La Coordinadora Todas las Manos, que integran movimientos sociales de Artigas, Paysandú, Salto, Rivera, Tacuarembó y Montevideo, convocó ayer a una conferencia de prensa para advertir sobre los riesgos para el acuífero Guaraní si la empresa Petrel Energy, propietaria de 62,7% de Schuepbach Energy International, continúa invirtiendo en las exploraciones para hallar petróleo y gas en Salto y Piedra Sola. Además, los grupos coordinados tienen “dudas” acerca de la solvencia de esta empresa y de la legalidad de la operación “en el marco de los contratos firmados por ANCAP en 2012”. La empresa anunció la semana pasada por intermedio de su director, David Casey, que Petrel está buscando nuevos socios para dar continuidad a las perforaciones, que comenzaron de manera infructuosa en Cerro Padilla, donde no se halló hidrocarburos.
Un informe entregado a mediados de 2017 por la Dirección Nacional de Medio Ambiente (Dinama) en respuesta a una solicitud de acceso a la información pública (en referencia “al proyecto de exploración de hidrocarburos on shore de la empresa Schuepbach Energy Uruguay SRL, sobre la característica de los productos químicos importados por la empresa, sus efectos sobre el medio ambiente, destino de los mismos y condiciones de uso”), explica que dichos productos son utilizados como componentes “para la preparación del lodo de perforación”.
“El lodo que se utilizará en estas perforaciones es de base acuosa, y los aditivos que se le agregan son para lograr las propiedades de viscosidad, densidad y reología”, informa la Dinama.
Según el informe, el lodo de perforación se usa para remover los recortes de roca que se generan en la medida que avanza la perforación, para prevenir el ingreso de fluidos de formación en el pozo y mantener su estabilidad, y para lubricar y enfriar la broca, que es la pieza metálica que taladra la roca.
De la lista de productos que proporciona la Dinama, sólo dos son considerados peligrosos para el ambiente o la vida acuática: uno de estos se usa para controlar el crecimiento de bacterias en el lodo y es biodegradable; el otro se utiliza para prevenir la formación de espuma y burbujas en el lodo y no es biodegradable. Los técnicos de la Dinama consideran que los demás productos no son peligrosos para el medioambiente. Además, el informe destaca que los elementos peligrosos “son componentes minoritarios del lodo” y agrega que los lodos “serán reusados en los cuatro pozos minimizando la generación de residuos, y al final de la actividad la gestión prevista para los lodos corresponde a su acondicionamiento previo a su disposición final”.
Sobre este informe de la Dinama se expidió el año pasado la doctora en ciencias biológicas Graciela Piñeiro, profesora adjunta del Departamento de Paleontología de la Facultad de Ciencias de la Universidad de la República e investigadora. La especialista lo consideró ambiguo, contradictorio y erróneo, “atendiendo a la potencial peligrosidad de algunos de los compuestos químicos que se adicionan a los lodos de perforación, en algunos casos no evaluada con la rigurosidad que se requiere o en otros no totalmente conocida, y considerando que estos productos químicos de los lodos están entrando en contacto con las aguas de los acuíferos durante la perforación y teniendo en cuenta que en algunos casos su toxicidad podría afectar incluso a los operarios de los equipos, para lo que sería menester conocer la opinión” del Ministerio de Salud Pública y del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. La bióloga exige que se suspendan las operaciones hasta tanto no se expidan estos organismos y se haga un estudio “preciso” y “coherente”.
Piñeiro cuestiona el informe de la Dinama porque contiene dos páginas repetidas, justo las que listan los productos químicos importados, por lo que se pregunta “qué debería haberse informado en el lugar de la página repetida”. También critica que no están todos los productos importados por la empresa y discrepa con las consideraciones que hace el organismo estatal sobre los que sí aparecen en la lista. Por ejemplo, señala que entre los productos importados por Schuepbach Energy figuran más de 63.000 kilos de barita. “La barita es un mineral pesado que es insoluble en agua y su componente, el bario, es altamente tóxico y sus iones son contaminantes de los ecosistemas, dado que se acumulan en los tejidos de los organismos e interfieren con procesos bioquímicos vitales de las células hasta que el animal muere”, explica sobre uno de los productos.
En tanto, también ayer el colectivo Uruguay Libre de Megaminería emitió un comunicado en el que considera “inaceptable pretender que se considere como ‘normal’ los derrames como el ocurrido en la perforación de Cerro Padilla, que está siendo sancionado por la Dinama y obligó a la empresa a importar más sustancias químicas”. El colectivo agrega que han solicitado a la Dinama “una información y evaluación precisa sobre las 168 toneladas de productos químicos importados por la empresa” y que hasta ahora sólo han “recibido respuestas incompletas”. “Ante la confirmación de nuestras prevenciones sobre el impacto de estas actividades, venimos planteando a la Dinama la suspensión de estas perforaciones sobre el acuífero Guaraní, porque están poniendo en peligro la calidad y disponibilidad del agua, un recurso estratégico infinitamente más valioso que los hidrocarburos”, explican. También advierten sobre la insolvencia de Petrel, teniendo en cuenta el “derrumbe” de sus acciones en la bolsa australiana. Finalmente, expresan sus “serias dudas” sobre la legalidad de la operativa de Petrel en Uruguay en sustitución de la empresa Schuepbach, “de la que sólo es un accionista”. “Es Schuepbach la que oficia de garantía en el contrato con ANCAP, que incluye una cláusula para el cambio de titulares y la venta de los derechos, procedimiento sobre el cual no se ha brindado información oficial hasta el momento”, advierte el comunicado.