El 30 de junio venció el convenio colectivo firmado por trabajadores de mutualistas, las patronales y el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social (MTSS). La aprobación del nuevo convenio viene lenta. Ayer se desarrolló la tercera reunión, y la próxima se fijó para dentro de 15 días. “Fue una reunión muy mala”, declaró en diálogo con la diaria Jorge Bermúdez, secretario general de la Federación Uruguaya de la Salud (FUS), y reprobó que las instituciones de salud de Montevideo y el interior del país “no dieron una sola respuesta al planteo hecho por la FUS en cuanto a mejorar las condiciones laborales” que les habían entregado hace 11 días, y que pidieron otros 11 días. Dijo que esto está “fuera de cualquier negociación real” y que “hay una intención de las patronales de dilatar el proceso de negociación”.

Federico Preve, de la Unidad de Negociación del Sindicato Médico del Uruguay (SMU), tampoco salió con una buena impresión de la reunión. “Tanto el Poder Ejecutivo como los colectivos de trabajadores les preguntamos a las empresas cuál era la opinión con respecto al sector donde debíamos ubicarnos, con respecto al objetivo de crecimiento del salario real, y no tuvimos una respuesta clara por parte de empresas de Montevideo y obtuvimos una respuesta que no es buena con respecto a las empresas del interior”, explicó. El Poder Ejecutivo catalogó al sector de la salud privada como de crecimiento “medio”, pero los colectivos de trabajadores piden que se lo catalogue como sector “dinámico”, lo que implica un aumento salarial mayor. “Somos un sector dinámico”, dijo Preve, que afirmó que “el balance consolidado de las empresas de 2017 dio un superávit de más de 900 millones de pesos” y que eso es un indicador de la rentabilidad del sector.

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Si finalmente el sector se define como “medio”, el SMU pedirá aumentos por encima de lo previsto para ese nivel: “Si nos terminan ubicando en el intermedio vamos a pedir que la diferencia sea financiada por las propias empresas, sin traslado a cuota”, dijo Preve. Eso quiere decir que las empresas absorban ese aumento salarial sin pedirle al Ejecutivo un incremento de la cuota que recibe por usuario del Fondo Nacional de Salud. La FUS pide, además, aumentos salariales diferenciales, puesto que hay auxiliares de servicio que ganan 20.000 pesos y anestesistas y cirujanos que cobran 600.000 pesos mensuales.

“Nos preparamos para un conflicto intenso”, afirmó Bermúdez. La FUS parará mañana de 8.00 a 15.00 en Montevideo y en el interior dependerá de lo que resuelva cada filial. El objetivo es que los trabajadores puedan asistir al acto que se hará a las 11.00 en la puerta del MTSS, tras una concentración que comenzará a las 9.30 en el Obelisco; participará también el SMU y se invitará a organizaciones de usuarios y de jubilados a acompañar la movilización. El SMU evaluará hoy si se declara en conflicto. “Si no hay avances, no descartamos eventuales medidas”, dijo Preve. Los representantes de las empresas evaluaban ayer lo ocurrido en la reunión, y hasta no tener claro el panorama prefirieron no hacer declaraciones.