La lluvia empieza a amainar y la operación retorno sigue en marcha en los departamentos afectados en las últimas semanas. El último relevamiento del Sistema Nacional de Emergencias (Sinae) indica que son 5.208 las personas desplazadas en todo el país. De ese total, 689 son evacuadas y 4.519 autoevacuadas. Paysandú es el departamento con más desplazados (2.483), seguido por Salto (2.194). En Artigas hay 234 personas fuera de sus hogares pero ya comenzó el operativo retorno. En Durazno, donde llegó a haber 1.452 personas desplazadas la semana pasada, el número se redujo a 218, que terminarán de volver mañana a sus hogares; según informó el Sinae, el Centro Coordinador de Emergencias Departamentales de Durazno se reunió ayer y decidió levantar la alerta que se había declarado. En Soriano había ayer 68 personas desplazadas, seis en Río Negro y cinco en Florida.

Los evacuados están recibiendo una atención integral que incluye, además de resguardo y protección ante las condiciones climáticas, alimentación, abrigo y recreación. También se llevan a cabo rondas médicas diarias y se mantiene un monitoreo epidemiológico. El Sinae aclara que “los servicios de agua y energía están garantizados en los lugares donde se encuentran las personas desplazadas”. “En cuanto a seguridad y vigilancia, la Policía brinda seguridad dentro de los centros de evacuación y en los alrededores. En las zonas inundadas la vigilancia se lleva a cabo por medio de un trabajo coordinado con Policía, Prefectura y Bomberos”, sostiene el sistema.

Recomendaciones para el regreso

El Ministerio de Salud Pública (MSP) indicó algunos aspectos a tener en cuenta para regresar de forma segura. Sugiere hacer una primera visita al hogar en horas del día para evaluar el estado de la vivienda y su entorno, y prestar especial atención al riesgo eléctrico, que en estos casos es muy alto. Precisamente por eso recomienda bajar la llave general de luz (si no se había bajado antes de evacuar la vivienda) con un listón de madera y asegurarse de que no haya ningún enchufe ocupado. Antes de volver a subir la general, hay que dejar secar las paredes.

El MSP señala que al acceder a la vivienda hay que llevar puestos guantes y botas de goma, para evitar lesiones y riesgo eléctrico. A su vez, hay que estar atentos a todos los objetos que puedan provocar cortes o heridas y a los cables eléctricos que se puedan haber caído durante la tormenta. Después de corroborar que no hay riesgo eléctrico hay que abrir puertas y ventanas para comenzar el secado de la vivienda. La cartera señala que las paredes o maderas húmedas pueden alojar hongos que producen alergia.

También hay riesgo de contraer infecciones, por lo que el MSP pide utilizar guantes, botas de goma y tapabocas cuando se saque el lodo de la casa. Además, recomienda pasar una espátula para retirar el lodo seco de la pared, y advierte que al hacerlo se puede levantar polvo que no debe inhalarse. A su vez, aconseja que las personas que se encarguen de estas tareas estén vacunadas contra el tétanos. Para el último lavado, lo correcto es utilizar una mezcla de 60 mililitros de hipoclorito de sodio por litro de agua.

En relación con los alimentos, el MSP dice que todo aquel que no tenga envoltura hermética y proceda de un ámbito inundado debe ser considerado contaminado y, por ende, no puede consumirse. Además, se advierte que “si la inundación afectó las cañerías de agua, [es necesario] hervir el agua o agregar una gota de hipoclorito por litro de agua limpia”.