El canciller uruguayo Omar Paganini fue uno de los jerarcas que acompañó la semana pasada a Edmundo González Urrutia, candidato presidencial por la oposición en Venezuela, a Panamá, desde donde viajó a República Dominicana a la espera de poder ingresar a su país para estar allí el 10 de enero, día de la toma de mando de la presidencia. González Urrutia no intentó ingresar a Venezuela y Nicolás Maduro asumió por tercera vez la presidencia, pese a que no difundió los datos sobre el resultado electoral del 28 de julio.

Este lunes el canciller uruguayo comentó que “estaba la expectativa” de que hubiera un quiebre en las Fuerzas Armadas venezolanas que permitiera el ingreso de González Urrutia al país. “Pensamos que había un aumento de la movilización en Venezuela e internacional que podía llevar a una ruptura en las Fuerzas Armadas y en ese contexto sí que entrara Edmundo, pero si no, parecía más difícil porque era ir a ser capturado enseguida”, comentó en entrevista con Desayunos Informales, de Canal 12.

Eso “no se dio” y, a entender de Paganini, “ahora pasamos a un momento de baja de la presión, es inevitable. La movilización del jueves 9 fue muy grande en Venezuela, pero después la gente tiene que seguir su vida, y ese es el problema que ha tenido la oposición, que busca este camino de presión interna y externa al régimen, pero donde no ha logrado ninguna fisura en las Fuerzas Armadas, que son el último apoyo al gobierno”.

Paganini consideró que la posibilidad de una intervención internacional “está lejísimos, al menos no las hemos evaluado”, y señaló que queda “esperar que se vuelva a generar un in crescendo de las movilizaciones y las protestas y que se siga en este proceso de intentar desgastar al régimen”. Según manejó el canciller, hay encuestas que señalan que 10% de la población respalda a Nicolás Maduro.

“Probablemente en algún momento los mandos medios del régimen se den cuenta de que esto está agotado, que el régimen no tiene capacidad de salir y que el país está cada vez peor”, dijo Paganini, que mencionó como otro factor que el “aparato petrolero está hecho pelota y por lo tanto tiene muchas dificultades”.

No obstante, dijo que debido a la explotación de petróleo por parte de empresas multinacionales en algunas zonas hay mayor ingreso de divisas que antes, “y también hay más remesas de la gente que está en el exterior”. Esto, dijo, puede derivar en “consolidar una situación de una dictadura que se eterniza; lamentablemente es así”.

El canciller dijo que no sabe si el aumento de la recompensa por la captura de Nicolás Maduro tiene efectos: “Me sospecho que poco”, dijo, y deseó que “ojalá, entre el doble trabajo, interno y externo, el régimen dé marcha atrás o abra una puerta de salida”.

Paganini: “El FA todavía no se ha pronunciado sobre el 28 de julio”

Sobre la postura del gobierno de Uruguay, Paganini mencionó que en el contexto de “enorme aislamiento” que tiene Maduro, “donde ni Brasil ni Colombia, que eran los que estaban más cercanos, han legitimado esta juramentación”, “nos parece importante que Uruguay siga en esta posición de condena al régimen, lo que no quiere decir que no se busque y no se impulse una salida negociada, que sería lo mejor. Pero tenemos que ser firmes en la condena y vemos que el gobierno electo no ha generado hasta ahora demasiada información respecto de cómo se plantan ante esta situación”, lanzó luego el canciller.

Consultado sobre si la asunción del Frente Amplio en el gobierno podría implicar un giro en esta postura, Paganini dijo que no lo sabía. “Lo que sé es que el FA todavía no se ha pronunciado sobre el 28 de julio. Nosotros en su momento habíamos claramente ido denunciando todas las etapas; ellos sacaron una declaración donde esperaban al Centro Carter y esperaban a Naciones Unidas; ambos informes se presentaron hace meses y el FA nunca más tocó el tema”.

Además, resumió que en la relación bilateral “tenemos una situación de mucha dificultad”: “Ellos expulsaron a nuestros diplomáticos, hay un desaparecido uruguayo en Venezuela, y el régimen no informa sobre su paradero ni su situación, ni sobre los cargos que tiene contra él. Creo que Uruguay no tiene demasiado espacio para cambiar su posición respecto del régimen”.