La Comisión de Constitución y Legislación del Senado sesionará este martes y el primer tema del orden del día es el famoso proyecto de ley de prisión domiciliaria para mayores de 70 años, que fue presentado por el Partido Nacional (PN) y cuya redacción fue encabezada por la senadora Carmen Asiaín como respuesta al que había impulsado Cabildo Abierto (CA) hace casi dos años, que, entre otras diferencias, establecía el beneficio a partir de los 65 años.
La semana pasada, por la comisión pasaron representantes del Instituto de Derecho Penal y Criminología de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República, que en general ven con buenos ojos el proyecto, aunque no es una postura unánime. En tanto, este martes serán escuchados miembros de dos institutos más de esa casa de estudios: el de Derecho Procesal y el de Derechos Humanos.
Dentro de la comisión, al Frente Amplio (FA) el proyecto le sigue haciendo ruido, principalmente porque si bien la iniciativa exceptúa del beneficio de la prisión domiciliaria a los procesados por delitos de lesa humanidad, los represores que están recluidos en la cárcel de Domingo Arena por delitos de lesa humanidad cometidos en el marco del terrorismo de Estado no fueron imputados por esos crímenes, sino por delitos de homicidio, tortura y secuestro, entre otros. Así las cosas, mientras que CA no ha mostrado discrepancias con la nueva iniciativa, es el Partido Colorado (PC) el que tiene la llave para su aprobación.
El senador colorado Adrián Peña, coordinador general del sector Ciudadanos y presidente de la comisión que estudia el proyecto, subrayó en diálogo con la diaria que ahora están en “una etapa nueva”, dado que el proyecto que presentó el PN “es bastante distinto” del de CA, porque tiene “una visión integral”, ya que incluye “muchas causales” para la prisión domiciliaria y no sólo consigna la edad. Por lo tanto, Peña señaló que por ahora están en la fase de escuchar a las delegaciones que vayan a la comisión para plantear su postura sobre la iniciativa.
Destacó que todas las delegaciones están siendo recibidas estrictamente por este nuevo proyecto, entonces, la postura de Peña es darles espacio a todos los que pidieron asistir, y resaltó que dentro del oficialismo hubo una discusión sobre eso, porque CA y el PN no querían que volvieran las organizaciones que ya habían pasado por la comisión para hablar sobre el proyecto anterior. Peña le dio el visto bueno a toda la lista de convocados, incluidos los que acercó el FA.
El senador colorado dijo que su idea es que Ciudadanos tenga una postura “como sector” sobre este tema, pero “recién” está empezando a haber elementos, por lo tanto, todavía no van a discutir la iniciativa en la bancada. Peña destacó que el tratamiento del asunto en la comisión va a llevar tiempo porque, al recibir dos delegaciones por martes, les tomará como mínimo un mes; luego verán qué modificaciones pueden hacerle, porque capaz que el proyecto “es votable cambiando alguna cosa”. Además, señaló que son conscientes de que su sector “tiene la llave” del proyecto, ya que la coalición necesita sus votos para que se apruebe.
Peña recordó que el proyecto original de CA no le “cerraba” porque estaba “direccionado, con nombre y apellido” –en referencia a los represores recluidos en Domingo Arena–. Sobre este punto, ya enfocado en lo que plantea el proyecto alternativo, el senador subrayó que “hay que ir caso a caso, pero no está claro” que algunos de esos represores vayan a ser beneficiados con la prisión domiciliaria. “Así como está, muy poquitos podrían caber dentro de las causales. La mayoría queda afuera”, aseguró.
De todas formas, Peña insistió con que el proyecto está pensado “en la globalidad”, con una mirada que no es sobre “un colectivo u otro”, entonces, eso “ya es distinto”. Es así que, en realidad –acotó–, tampoco pueden analizar cómo afecta a determinado grupo.
Por último, la diaria consultó a varios legisladores colorados sobre el tema, pero todos contestaron que todavía no estudiaron el proyecto presentado por el PN y esperan que Peña les informe para empezar a discutirlo formalmente en la bancada.