El sentido común hegemónico decía que las mujeres eran naturalmente inferiores a los hombres en el terreno físico. Pero ¿nadie piensa que, por su peso y estatura, futbolistas como Luka Modrić o Lionel Messi podrían ser mujeres?
La chispa la encendió el destrato por un lugar en el bus, pero no ocurrió hace 60 años ni se trata de Rosa Parks, sino de un grupo de trabajadoras domésticas de un megabarrio privado en Buenos Aires.