El presidente de la República, Luis Lacalle Pou, asistió este lunes a la inauguración del Espacio de Capacitación y Oportunidades Sociolaborales (ECOS) de la Dirección Nacional del Liberado (Dinali), que se anunció meses atrás como un “centro de referencia en formación, empleo y deporte destinado a la reinserción social efectiva de personas que recuperan la libertad”. El mandatario brindó un discurso en el que habló de la importancia de esta política pública, de la cual dijo que está inspirada en una “convicción humanista”, que se traduce en “repeler el delito”, pero también en garantizar “las segundas oportunidades”.
El presidente dijo que la creación de este centro “no es una decisión aislada”, y como ejemplos mencionó que en mayo hizo un pedido a las empresas privadas para que contraten a ex privados de libertad; la inauguración del Hospital del Cerro y del Centro de Referencia de Políticas Sociales en Casavalle y el realojo del asentamiento Kennedy, en Maldonado. “Quizá hoy se hable más del tema o esté más en discusión porque empieza el calorcito de la urna, y estos temas generan debate político, y está bien que lo generen. [Pero] esto ha sido una constante en todo el gobierno, ha sido una constante de pequeñas grandes cosas”, aseguró Lacalle Pou.
El presidente agradeció la participación del sector privado en este tipo de emprendimientos: “Los individuos dicen 'yo quiero dar una mano, yo quiero aportar'. Y a alguno también le empieza a pinchar la conciencia de que es muy fácil hablar de un preso fuera de los zapatos de ese preso y de la vida que tuvo”, reflexionó, y consideró que este es “un aspecto virtuoso en todo el sentido de la palabra”, que “no significa ser ingenuo, no significa ser panfletario y tomar la vida de una sociedad como blanco o negro”.
En ese sentido, apuntó que “este gobierno tiene récord de encarcelados, ha perseguido firmemente el delito y lo va a seguir haciendo hasta el último día”. Estas declaraciones coinciden precisamente con la polémica por los dichos del precandidato blanco Álvaro Delgado, quien afirmó que, si es electo presidente, le va a “declarar la guerra a la inseguridad y al narcotráfico”.
“Ahora, ¿esa concepción de perseguir el delito nos inhabilita a tener esta conciencia social? ¿A pensar en el día después? Me atrevo a decir que el sentido común nos debería indicar que una cosa sin la otra es pan para hoy y hambre para mañana”, afirmó Lacalle Pou. En síntesis, aseguró que la concepción de este gobierno implica “repeler el delito, porque así lo dice la ley, pero también [garantizar] las segundas oportunidades”.
Lacalle Pou señaló que las políticas vinculadas a los ex privados de libertad no son “taquilleras”: “Capaz que cuento con los dedos de una mano, en todos mis años de actividad política, que ya son varios, [las veces] que alguien me haya dicho 'por favor, ayuden a los presos'. Les diría que el mensaje era otro. Con lo cual acá hay una convicción por encima de lo redituable políticamente: hay una convicción humanista. Nos consideramos profundamente humanistas, eso es lo que nos guía”, reflexionó.
Por otra parte, el mandatario evaluó que este tipo de iniciativas tienen que ser políticas de largo aliento: “Uno tiene que exceder los cinco años de gobierno, que esto perdure en el tiempo, porque si no de nada sirve”. Luego, contó una anécdota “de entre casa”: “hace pocos días me mandaron una foto de mi hija trabajando acá, ayer me mandaron otra. Yo no tenía idea de que estaba acá”, aseguró, y dijo que la noticia lo “alegró”, “primero, porque no me contó”, y segundo porque, a su entender, es un ejemplo de que “realmente todos somos uno y que esta tarea de llevar adelante esta sociedad es entre todos”.