Quedan sólo dos semanas para que termine el período legislativo ordinario. En 2024 es más corto de lo común por ser un año electoral –en los años sin elecciones termina a mediados de diciembre–. Entre los proyectos sobre los que todavía no hubo definición –y uno de los más debatidos públicamente– está el de la legalización de la eutanasia, impulsado por el diputado colorado Ope Pasquet y el Frente Amplio (FA), que fue aprobado en la cámara baja en octubre de 2022 y aún sigue en la Comisión de Salud Pública del Senado. En esa comisión no están los votos para aprobarlo, dado que los cuatro integrantes del oficialismo están en contra, y la gran incógnita es si en los pocos días que quedan el proyecto podrá pasar al plenario de la cámara alta. La Comisión de Salud Pública suele sesionar los martes, pero para el que viene no está consignada ninguna actividad en la página web del Parlamento.

En diálogo con la diaria, la senadora del Partido Nacional (PN) Graciela Bianchi, que está a favor del proyecto, dijo que, “desgraciadamente”, el tema está “liquidado” y “no va a salir”, y sostuvo que en la bancada nacionalista ya ni hablan del proyecto. “Yo ya bajé los brazos”, acotó. “No es un proyecto al que le estemos dando prioridad, no porque no estemos de acuerdo, sino porque se complicó mucho, porque al proyecto que vino de Diputados se le intentaron meter muchas modificaciones y sigue en la comisión”, señaló.

Por lo tanto, la senadora sostuvo que en el oficialismo ya descartan que el proyecto se pueda tratar en el plenario en lo que queda de este período, y subrayó que a ella le da “bronca” que eso suceda. “Yo no digo que lo dejamos a propósito, en realidad, se enlenteció mucho en comisión y, lamentablemente, no vemos posibilidades de aprobarlo en esta legislatura”, insistió.

Por su parte, el senador blanco Amin Niffouri, que integra la Comisión de Salud Pública, dijo a la diaria que “hay muchos temas” para votar en el plenario de la cámara alta, lo que hará que las sesiones se hagan más largas (y esa fue una de las razones por las que se suspendieron varias sesiones de la comisión en los últimos meses, ya que los plenarios se suelen hacer los martes).

El senador sostuvo que “acordado o hablado no hay nada” sobre el tema eutanasia, “ni para que sí ni para que no”. De todas formas, Niffouri dijo que todavía queda alguna delegación para recibir y, además, “se iban a presentar algunas modificaciones”, por lo tanto, “está enredado el tema, en principio, como para que den los tiempos”.

Por otro lado, el senador del FA José Nunes, que también integra la comisión, subrayó a la diaria que la oposición no cambió su postura sobre el tema (están a favor y quieren que se trate en el plenario), y dijo que “debería convocarse” a la comisión para este martes, ya que falta recibir a dos organizaciones. “Que no hay mucha voluntad del oficialismo para tratarlo es público y notorio”, señaló, y destacó que en el FA harán “todos los esfuerzos para que el tema se trate”. “Nosotros entendemos que el Parlamento debería expresarse sobre el tema después del largo tratamiento que ha tenido el proyecto. Por lo tanto, por una cuestión de responsabilidad, hay que tratarlo y vamos a insistir en eso”, finalizó.

Empatía Uruguay: “Decepción y mucho desamparo”

Una de las organizaciones que brega para que se apruebe el proyecto es Empatía Uruguay. Florencia Salgueiro, que integra la organización, dijo a la diaria que los senadores del oficialismo de la comisión “trancaron el proyecto de una manera que no es del todo legítima, porque las comisiones no deberían tener el poder de determinar qué proyecto pasa al plenario o no”, pero, “a través de maniobras dilatorias, lograron que se demorase”.

Salgueiro dijo que en la organización sienten “decepción y mucho desamparo” ante cómo se ha demorado el tratamiento del proyecto, dado que la iniciativa tiene “mucho apoyo en la población uruguaya”, según lo muestran algunas encuestas. Agregó que les da “mucha rabia” que se “tire a la basura” todo el trabajo hecho en el Parlamento con el proyecto, en particular, “por la gente que está esperando por esta ley”.

“Para un político capaz que nueve meses o un año más no es nada, pero, para personas que están sufriendo al día de hoy, quizás es la diferencia entre tener una muerte de acuerdo a sus valores y tener una muerte que ellos –y sus familias– consideran indigna. Siento que hay mucha impunidad en el sistema político, que no le rinde cuentas a nadie; votan personalmente, en lugar de lo que sus partidos y votantes esperarían, y no pagan el costo de hacer eso, porque estamos atentos mirando otras cosas”, finalizó.