Paraguay

Las tareas de búsqueda de integrantes del Ejército del Pueblo Paraguayo, con el estado de excepción vigente en cinco provincias del país, tuvieron un episodio algo parecido al fuego amigo el fin de semana, cuando militares atacaron por error una comisaría, al tiempo que un supuesto vocero del grupo guerrillero reivindicó cuatro “ajusticiamientos”.

Organizaciones sociales de Paraguay manifestaron su temor a que se cometan abusos contra la población civil en el marco del estado de excepción decretado en cinco departamentos del norte del país. Esta medida, que fue dispuesta para combatir a un grupo armado, el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), causó un nuevo enfrentamiento entre el presidente, Fernando Lugo, y su vice, Federico Franco, quien aseguró que el Poder Ejecutivo no tiene intenciones de detener a esa organización.

El secuestro de un productor ganadero por parte de un supuesto grupo armado local desató un conflicto político en Paraguay, donde un dirigente rural llamó a formar grupos de paramilitares, y el gobierno respondió que no permitirá “la justicia por mano propia ni la apología del delito”. El caso ocurre en momentos en que el presidente Fernando Lugo enfrenta una oposición que insiste en promover su juicio político, y cuando campesinos advierten sobre intenciones golpistas.