Los centros de salud utilizan a diario una significativa cantidad de litros de agua en diversos procedimientos y deben suministrar el recurso a sus pacientes para consumo, ya sea para beber o en la preparación de alimentos. Ante el aumento de la salinidad en el agua y luego de recibir un comunicado desde el Ministerio de Salud Pública (MSP), los prestadores comenzaron a implementar algunos cambios con respecto al agua que utilizan.

Hace una semana, el mismo día en que Karina Rando, la ministra de Salud Pública, comunicó en conferencia de prensa que la cartera se reuniría con especialistas para “afinar” las recomendaciones de consumo de agua, el MSP envió un comunicado interno, al que accedió la diaria, a las direcciones técnicas de los prestadores de salud, en el que hizo recomendaciones ante los cambios en “algunos parámetros físico-químicos del agua de consumo” que suministra OSE.

El comunicado consta de tres puntos. En el primero se recomienda a los equipos de diálisis de agudos “intensificar los controles” de los parámetros físico-químicos del agua, mantener los controles microbiológicos habituales que se usan en este servicio y en conjunto con el médico nefrólogo a cargo consultar con el proveedor del equipamiento para asegurarse de que los dispositivos estén produciendo agua acorde a los parámetros establecidos por el Fondo Nacional de Recursos.

La misma intensificación de controles se recomendó a las centrales de esterilización de materiales, y en tercer lugar se hizo hincapié en los preparados alimenticios para lactantes. Según la “disponibilidad” de cada institución, se recomienda usar agua destilada o mineral para las preparaciones, que se define como aquella “apta para la bebida, procedente de estratos acuíferos, que surja o se extraiga sin contaminación, captada y embotellada convenientemente en el lugar de origen, que permanezca en las mismas condiciones luego de envasar”.

Por último, el MSP pidió a los prestadores que los “incidentes o dificultades que eventualmente puedan generarse vinculadas al suministro de agua” se comuniquen a la cartera.

En la práctica

la diaria relevó cuál es la situación en los centros de salud públicos y privados de Montevideo y consultó de dónde proviene el agua utilizada en cada uno.

En el sector público, desde el Hospital de Clínicas expresaron que el hospital está siguiendo “todas las recomendaciones del MSP” y que, a la vez, “se está explorando una solución” para abarcar todo el hospital y no sólo a “los pacientes con riesgo”. En tanto, el hospital Maciel, por el momento y “desde antes”, compra agua embotellada para pacientes hipertensos y aislados.

Fuentes del Círculo Católico aseguraron que el prestador acató las recomendaciones del MSP y además comenzó a brindar agua embotellada para beber a sus pacientes internados y a los trabajadores con determinadas patologías. También se comenzó a utilizar la misma agua para la preparación de los alimentos.

En tanto, fuentes del Casmu comunicaron a la diaria que el agua que se utiliza, incluso desde antes de la emergencia hídrica, proviene de “tres pozos propios” de la institución. Sonia González, presidenta de la Asociación de Funcionarios del Casmu (Afcasmu), dijo a la diaria que a los trabajadores les consta que la empresa comenzó a comprar agua embotellada para los pacientes, como el MSP exhorta en el comunicado, pero agregó que los funcionarios consideran que se debe ampliar su acceso a “todos los socios y los trabajadores”.

En diálogo con la diaria, Rafael Vidal, director del área de ingeniería del Casmu, brindó mayores detalles sobre los pozos de agua del prestador. En principio, aclaró que si bien fue una medida que se adoptó para “abaratar costos”, en este momento es “un alivio” contar con suministro de agua propio.

En cuanto a la calidad del agua, explicó que una vez que se extrae pasa por una planta de tratamiento que la potabiliza. Además, “frecuentemente” se analizan muestras para hacerle un seguimiento. Aclaró que el agua que se saca de uno de los pozos no se potabiliza porque se utiliza para los inodoros.

Aun así, “hasta ahora”, en algunos servicios del Casmu el agua de pozo “se conjugó” con agua de OSE, sobre todo porque “tienen sabores diferentes” y las personas “no están familiarizadas con el agua que no es de OSE, “aunque sea potable”. Pero, dada la situación actual, “se está cortando” el suministro de OSE al tanque principal.

Sobre el agua que se dispone en jarras en las salas de internación confirmó que es agua embotellada y que se consumen “1.000 litros diarios”, por ello, para abaratar costos y poder utilizar el agua de pozo para consumo de pacientes internados, “se intentará” intervenir el proceso del agua de los pozos para cambiarle el sabor y que sea más agradable “al gusto”, de forma de poder ofrecerla como sustituto del agua embotellada.

José Bonanata, gerente general de Médica Uruguaya, dijo a la diaria que el prestador “está cumpliendo estrictamente con el comunicado” del MSP. Por su parte, la Asociación de Personal de Médica Uruguaya (APMU) envió hace cuatro días una carta dirigida a la dirección técnica, en la que solicitó un informe sobre la calidad del agua que se emplea para el consumo de los “pacientes, usuarios en general y funcionarios” y del agua que se utiliza actualmente para la preparación de alimentos.

En tanto, el Hospital Evangélico también comenzó a brindar agua embotellada a sus pacientes internados.

Desde la Asociación Española informaron a la diaria que se acataron todas las recomendaciones del MSP y que se incrementó la compra de agua mineral, sobre todo para utilizar en preparaciones para los pacientes.

A partir de este lunes la Intendencia de Montevideo comenzó a entregar agua en las policlínicas de la capital. El beneficio es para lactantes de menos de seis meses que consuman complementos con agua, personas con presión arterial o insuficiencia renal y embarazadas que sufran de presión arterial. Según la determinación del médico, cada usuario podrá acceder a un máximo de dos bidones de seis litros por semana.

Los bidones de agua comenzaron a distribuirse el viernes entre las 23 policlínicas que corresponden a la intendencia. Según la comuna, se estima que a cada centro le corresponden alrededor de 170 unidades.