Las empresas chinas viraron su atención hacia América Latina con el objetivo de posicionarse, no sólo en sectores extractivos, sino también en servicios comerciales y financieros y producción manufacturera e industrial.
La zona conocida como el “fin del mundo” puede estar geográficamente lejos de Washington, pero el impacto en Estados Unidos y la región de las decisiones que allí se tomen con respecto a China no es menor.
Para Bartesaghi las rispideces entre Brasil y Argentina pueden favorecer a Uruguay, que busca un aval para negociar con China; “nuestro único valor en esta negociación es la insignificancia; presionar a Brasil sería peligroso”, dijo Vaillant