La fauna de Cabo Polonio tiene sus imágenes clásicas de lobos marinos, pero también forman parte de ella las lechucitas, las anémonas que crecen en pequeñas lagunas en las rocas y las mulitas y los zorros que recorren los pastizales. Del mismo modo, las dunas dejan paso a otros paisajes.
En el Cerro de los Ajos, uno de los pocos lugares de Uruguay donde todavía habita el venado de campo, los animales silvestres encuentran sus espacios entre las vacas y los tractores. Una fauna variada habita esta zona del departamento de Rocha tan distinta a sus costas.
La fauna visible desde la orilla del arroyo Colla y el río Rosario es sólo una parte de otra más rica, oculta bajo el agua o por la propia timidez de algunas especies. Tampoco está a la vista en su totalidad el impacto que la actividad humana tiene en estos ecosistemas, ni los varios motivos que hacen necesario preservarlos.
Estrictamente, se trata de tres islas a 21 kilómetros al sudeste de Montevideo. Hoy, su pasado como sitio de cuarentena tiene resonancias inquietantes, pero en realidad se trata de un lugar que se divide entre la conservación de especies y la actividad turística.
Cuando el Queguay se desborda, sin aviso, algunos animales se retiran hacia el monte o suben a las ramas altas. Pero cuando el río corre en calma, en sus aguas y en el monte que lo rodea se puede ver una fauna rica y una enorme variedad de árboles y plantas.