Los trabajadores médicos nucleados en el Sindicato Médico del Uruguay (SMU) negocian en el Consejo de Salarios del Grupo 15 un nuevo convenio colectivo que paute las condiciones laborales para los próximos tres años. Las primeras reuniones se desarrollaron en julio y el último mes se pautaron entre una y dos veces por semana, pero el panorama no es bueno y por el momento no se vislumbra ningún acuerdo, según contó a _la diaria _ Zaida Arteta, la presidenta del SMU.
“Lo más importante que plantea la plataforma de los médicos es el aumento del salario real”, dijo Arteta. Los trabajadores solicitaron un incremento de 1% anual “con la argumentación de que las empresas [de salud] han tenido ganancia y rentabilidad”, además de que el producto interno bruto (PIB) “viene en crecimiento”, agregó. Según la presidenta del gremio, lo que el gobierno les ofrece es “un mantenimiento del salario real al finalizar el período”, lo que significaría “pérdida del poder adquisitivo”. “Estamos intentando negociar una salida en la que, por lo menos, no pierdan los trabajadores y ganen las empresas”, acotó.
El segundo pedido es mantener la partida por capacitación, es decir, “el dinero que se logró otorgar en el año 2015 a los trabajadores de la salud que hacen un curso”. La formación ha ido variando pero la mayoría de los años fue en el Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional. Hasta ahora se remunera “a quienes hacen el curso”; el actual planteamiento de los médicos es que “sea un dinero fijo y que no se ajuste”, es decir, que sea en pesos y que al finalizar los tres años del convenio no figuren pérdidas.
La reforma del trabajo médico es otro punto de negociación, que implica regularizar a más médicos que están en situación de multiempleo y facturando. “Se obliga cada vez más a facturar y se les quitan derechos laborales básicos” porque no acceden a “licencias ni a nada cuando no somos liberales, dependemos de una empresa pero facturando”, explicó. A su vez, alertó que “la alta facturación y el trabajo de mala calidad repercute claramente en la consulta y en la rotación de los médicos”.
Por último, en cuanto a este punto de negociación, Arteta dijo que las empresas se niegan a avanzar en las funciones de alta dedicación que “llegaron al ámbito médico para contrarrestar el multiempleo y permitir que un médico se pueda dedicar a una institución”.
El tiempo de las consultas, una reivindicación pendiente
El resto de las reivindicaciones se relacionan a la calidad asistencial y tampoco se ha logrado un acuerdo al respecto. El tiempo que se les otorga a los pacientes durante las consultas es uno de los pedidos principales: según Arteta, en el último convenio, firmado en 2019, el tiempo de consulta aumentaba “con variaciones según la especialidad”, pero en promedio se habían establecido 15 minutos por paciente. Un año después, producto de la pandemia, los médicos firmaron otro convenio en medio de la emergencia sanitaria en el que “a pedido del gobierno y de las empresas” accedieron a reducir el tiempo de atención agregando más personas a las consultas.
La pandemia terminó y por eso “estamos planteando recuperar el tiempo que habíamos acordado”, porque, además, “el sistema [de atención] estaba funcionando”, pero ahora las empresas “ni siquiera quieren discutir el tema”, indicó la dirigente.
Arteta manifestó que el último es uno de los reclamos “más sentidos” y apoyados por la formación y por el grupo médico. “Imaginemos realizar una consulta [de siete minutos] con un adolescente que llega al consultorio por primera vez con un problema de salud mental”; es “realmente difícil”, graficó. Por otra parte, consideró “inadmisible” que se hagan “campañas por la salud mental y que se niegue a un médico poder atender 15 minutos”.
Por último, contó que no hay un plazo estipulado para que la negociación termine. “Definiremos cómo seguir en el comité ejecutivo y en las asambleas”, pero “no vamos a firmar un convenio que nos genera pérdida salarial y no nos da garantías de avance”, porque “estaríamos en un panorama en el que no sería un acuerdo” posnegociación, sino una decisión única del gobierno y las empresas.
La próxima reunión en el MTSS será este miércoles, al igual que un nuevo comité ejecutivo médico. “En principio le estamos comunicando a la población la situación en la que estamos, pero por ahora no hay resolución”, aunque se “podrían tomar medidas” como paros o movilizaciones, adelantó Arteta.
Por su parte, los trabajadores que integran la Federación Uruguaya de la Salud (FUS), luego de varias instancias de negociación, hace poco menos de dos semanas aprobaron en asamblea un nuevo convenio colectivo que establece sus condiciones laborales para los próximos tres años.