El Partido de la Gente (PG) es el único miembro de la coalición de gobierno sin representación en el Poder Ejecutivo. No tiene a su cargo ningún ministerio, tampoco ninguna subsecretaría, a pesar de que en octubre de 2019 estuvo 2.733 votos más que el Partido Independiente, al que el presidente Luis Lacalle Pou le otorgó la titularidad del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, el Instituto Nacional de las Mujeres y la Secretaría Nacional de Drogas, entre otras reparticiones del Estado.

Actualmente, el PG no tiene autoridades partidarias; de hecho, debería resolver esto a la brevedad si pretende participar en el próximo ciclo electoral. Desde su fundación en 2016, a impulso del empresario Edgardo Novick, quien estampó su firma en el Compromiso por el País, pero hoy está alejado de la política partidaria, el PG ha sufrido varias crisis, aunque ninguna tan profunda como la actual.

En este contexto, a fines del año pasado Lacalle Pou llamó por teléfono al único diputado del PG, Daniel Peña, para pedirle que asuma el liderazgo del partido y considere presentarse como candidato a la presidencia, según informó por entonces El País y confirmó la diaria. De esta forma, el presidente aspira a que se mantengan los cinco integrantes de la coalición.

Sin embargo, según supo la diaria por fuentes del PG, en el entorno de Peña persiste una sensación de malestar con el funcionamiento de la coalición. “Acá lo que ha habido es un acuerdo de dirigentes con el presidente de la República, pero no ha habido un funcionamiento de la coalición”, afirmó un dirigente del partido. Esto sin considerar los cargos políticos que nunca tuvo el PG.

A mitad del año pasado, en el marco de la negociación para conformar una alianza electoral en Canelones para las elecciones departamentales, Peña, que es oriundo de ese departamento, había dicho a la diaria que “primero” habría que definir “si hay coalición en octubre para saber si hay coalición en mayo”. A su entender, este ha sido “un gobierno del Partido Nacional [PN] y de Lacalle Pou con socios hacia Lacalle Pou”.

Por otra parte, en el PG hay quienes entienden que el pedido del presidente también apunta a mantener los 26.313 votos que el partido fundado por Novick obtuvo en octubre de 2019 dentro de la coalición, sobre todo, en vista de que el último balotaje se definió por 37.000 votos de diferencia y, en el caso del referéndum contra la ley de urgente consideración, por un margen de 30.000 votos.

Desde el PG señalaron en diálogo con la diaria que Peña tomará una resolución en los primeros días de febrero. El diputado maneja tres opciones: reactivar el partido y competir en las próximas elecciones junto a la coalición, mantener su grupo político “sin ser PG y acordando con otro partido”, e incluso retirarse de la política partidaria y dedicarse a la actividad privada. “Puede ser todo”, señaló un dirigente del partido.

Asunto pendiente

En el caso de que el PG opte por la primera opción, deberá elegir y presentar a sus nuevas autoridades 30 días antes de las elecciones internas, indicó a la diaria un ministro de la Corte Electoral. El partido fue intimado por el organismo electoral a raíz de “las denuncias entre unos y otros” que hubo en 2021, en el momento de mayor enfrentamiento entre Novick y Peña.

La presentación de autoridades es el único obstáculo que tiene actualmente el PG para participar en las elecciones internas; en realidad, se trata de un requisito para poder registrar hojas de votación. Desde el PG aseguraron a la diaria que “el único que tiene la capacidad de poner en funcionamiento al partido” es Peña.

Aunque compartieron fórmula en octubre de 2019, las diferencias entre Novick y Peña se arrastraban desde antes. Según recoge Juan José Moratorio en su tesis de grado “La construcción del Partido de la Gente: ¿un intento fallido que quedará por el camino?” (Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad de la República, 2020), Peña, quien se había sumado al PG tras dejar el sector Alianza Nacional del PN, discrepó con el giro que implementó Novick durante la campaña electoral de 2019. El viaje del empresario a Rivera para festejar el triunfo de Jair Bolsonaro en Brasil, así como la incorporación –temporal– del exfiscal Gustavo Zubía, con su correspondiente discurso de mano dura, afianzaron “una comunicación en la que la ideología de extrema derecha predominó ante la visualización de un partido”, según Peña.

Luego sobrevino el resultado electoral, que, al menos en el balance entre el gasto en comunicación y la cantidad de votos, fue un fracaso. El trabajo de Moratorio señala que entre enero y noviembre de 2019 el PG gastó 649.551 pesos en comunicación, casi el doble que el Partido Colorado (331.656) y sólo superado por el Frente Amplio (705.122) y el Partido Nacional (1.864.274). Sin embargo, sacó sólo 1,12% de los votos.