteamplista Gerardo Núñez presentó su renuncia a la banca en Diputados, que comenzará a regir el 28 de este mes. Su salida había sido acordada hace un mes, en el fin de semana del 4 y 5 de marzo, con la directiva del Partido Comunista del Uruguay (PCU), su sector, que en esas fechas reunió a su Comité Central.
Asimismo, en la misiva que envió al Parlamento solicitó que se le otorgue el subsidio correspondiente, amparándose en el artículo 77 de la Constitución. El subsidio, previsto por la Ley 16.195, corresponde a 85% de su salario, por un plazo de un año. La solicitud fue aprobada por mayoría, con excepción de Cabildo Abierto.
El diputado Martín Sodano explicó a El País que no les parecía “adecuado que un legislador que estuvo todo un año de licencia, y no por motivos de salud, quiera cobrar ahora un subsidio”. “Una cosa son favores parlamentarios, otra son los principios”, concluyó.
Hace casi 13 meses Núñez pidió licencia a la banca y no volvió a concurrir a una sesión parlamentaria. El 9 de marzo, cuando se conoció la noticia de la renuncia, fue el mismo día en que Juan Castillo, secretario general del PCU, le comunicó la decisión al presidente del Frente Amplio, Fernando Pereira. Por aquel entonces, Castillo dijo que el Comité Central había recibido una nota de renuncia por parte de Núñez, y el órgano del PCU la aceptó por unanimidad.
Aquel Comité Central fue el primero luego de que la jueza de feria María Fátima Boné resolviera el 26 de enero el archivo de la causa del diputado en el juzgado especializado de Familia de 5º turno, donde una expareja del legislador frenteamplista había radicado una denuncia por violencia de género.
“Gerardo tiene cerrados los dos casos judiciales en los que estaba involucrado, no tiene ninguna medida ni causa judicial pendiente. Por otra parte, y al mismo tiempo, el PCU, con acuerdo de Gerardo, había pasado el caso a estudio tanto de la Comisión de Control partidaria como del Tribunal de Conducta Política del FA; en ambas instancias prestó su testimonio en forma voluntaria”, dijo Castillo aquel día a El Popular y aclaró que Núñez seguiría militando en el PCU.
Núñez: “No siempre importa la verdad ni los resultados judiciales. Importa más la instalación de relatos”
En su cuenta de Facebook, Núñez expresó que durante un año se mantuvo “en silencio con el fin de no entorpecer los procesos que se llevaron a cabo en la Justicia” y solicitó licencia en el Parlamento.
Argumentó que presentó la renuncia a la banca porque considera “que en este momento no están dadas las mejores condiciones” para desempeñarse en ese cargo y sostuvo que “se cierra una etapa” de su vida, “pero se abren otras que sin dudas serán de esperanza”.
“Vivimos momentos de mucha polarización social y política, donde no siempre importa la verdad ni los resultados judiciales. Importa más la instalación de relatos. En este contexto, lo que menos quiero es perjudicar a mi fuerza política y a mi partido”, expresó.
“Luego de concluidas las instancias judiciales y al ya no ocupar mi lugar en la banca, siento que este es el escenario más adecuado para hablar sobre lo ocurrido y pronunciarme sobre mi visión de los hechos. Mi defensa nunca estuvo ni estará vinculada a la permanencia en tal o cual lugar, siempre estuvo en función de la verdad. Quienes me conocen saben que jamás milité con el fin de ocupar lugares, siempre me movilizaron las ideas y es lo que sigo sosteniendo”, expresó.
Según dijo, con la carta no pretendía “victimizarme ni mucho menos”, pero puntualizó que vivió “momentos muy dolorosos y complejos”. “Fui objeto de todo tipo de calumnias, ataques y acusaciones, que no sólo me afectaron en lo estrictamente personal, sino que, además, impactaron en mi familia y seres queridos, principalmente, en mis hijas”, expresó.
“A pesar de todas las mentiras contra mi persona que se reprodujeron a través de redes sociales y en algunos medios de comunicación, se demostró en la Justicia que en uno de los casos fui objeto de difamaciones e injurias. Y, en el otro, la denuncia por violencia de género que se realizó contra mi persona terminó archivándose, sin que correspondiera ningún tipo de derivación penal respecto a la misma. Todo esto refuerza mi firme convicción personal de no haber cometido ninguna falta ética ni delito alguno”, recalcó.
A su juicio, “existen herramientas legales muy valiosas que se conquistaron y deben ser protegidas. Sin embargo, algunas veces cuando se producen manejos espurios de las mismas, lo que se hace es dinamitar los avances que protegen a las personas en situación de violencia, aumentando el descreimiento respecto a dichos instrumentos”, señaló.