El lunes fue en el Ministerio de Salud Pública, el martes en la Torre Ejecutiva y el miércoles en el Palacio Legislativo. “Porque es un derecho que debería ser básico, y acá estamos, reclamando lo obvio”, dijo a la diaria Micaela, que prefirió no decir su apellido, entre decenas y decenas de personas que, una vez más, se manifestaron en rechazo a la gestión del agua potable de OSE. El jueves volverán a movilizarse, y si bien todavía no se definió el lugar, sobrevoló la idea de ir a la residencia presidencial de Suárez y Reyes.
El movimiento es “totalmente autoconvocado”, aclaró a la diaria Cintia Gómez. “No hay ningún partido político por detrás”, agregó. Esto quedó demostrado cuando, media hora después del inicio de la protesta contra el aumento de la salinidad en el agua, desde el Palacio Legislativo invitaron a un grupo no mayor de 50 manifestantes a “escuchar” el debate parlamentario sobre una moción referida al manejo del agua. De inmediato, un cántico: “¡Que salgan ellos!”.
Gómez, que estuvo presente el lunes y el martes, aseguró que “cada vez hay más gente”, pese a la falta de organización. “Somos personas que estamos enteradas de que el Estado les vende el agua a las multinacionales y a nosotros nos están dando agua envenenada. Venimos a manifestarnos por eso, la idea es seguir hasta que haya una solución real al problema”, que es que “el agua está salada y envenenada”.
“El gobierno está salado”, “Que se vayan todos” y “No es sequía, es saqueo”, expresaban algunas de las pancartas. Los cánticos apuntaron sobre todo contra el proyecto Neptuno y contra UPM y sus plantas de celulosa.
La manifestación en el Palacio Legislativo es “una forma de presionar a los legisladores, que se tienen que poner las pilas y presionar al [Poder] Ejecutivo”, dijo a la diaria Martín Delgado, integrante del Consejo de la Nación Charrúa, presente en la movilización. Aseguró que, al margen de la sequía, “acá hay problemas estructurales que tienen que ver con una política del río Santa Lucía”, con el tipo de producción en la zona. “Hay que dejarse de joder con el liberalismo económico”, opinó.
En principio, el jueves el movimiento se reunirá a las 18.00 en la sede de la Federación de Funcionarios de OSE para resolver cómo y dónde continuar la protesta.