El problema es el “sobrestock”, coinciden quienes lo viven de cerca. Entre las situaciones desatadas a raíz de la crisis hídrica que atraviesa el país, y la posterior decisión de OSE de aumentar la salinidad en el agua corriente para evitar el desabastecimiento, la compra de agua envasada diaria se triplicó en el mes de mayo, según un informe de Id Retail, organización dedicada a la investigación de mercado.

Su gerenta de Insights y Analítica, Ana Laura Gudynas, explicó a la diaria que en el monitoreo que realizaron luego de los anuncios de OSE detectaron este salto significativo de tres veces más respecto del mismo mes de 2022; en este sentido se dio “un pico de consumo el jueves pasado [11 de mayo] cuando las ventas se multiplicaron por cuatro”. En días posteriores los números bajaron, pero aun así se mantuvo “un nivel de venta altísimo en un promedio de dos o tres veces más”.

Por ahora, Id Retail tiene dos hipótesis que creen que “explican la situación”. Por un lado, la del sobreabastecimiento de los hogares “ya sea porque [las familias] tienen capacidad de ingresos para destinar un dinero extra para comprar agua embotellada” o por “la sensación de escasez” que genera “ver góndolas vacías y sin agua”. Por otro lado, están los “quiebres de stock” en algunos puntos de venta por “el desafío” que significa esta “demanda extraordinaria” para la “cadena de abastecimiento, tanto para la producción como para la distribución”.

Esta última hipótesis se sustenta en lo que desde la organización llaman “índice mayorista”, que estudia la cantidad que se colocó de cada producto en los puntos de venta. En el caso de los bidones, por ejemplo, fue “siete veces más en cantidad” y “seis veces más” en el caso de las botellas de 2,25 litros.

De mantenerse esta situación, advirtió Gudynas, “hay que apostar” por la “cautela a la hora de comprar las botellas y ser conscientes de que la cadena está sufriendo y estamos generando también nosotros estos quiebres de stock”.

Cadena tensa

Coca-Cola, que envasa y distribuye el agua Vitale, declaró un quiebre de stock, mientras que Salus trabaja los “siete días de la semana”. Así lo confirmó el presidente del Centro de Almaceneros Minoristas, Baristas, Autoservicistas y Afines del Uruguay (Cambadu), Daniel Fernández, a la diaria. En el caso de Coca-Cola, explicó que estuvo durante “dos días sin levantar pedidos para normalizar entregas”, pero ya este viernes “salen a la calle normalmente”.

“La producción de agua de los pozos sale normal, la capacidad de las máquinas de envasar estando a full puede producir 30% o 40% más de lo que producía normalmente, los camiones de distribución son los mismos con la misma cantidad de personal”, todo esto en un escenario en el que “el comerciante normal pide diez fundas de cualquier tamaño de envasado y 50 botellones”, cantidad que antes “vendía en una semana” y ahora lo hace “en un día o dos”. De todas formas, Fernández confía en que “en pocos días se va a normalizar todo” cuando ingrese “agua del interior [por resolución de la Intendencia de Montevideo (IM)] y todos bajemos un poco los decibeles”.

“Hay un flujo de entregas que es insuficiente para lo que se pide, pero no está cortado; lo que preocupa es el sobrestock que hay”, sentenció Daniel Menéndez, de la Asociación de Supermercados del Uruguay. Esto implica “que se tensione la cadena de distribución y no todo el mundo pueda acceder”, sostuvo, aunque aseguró que “no va a haber desabastecimiento en la medida en que la oferta y la demanda se comporten normalmente”.

En tanto, el presidente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), Fernando Ferreira, hizo “algunas apreciaciones” a la diaria. Por un lado, dijo que “las plantas elaboradoras de agua mineral no están diseñadas para sustituir el consumo de agua de OSE, es imposible”, se trata de plantas que “están todas con los tres turnos” funcionando. Por otro, “se depende del envase de plástico”, otro sector en el que se está generando un déficit ya que los bidones, según Fernández, de Cambadu, “no dan abasto”, y dio el ejemplo de un comerciante al que “le habían entregado 192 bidones de seis litros y en cuatro o cinco horas lo había entregado todo”, cuando lo “normal” hubiera sido venderlos en tres semanas, y “hubo pocos envases de bidones”.

Acuerdos institucionales

Tanto la IM como el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) lanzaron, a raíz de la crisis, planes para suministrar agua embotellada a poblaciones de riesgo: hipertensos, embarazadas o niños que tomen suplementos. Los problemas de abastecimiento, por el momento, no afectan a ninguna de las dos instituciones.

En el caso del Mides, fuentes ministeriales señalaron a la diaria que este viernes quedará acreditado el importe para asegurar a los beneficiarios de planes del Mides la compra de botellas de dos litros, es decir, tienen garantizada la compra “por un mes”, pero asegurar que los comercios tengan stock es algo que “excede” a la cartera.

En tanto, el director de Limpieza de la IM y vocero de la comuna en este tema, Ignacio Lorenzo, aseguró en una rueda de prensa que se cuenta con stock suficiente tras la compra de otros 4.000 bidones para distribuir en policlínicas, por lo que, “en principio, para la IM no es una dificultad” que haya quiebres, pero sí entendió “importante” saber “si está sucediendo en el territorio y en qué lugares, y si es una necesidad clara en algunos barrios”.