En convenio con la Facultad de Química de la Universidad de la República, la Unidad Reguladora de los Servicios de Energía y Agua (URSEA) realiza un monitoreo periódico del agua potable de las localidades de más de 1.500 habitantes de la cuenca del Santa Lucía, y un control rotativo de las localidades más pequeñas. A diferencia del monitoreo de OSE, este examen, realizado en el marco del Plan de Vigilancia de Calidad del Agua Potable de la URSEA, no tiene pretensión de representatividad. “Nosotros no repetimos lo que hace OSE, sino que la metodología que tiene URSEA es andar atrás de los puntos potencialmente problemáticos”, aclara César Falcón, presidente del organismo.
Para el jerarca, el resultado global del monitoreo arroja que el agua potable de la cuenca del Santa Lucía “está en condiciones” y “cumple con la normativa”. “Cuando hay una anomalía, esa anomalía se informa y se le hace un seguimiento específico hasta que se corrige. Son servicios de calidad, que pueden ser consumidos y que están siendo controlados”, destacó el presidente de la URSEA.
Los datos del monitoreo, a los que accedió la diaria mediante un pedido de acceso a la información pública, arrojan un cumplimiento general de los parámetros de la normativa vigente entre los años 2013 y 2016, con algunas excepciones.
El primer dato que llama la atención es la presencia de coliformes en el agua potable de distintas localidades. Según la normativa vigente, debería haber ausencia total de estas especies bacterianas en el agua para consumo humano. En el año 2013, hubo coliformes en muestras tomadas en las localidades de Canelones, Santa Lucía, San José y Villa Rodríguez. En 2014, hubo coliformes en Joanicó, Pando, Toledo, Ciudad del Plata y Libertad. En 2015 se registró la presencia de estas bacterias en Las Piedras, Progreso, San Jacinto, San Ramón, 25 de Agosto, Minas, Montevideo y Santiago Vázquez. En 2016, se detectaron coliformes en Minas, Empalme Olmos, Santa Rosa y Florida.
La presencia de coliformes no necesariamente es indicador de presencia de materia fecal en el agua.
La ingeniera Sandra Rodríguez, de la URSEA, explicó a la diaria que es “esperable” que en el agua que ya pasó por el proceso de potabilización y desinfección “la presencia de coliformes totales sea cero”. De todos modos, aclaró que la presencia de coliformes detecta un espectro grande de microorganismos, y que no todos ellos son perjudiciales para la salud. Lo que sí es perjudicial para la salud es la presencia de materia fecal, medida a partir del indicador “coliformes termotolerantes”, que en el año 2016 se detectó en los tanques gemelos que sirven de abastecimiento a la ciudad de Florida y en una muestra cercana a una vivienda en Empalme Olmos. En 2013 se detectó presencia de materia fecal en el agua de una muestra de Canelones, y en 2015 sucedió lo propio en Las Piedras, Progreso y Santiago Vázquez.
Rodríguez explicó que la presencia de coliformes puede deberse a deficiencias en el tratamiento de potabilización o puede darse, por ejemplo, por ingreso de tierra a las tuberías. Cuando la URSEA lo detecta, da aviso inmediato a OSE para que tome acciones. “Comunicamos a OSE, que es la que puede tomar acciones para corregir esa situación. Eso en general se ajusta, se toman acciones inmediatas. Y nosotros volvemos a muestrear. A veces vuelve a dar incumplimiento y hacemos un seguimiento hasta la corrección total, pero siempre se corrige”, aseguró Rodríguez. Acotó que cuando hay presencia de materia fecal humana o animal, “la actuación tiene que ser inmediata para corregir la situación”, ya que hay “riesgo de posibles transmisiones de enfermedades”. También se comunica la situación al Ministerio de Salud Pública.
César Falcón, presidente de la UR- SEA, dijo que la presencia anómala de coliformes a veces “se corrige simplemente purgando la tubería”. “Puede ser una punta de red que tenga muy bajo consumo, que haya sólo una vivienda y que haya circulado poco el agua. Se purga y la anomalía se corrige. O de repente la dosificación de cloro no es la suficiente”, indicó. En estos casos, el jerarca aseguró que la comunicación con OSE es “inmediata” y que luego la URSEA hace un seguimiento para detectar si se volvió a los parámetros normales. Sobre los efectos de la contaminación del agua con materia fecal, Falcón remarcó que en Uruguay “no hay reportes de enfermedades por transmisión hídrica” y que esto es un indicador “contundente”. “Porque todo lo demás son parámetros. ¿La gente se enferma por tomar agua de OSE? No, no se enferma, no hay en Uruguay reportes de enfermedades por transmisión hídrica”, destacó.
