Este jueves el PIT-CNT dará un paso más hacia la concreción del plebiscito en contra de la reforma de la seguridad social cuando en la Mesa Representativa Ampliada se vote el texto de la papeleta que, de conseguir las firmas, llamarán a ensobrar junto al voto el último domingo de octubre de 2024.
La discusión sobre la consulta popular estuvo marcada por una división, si se quiere, en tercios dentro de la central sindical. Al momento de votar si ir o no efectivamente hacia un plebiscito y cómo hacerlo, la aprobada fue la propuesta de la Asociación de Trabajadores de la Seguridad Social, con el apoyo del “grupo de los ocho”, mientras que por el camino quedaron la propuesta de la Unión Nacional de Trabajadores del Metal y Ramas Afines (UNTMRA) –con la corriente Gerardo Cuesta detrás– y las posiciones contrarias al plebiscito, expresadas sobre todo en las corrientes En Lucha y Articulación.
Si bien una versión primaria del texto se aprobó en la anterior reunión de la Mesa, en estos días hubo diálogos entre los sindicatos que estaban a favor del plebiscito –más allá de la propuesta en sí– para llegar a una redacción de consenso y aprobarla por dos tercios de los votos sin problema.
“El proceso viene orientado a que una amplísima mayoría convalide lo que ya en la antesala estaba solapado pero latente: que más de otra tercera parte del movimiento sindical tiene una voluntad política de recurrir a la democracia directa”, aventuró en diálogo con la diaria el secretario general del Sindicato de Trabajadores de la Enseñanza Privada (Sintep), Sergio Sommaruga.
Desde que se aprobó la propuesta de papeleta “se siguió trabajando para hacer consultas con constitucionalistas y hacer unos últimos ajustes en la redacción” para así formalizar ante la Corte Electoral la intención del plebiscito “y que se configure el lanzamiento de la campaña junto con la Intersocial y el conjunto de las fuerzas que se quieran sumar a este proceso democrático”.
Más allá de que las condiciones estén dadas para que nuevamente haya humo blanco en el PIT-CNT, el martes al Secretariado Ejecutivo ingresó un documento elaborado por la Asociación de Bancarios del Uruguay (AEBU), en el que cuestionan varios aspectos del texto y plantean otras tantas incertidumbres, sobre todo enfocadas en los riesgos de eliminar las administradoras de fondos de ahorro previsional (AFAP) en la forma en que está planteado.
Consultado al respecto, Sommaruga señaló que “evidentemente, para eliminar las AFAP hay que eliminar tres cosas: la institucionalidad privada, el lucro empresarial y el ahorro individual costoso”. Dijo, además, que tiene la impresión de que “hay un problema más de fondo en esa crítica” respecto de “los límites a la capacidad de autoinstituirse democráticamente del pueblo con respecto a las instituciones que quiere para sus derechos fundamentales”.
“Decir que no se puede eliminar las AFAP es muy grave desde el punto de vista democrático”, puesto que “la soberanía popular parece quedar invalidada, amputada, cercenada por un principio de realidad” que parecería ser “más importante que la autodeterminación del soberano para resolver cómo quiere configurar sus instituciones”, sentenció el dirigente sindical. De todas formas, “en materia procedimental se establece un conjunto de elementos garantistas muy importantes”, como un fideicomiso “que genera dos años” de apertura, y se “faculta al Poder Legislativo a hacer la reglamentación técnica y la ingeniería legal para generar todas las condiciones garantistas”.
En tanto, desde la corriente Gerardo Cuesta, el presidente de la UNTMRA, Danilo Dárdano, señaló a la diaria que “lo único” que puede aventurar es que “mañana va a salir, por lo menos, con amplísima mayoría”, gracias a que “se ha venido consensuando e intentando tener una mayoría amplia de la redacción”.
Sobre el documento de AEBU, Dárdano indicó que “cualquier planteo que se haga será respetable”, por lo que “si hay voluntad de discutir, se discutirá”, pero siempre “cuidando la unidad”. Esta, indicó, “es una situación que puede insumir mucho laburo, o mejor dicho, va a insumir mucho trabajo a nivel de compromiso, de militancia, de recursos financieros, de salir a pelear las firmas y después salir a pedir los votos”.
El otro tercio
En la otra vereda están los sindicatos de las dos corrientes que no acompañaron la idea de un plebiscito. Mientras que AEBU ya manifestó su postura –y se infiere que la de Articulación–, desde En Lucha, el presidente de la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB), Fernando Ferreira, estimó en diálogo con la diaria que la papeleta se aprobará.
De todas formas, desde FOEB mantienen su postura y comparten “en algunas cosas” las preocupaciones de AEBU. “Tenemos algunas preocupaciones políticas”, sobre todo referidas a la propuesta de equiparar las jubilaciones más bajas al salario mínimo nacional, además de “algunas otras situaciones que se pueden dar para los trabajadores actuales y para los jubilados futuros”.
Por otro lado, también criticó que no se recibiera al equipo de representación de los trabajadores en el Banco de Previsión Social “a ver qué consecuencias podría tener, a favor o en contra, la instrumentación de este plebiscito”. “Creo que para salir a juntar firmas y convencer es necesario manejar la información y los prejuicios contrarios que puede tener eso”, agregó, y consideró que “eso nos está faltando a muchos, y todavía estamos a tiempo de que el equipo nos asesore”.