Tras la asunción de Michel Temer como presidente de Brasil, comenzaron a circular en la prensa de ese país versiones sobre una eventual concesión del acuífero Guaraní a empresas transnacionales. En su momento, el gobierno brasileño negó esa posibilidad, pero las versiones se reactivaron en enero de este año con la participación de Temer en el Foro Económico Mundial de Davos, en Suiza. El encuentro, que nuclea anualmente a líderes empresariales y políticos, tuvo este año como uno de sus ejes los cambios políticos en América Latina y la “oportunidad” para reformas estructurales en los países de la región. En ese marco, Temer se reunió con el CEO de la empresa Nestlé, Paul Bulcke, según informó el diario Folha de São Paulo. La reunión tuvo bajo perfil público, y reactivó las especulaciones sobre las intenciones del gobierno que asumió tras la destitución de Dilma Roussef.

En setiembre de 2016, en la cumbre del G20, el presidente brasileño presentó un programa de privatizaciones de bienes públicos con el objetivo de contener el déficit fiscal. El programa, que busca captar más de 130 billones de reales mediante la venta de bienes públicos, fue eje también de la presentación de Temer este año en Davos. Algunos medios brasileños alternativos informaron que la concesión del acuífero Guaraní está dentro del paquete. Incluso circuló la información de que se estaba planeando una concesión a 100 años a las trasnacionales Nestlé y Coca Cola. Hasta el momento el gobierno contestó con evasivas respecto de la concesión, y Temer negó directamente que se esté negociando un acuerdo a 100 años.

Las empresas mencionadas también negaron estar interesadas en el acuífero en sendos comunicados. “Coca Cola Brasil no está negociando con el gobierno federal la concesión de exploración del acuífero Guaraní. Como una empresa de bebidas, vemos el agua como una riqueza fundamental para la vida y para el desarrollo saludable de los ecosistemas, las comunidades, los negocios, la agricultura y el comercio. Siempre caminaremos en dirección a contribuir al bienestar de toda la sociedad”, señala el comunicado de Coca Cola. El de Nestlé, en tanto, remarca que la empresa no tiene “ningún interés en privatizar el agua del acuífero Guaraní”. “La empresa no ha suscrito ningún contrato ni discutió el tema con el gobierno brasileño”, acota el comunicado de Nestlé Brasil.

Nestlé y Coca Cola, junto con otras transnacionales como PepsiCo, AB InBev (de la que forma parte Ambev, monopólica en Uruguay) y organismos internacionales como el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo forman parte del “2030 Water Resources Group”, creado en 2008 en el Foro Económico Mundial. Este grupo se presenta en su página en inglés como un esquema “único” de colaboración entre el sector público, el privado y la sociedad civil, aunque hasta el momento su única contraparte estatal es el gobierno de Hungría. “Facilitamos procesos de diálogo abiertos y basados en la confianza para impulsar acciones de reforma vinculadas al recurso agua en los países en desarrollo y con escasez hídrica”, se explica en la página del grupo.

Sin instrumentos

Pese a los desmentidos, la situación inquieta al gobierno uruguayo y a activistas en nuestro país, que sólo cuentan con versiones de prensa. Ricardo Giorello, integrante de la Red Acuífero Guaraní, dijo que están preocupados y “siguiendo de cerca el tema”, en declaraciones que publicó en enero el diario Cambio de Salto. “Sabemos que cuando surgen gobiernos que no tienen como objetivo principal satisfacer las necesidades sociales, a veces son más propensos a la entrega de los recursos naturales hacia el gran capital. Ven los recursos naturales como un tema mercantil y no como un derecho humano fundamental como es el agua”, sostuvo Giorello.

El subsecretario del Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOT- MA), Jorge Rucks, dijo a la diaria que no cuentan con información oficial sobre una eventual concesión en Brasil y que el tema no se trató oficialmente en ningún organismo de integración. El jerarca expresó su preocupación porque todavía no se ratificó un acuerdo suscrito en el Mercosur en 2010, que establece que el acuífero Guaraní es un “recurso hídrico transfronterizo” y que los países del bloque “son los únicos titulares de dicho recurso”. El tratado dispone que cada Estado ejercerá “el dominio territorial soberano sobre sus respectivas porciones del Sistema Acuífero Guaraní, de acuerdo con sus disposiciones constitucionales y legales, y de conformidad con las normas de derecho internacional aplicables”. En ese sentido, podrán “promover la gestión, el monitoreo y el aprovechamiento sustentable de los recursos hídricos del Sistema Acuífero Guaraní, y utilizarán dichos recursos sobre la base de criterios de uso racional y sustentable, respetando la obligación de no causar perjuicio sensible a los demás Estados Parte ni al medio ambiente”. El acuerdo prevé un mecanismo de intercambio de información técnica sobre estudios, actividades y obras vinculadas al acuífero.

Los parlamentos de Argentina, Brasil y Uruguay ya ratificaron el acuerdo, pero el de Paraguay todavía no, y por lo tanto aún no está vigente. “No tenemos ningún instrumento jurídico para plantear un condicionamiento” a una eventual concesión, advirtió Rucks. Añadió que el tema preocupa al gobierno uruguayo “en el sentido de ponernos de acuerdo en los procedimientos que se van a utilizar”. “Si no se ratifica ese acuerdo de San Juan, vamos a seguir en conversaciones sin base jurídica”, lamentó.

Foro y contraforo

Entre el 18 y el 23 de marzo se llevará a cabo en Brasil el Foro Mundial del Agua, en el que participarán el Water Resources Group, las transnacionales, los gobiernos y algunas organizaciones sociales invitadas por el gobierno de Brasil. En paralelo se reunirá el Foro Alternativo Mundial del Agua, en un esquema similar al Foro Social Mundial, que se creó como respuesta al Foro Económico Mundial. En el foro alternativo del agua participará por Uruguay la Comisión Nacional en Defensa del Agua y de la Vida, que expondrá sobre la reforma constitucional del agua de 2004 (que consideran que no se está cumpliendo) y sobre la Ley de Riego. Carmen Sosa, integrante de la comisión, contó a la diaria que la Central Única de Trabajadores de Brasil empezará a juntar firmas contra la ley de riego vigente en su país. Por otra parte, sobre las versiones de una concesión del acuífero Guaraní, Sosa comentó que es significativo que este Foro Mundial del Agua se haga en Brasil. “Todo sabemos que las transnacionales están con un ojo en el acuífero”, afirmó.