El Ministerio de Salud Pública (MSP) presentó este viernes datos sobre la tasa de mortalidad por covid-19 cada 100.000 habitantes entre noviembre de 2021 y enero de 2022, según su estado vacunal. La tasa de mortalidad entre quienes no recibieron ninguna dosis se ubicó en 10,6; el valor cayó a 2,7 entre quienes recibieron una dosis y a 2,27 en quienes completaron el esquema primario de las dos dosis, mientras que la tasa se situó en 1,08 entre quienes tenían las tres dosis.

“Es posible observar los claros beneficios de la tercera dosis, que reduce de manera significativa la enfermedad grave y las muertes”, dice el informe del MSP, que resalta la importancia de “alcanzar altas coberturas vacunales con tercera dosis” en los grupos que la tienen indicada.

Los datos de casos graves y de fallecimientos por covid-19 que contiene el estudio surgen del Datalake Uy, que gestiona el MSP con la Agencia de Gobierno Electrónico y Sociedad de la Información y del Conocimiento e integra información extraída del software de gestión del Área de Vigilancia en Salud de la Población del MSP, del Sistema de Información de Vacunas y del certificado de defunción electrónico del MSP.

Lo informado comprende desde marzo de 2020 al 13 de enero de 2022. Se muestra la evolución de los fallecimientos por covid-19 cada 10.000 casos diagnosticados, que tuvo dos grandes picos, en marzo-abril de 2020 (371,5 cada 10.000 casos) y en julio de 2020 (351,4 cada 10.000 casos), y un pico menor (de 219 cada 10.000 casos) en abril de 2021, cuando, si bien hubo más fallecidos, también hubo mayor cantidad de nuevos diagnosticados.

La gráfica señala la tendencia descendiente de los fallecimientos a lo largo de estos 21 meses y es contrastada con la línea ascendente de la evolución de la vacunación (con al menos dos dosis), que tuvo un marcado crecimiento entre marzo y agosto de 2021, cuando alcanzó a 84% de la población mayor de 12 años (ahora está en 89,6%). El número de fallecidos alcanzado en enero (4 cada 10.000 nuevos diagnósticos) es el menor de todo el período.

Algo similar puede verse en la gráfica de evolución de ingresos a CTI por covid-19 cada 10.000 casos diagnosticados en comparación con la evolución de la vacunación con al menos dos dosis en personas mayores de 12 años. Los ingresos a CTI muestran dos picos, uno en marzo de 2020 (526,3 casos) y otro en julio de 2020 (447,3 casos); pasa prácticamente desapercibido el gran número de casos que hubo de marzo a junio de 2021 (debido al alto número de nuevos diagnósticos, da un valor de 150,9), que fue levemente superado en julio de 2021 (153 casos cada 10.000), para alcanzar en enero el mínimo histórico de 6,1 casos cada 10.000. Como contrapartida, en ascenso se muestra la evolución de la vacunación.

Además, una tercera gráfica muestra la línea ascendente de la evolución de la vacunación con tres dosis, que en los siete meses que van de julio a enero alcanzó a 65,1% de la población vacunada.

Las gráficas también muestran el desacople entre el número de casos y la proporción de personas internadas en CTI y fallecidas. “Desde marzo de 2020 a enero de 2022, el número de fallecimientos, así como la cantidad de ingresos a CTI cada 1.000 casos diagnosticados, ha disminuido, llegando a los mínimos del período en enero de 2022, coincidiendo con la segunda ola. Este fenómeno estudiado a nivel mundial se ha nominado ‘desacople’ y está relacionado a dos variables: el comportamiento de la nueva variante ómicron y el estado vacunal de la población”.

El informe señala que la primera ola de covid-19, iniciada en marzo de 2021, fue controlada por “las altas coberturas vacunales a nivel nacional”; a la vacunación atribuye, también, la disminución de casos graves y de fallecimientos cada 10.000 casos nuevos en la segunda ola, la actual, la de ómicron, cuya circulación se identificó el 29 de diciembre.

No está dicho en el informe, pero tal vez la incidencia de esta variante se vea en el aumento de la tasa de mortalidad cada 100.000 habitantes que se registró en enero con respecto a los meses previos en todos los grupos, tanto de vacunados como de no vacunados. Así, entre los no vacunados la tasa de enero fue de 10,6, mientras que había sido de 8,97 en diciembre. Entre quienes recibieron una dosis, fue de 2,7 en enero, mientras que en diciembre había sido de 1,43. En quienes recibieron dos dosis, fue de 2,27 en enero, de 1,11 en diciembre y de 1,63 en noviembre. Por último, la tasa de fallecidos con tres dosis en enero fue de 1,08; había sido de 0,07 en diciembre y de 0,29 en noviembre.