Fue “una reunión importante”, según la definió el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado. En las dos horas y monedas que duró la reunión, se encontraban -además de Delgado y el presidente Luis Lacalle Pou- los titulares de los ministerios de Ambiente, Defensa Nacional, Salud Pública, Desarrollo Social y Relaciones Exteriores, así como las autoridades de OSE, el Sistema Nacional de Emergencias y la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.

¿El propósito? Hacer una puesta a punto sobre la crisis hídrica y las obras planificadas en el río San José para trasvasar agua hacia la reserva de Paso Severino, donde, según el último informe emitido por el Poder Ejecutivo el 4 de julio, la cantidad de agua se redujo a 1.121.711 metros cúbicos.

Lo primero que aclaró Delgado fue que “no se va a modificar la calidad del agua en las condiciones actuales” y que OSE se encuentra realizando “maniobras” para “trabajar sobre la mezcla”. Por lo tanto, el agua continúa “siendo apta para consumo humano y para todas las otras situaciones esenciales de su uso”, sobre todo después de las lluvias de la madrugada del miércoles, con las que “se estancó el tema Paso Severino”, lo que permite “asegurar este nivel de calidad de agua”.

De todas formas, se evaluará la situación en “las próximas 48 horas”, no sólo “lo que llovió sobre la cuenca y sobre la represa, sino lo que drena hacia Paso Severino y el Santa Lucía, [que] son las dos fuentes importantes en toma de agua”.

La mezcla, explicó, “viene de tres componentes” que conforman los -aproximadamente- 530.000 metros cúbicos por día que se consumen en Montevideo y el área metropolitana: “Hay 150.000 que vienen de Paso Severino, 150.000 de lo que es el caudal del Santa Lucía y después el resto viene de aguas abajo, con una salinidad aún mayor”.

Por otra parte, respecto a la obra en el río San José, Delgado aseguró que “las cuatro etapas de la obra” estarán listas “en los días que se dijo originalmente, en 30 días”. Esto incluye “el dique de represamiento o el dique de contención, que ya está pronto; la estación de toma de agua, que se está haciendo, los caños que están viniendo y posiblemente en los últimos dos kilómetros la posibilidad de generar la canalización a través de algún tipo de canales”, para asegurarle “más fuentes de agua dulce para que esa mezcla no se deteriore”.

Consultado sobre si se espera, entonces, que las obras estén listas en dos semanas -en vista de que el anuncio fue el 19 de junio-, Delgado respondió que quizá sea “un poquito más” pero “ya están el suministro de caños [y] todos los trámites”, mientras que “paralelamente se vienen haciendo las obras correspondientes”.

Según supo la diaria, las empresas aún están a la espera de la llegada de los caños y las piezas de unión, mientras que la maquinaria y la mano de obra están disponibles; la perspectiva que manejan las empresas constructoras es llegar con la obra lista para fin de mes.

Según Delgado, se está “poniendo todo el esfuerzo para que este punto clave, que es el suministro de los caños desde Brasil a Uruguay y desde Argentina a Uruguay llegue en tiempo y forma”; al mismo tiempo, “en esta semana se están importando varios millones de litros de agua” que “seguramente estén operativos la semana que viene”, para lo que “se facilitaron todos los mecanismos, no sólo impositivos sino también en lo que tiene que ver con las certificaciones del Ministerio de Industria y del LATU [Laboratorio Tecnológico del Uruguay]”.

Otro de los temas por los que se consultó a Delgado fue la planta desalinizadora desarrollada por la Universidad Tecnológica (UTEC) que se iba a traer desde Estados Unidos pero que, por un error de cálculo, no entraba en los aviones Hércules que la transportarían; por eso, ahora “está en un barco viniendo en los próximos días”, aseguró el jerarca.

De todas formas, matizó el impacto de la planta, puesto que tiene “un fin específico para determinada población, que puede ser para algunos hospitales, algunos centros”, y desaliniza “150 metros cúbicos por día”.

“Incluso vamos a poner operativa la semana que viene una planta desalinizadora que presta UPM, que son 50 metros cúbicos por día”; es decir, se trata de “cosas específicas que no solucionan el tema de fondo, que ayudan sobre todo para determinados sectores a los cuales estamos atendiendo especialmente”. Por último, señaló que “no estuvo sobre la mesa” una exoneración de las tarifas.

“El gobierno tiene que asumir que estamos en una crisis que es grave”

En paralelo a lo que sucedió en la Torre Ejecutiva, en La Huella de Seregni el Frente Amplio (FA) reunió su ámbito de trabajo sobre la crisis hídrica, en el que además recibieron el aporte del director de OSE por el FA, Edgardo Ortuño, quien informó sobre “la situación que se va agravando cada vez más”, aseguró la vicepresidenta de la fuerza política, Verónica Piñeiro.

“Estamos viendo con preocupación que los niveles están por encima de lo que es la excepción tanto en cloruros como en sodio”, acotó, y especificó que “son promedios, no son los valores; es decir que para llegar a esos promedios, que están por encima de la excepción, hay valores puntuales que son mucho más altos”.

Por eso, indicó, al FA le preocupa que haya “información clara hacia la gente para conocer cuál es la calidad del agua que está llegando a través de la red de OSE y cuáles son los usos que puede tener”, mientras “el presidente afirma que sigue siendo bebible y que va a avisar con tiempo”, algo que a entender de la oposición “no se está dando” y no se tiene “claro el escenario de si en algún lugar va a faltar”.

“Entendemos que el Poder Ejecutivo tiene que asumir que estamos en una crisis que es profunda y no se soluciona con algunas lluvias que caigan”, sino que “cuando vengan lluvias la normalización de la situación va a ser lenta”.

De la mano con esto, Piñeiro insistió con una de las propuestas que el FA le entregó al presidente cuando se reunieron en la Torre Ejecutiva: “La necesidad de generar un ámbito más amplio para pensar cuestiones a mediano y largo plazo, entre partidos políticos, organizaciones sociales y el resto de instituciones que tienen que ver con el agua”, para generar “una cuestión de mirada de largo plazo”.

“No hemos tenido devolución sobre las propuestas que hemos hecho”, dijo, al tiempo que manifestó que es “difícil de entender” cómo “a los pocos días el secretario de Presidencia habla sobre la culpa del FA”.

“El gobierno tiene que asumir que estamos en una crisis que es grave y es profunda y de la que no se va a salir con alguna lluvia, y se tiene que salir con un gran esfuerzo conjunto y un gran esfuerzo no sólo de la inversión en las medidas, sino un apoyo logístico, una coordinación”, insistió.