El ingeniero Gustavo Lorenzo, gerente general de OSE, dijo que la presencia de coliformes puede deberse a una baja dosificación de cloro o a que estuvo “mal tomada la muestra”, porque a veces las personas que toman la muestra tienen coliformes en las manos y la contaminan. Aseguró que de las 50.000 muestras que toma OSE por año, entre 95% y 96% no tienen ningún parámetro que exceda la normativa vigente, y que cuando hay anomalías, se comunica al jefe de la zona para que tome una nueva muestra o adopte medidas de corrección.
Nitrato y arsénico
En el año 2016, también se detectó la presencia de nitrato por encima de los límites permitidos por la normativa en Tala. El agua potable de Tala ya había presentado exceso de nitrato en 2014.
Según informes de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), los nitratos pueden ser un problema para la salud humana, especialmente para los bebés y niños chicos. Según los niveles de concentración, consumir nitratos presentes en el agua puede generar fatiga, taquicardia, cianosis (coloración azul de la piel por oxigenación deficiente), cefalea, depresión del sistema nervioso central, arritmias, y, en altas concentraciones, convulsiones, coma y probabilidad de muerte.
La URSEA comunicó en su respuesta al pedido de informes que continuará monitoreando este parámetro en varios puntos de la red para verificar si la situación se soluciona.
En las localidades de Libertad y 25 de Mayo también se presentaron valores de nitrato superiores a los exigidos por la normativa. En estos casos, OSE presentó ante el Ministerio de Salud Pública (MSP) solicitudes de excepciones temporales para el cumplimiento del Valor Máximo Permitido (VMP) del decreto 375/11, que regula la calidad del agua potable. En 2015, OSE informó que la situación había mejorado, y en 2016 la URSEA realizó dos muestreos en Libertad con resultado conforme, y uno en 25 de Mayo el mismo año también con resultado conforme.
En Villa Rodríguez se detectó en 2013 presencia de arsénico por encima de los valores permitidos por la normativa. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se trata de un contaminante importante del agua de consumo y afecta significativamente a la salud, ya que según este organismo se ha demostrado que produce cáncer en el ser humano por consumo de agua potable con esa sustancia, en particular cáncer de piel, vejiga y pulmones.
Según la normativa de la OMS, la concentración de arsénico en el agua no puede superar los 0,01 mg/l. Sin embargo, para la normativa uruguaya, el valor máximo es de 0,02 mg/l. OSE presentó ante el MSP la solicitud de excepción temporal para el cumplimiento del VMP en Villa Rodríguez, y presentó para esta localidad un plan de acción para el levantamiento de la excepción temporal. Informó la finalización de acciones en octubre de 2016. “La URSEA está realizando el seguimiento de los valores, verificándose en dos puntos del muestreo del 13/09/2016 resultados conformes”, señala el organismo en su respuesta al pedido de acceso.
En Tala se presentaron valores anómalos de arsénico en 2015, y en ese período se tomaron tres muestras el mismo día en distintos puntos, dos de ellas con resultados no conformes según la norma. En el período 2016-2017 se tomaron siete muestras y se obtuvieron resultados conformes en todos los ensayos. “En atención a los resultados se ha previsto continuar monitoreando este parámetro para decidir luego las acciones a tomar. OSE ha informado que no ha registrado valores superiores al VMP”, aclara la URSEA.
Menos dañinas
Otros resultados del monitoreo arrojan en 2016 exceso de cloruro y sodio en Santa Rosa. El agua de Santa Rosa ya había presentado exceso de cloro libre en 2013 y de sodio en 2015. En la localidad de 25 de Mayo también se detectó exceso de cloro libre y sodio en 2015.
El cloruro en general proviene de aguas residuales y vertidos industriales y no tiene efectos perjudiciales para la salud, y lo mismo sucede con el sodio.
En cuanto al cloro libre, sólo afecta a la salud en concentraciones altas. En Santa Rosa, tras detectar un parámetro excedido en 2013, se tomaron nueve muestras entre 2014 y 2017, ocho con resultados conformes. En la localidad de 25 de Mayo, en 2013 se tomaron siete muestras con seis resultados conformes, y en el período 2014-2017 se tomaron nueve muestras con ocho resultados conformes.
La URSEA informó en su respuesta que en la gran mayoría de las localidades donde se presentaron muestras con valores superiores al VMP de cloro libre esta situación se dio sólo en una oportunidad, y “en función de los resultados y antecedentes de cada caso se ha procedido a actuar y en ciertas ocasiones [se ha] solicitado información y acciones correctivas a OSE”.
Hubo otros parámetros que excedieron la normativa en algunas localidades y en algunos años, pero que no se vinculan con afectaciones a la salud. Por ejemplo, el exceso de dureza o de pH del agua.